No sólo en España hay proyectos que disparan sus costes hacia la Estratosfera, desde que se anuncian hasta que se ponen en marcha. La idea de construir un teleférico en Londres pasó de tener un presupuesto de 25 millones de libras a salir por 66 millones, de los que 36 millones los aporta su esponsor, Emirates, una de las mejores líneas aéreas del mundo.
La señalización en cualquier mapa de Londres deja bien claro que está integrado en el sistema de transporte municipal, pero se nota que hay una aerolínea detrás del teleférico desde el momento que llegamos a cualquiera de sus dos únicas estaciones. El ticket, por cierto, se llama Boarding Pass (Tarjeta de Embarque).
En mi caso, viajé en DLR (Docklands Light Rail) hasta la parada de Royal Victoria y ahí, sin olvidarme de volver a acercar mi Oyster Card al sensor para que me descontara el viaje, en menos dos minutos y rodeando un par de edificios llegaba a Emirates Royal Docks.
Volví a usar la Oyster Card para pagar el ticket, hice cola y me subí en soledad a una de las 34 góndolas a disposición del público. Aunque la capacidad máxima de cada una es de 10 pasajeros, aquella tarde sólo me crucé con parejas y familias que disfrutaban el paseo por las alturas.
El trayecto dura aproximadamente 10 minutos, que se hacen cortos, sobre el Río Támesis a una altura máxima de 90 metros. Si eres muy aficionado a las alturas y los teleféricos (o no te ha bastado con un solo viaje), puedes comprarte un ticket llamdo «360» que te permite hacer un trayecto de ida y vuelta, te obsequia una guía y da acceso a la «Emirates Aviation Experience«, de la que hablo más abajo.
¿Poco tiempo en Londres? Quizás sea buena idea apuntarte a alguna de las siguientes excursiones por la zona. En todas ellas tendrás un guía en español y vienen con muy buenas recomendaciones de otros viajeros:
A un lado el río procede sin pausa con su sinuoso recorrido buscando el mar, flanqueado por pequeños barcos particulares, y son visibles las barreras artificiales que desde 1982 evitan inundaciones en la ciudad.
Al otro lado, el O2, un espacio multifuncional de conciertos, eventos y deportes, herencia de las Olimpiadas de Londres de 2012. Tras él, en otra orilla, se ven las siluetas de los jóvenes rascacielos (los primeros son de los años 90), de Canary Wharf, el segundo centro financiero de Londres.
Si haces el trayecto de día, y tienes buen ojo, puedes incluso ver – más allá de Canary Wharf – otros rascacielos, como el famoso Gherkin (Pepinillo). Yo viajé a última hora de la tarde y el regalo que me hizo el cielo fue una puesta de sol desde las alturas.
Al llegar a tierra, en la estación de Greenwich Península cercana al O2, Emirates tiene otra atracción disponible si eres aficionado a la aviación comercial. Allí se encuentra su Emirates Aviation Experience, con simuladores completos de Airbus A380 y Boeing 377, además de 300 metros cuadrados dedicados a dar información y datos sobre ese mundo en el que todos participamos alguna vez como pasajeros.
Dejando aparte los quebraderos de cabeza para los políticos y la merma en el bolsillo de los contribuyentes, desde que se inauguró en Junio de 2012 el Emirates Cable Car (Teléferico Emirates) de Londres, es una de las formas más originales de ver Londres y una de sus zonas menos visitadas.
Y, me permito añadir, poco conocida para la mayoría de los turistas que visitan la capital del Reino Unido.
Altura máxima: 90 m
Pincha aquí para hacer tu reserva.
Precio: 4,50 GBP en efectivo o 3,50 GBP con Oyster Card o Travelcard (adultos)
Dirección:
Emirates Cable Car Terminal
Emirates Air Line Royal Docks
27 Western Gateway
London
Emirates Air Line Greenwich Peninsula
Unit 1, 2, 3 & 4
Emirates Cable Car Terminal
Edmund Halley Way
London
Página web de Emirates Air Line en Londres: http://www.emiratesairline.co.uk/
Página web de Aviation Experience de Emirates: http://www.aviation-experience.com/
Este es el Emirates Air Line en Londres en Google Maps en su parada de Royal Docks: