Tras el éxito – o no – de la primera parte del artículo en el que os contaba curiosidades o cosas útiles que debéis saber antes de partir hacia vuestro viaje a Etiopía, aquí os dejo la continuación:
Índice de contenidos
- 11. La leyenda del Arca de la Alianza
- 12. El descubridor de las fuentes del Nilo Azul fue un español
- 13. No debes viajar de noche por carretera
- 14. Puedes alimentar hienas
- 15. Los descubridores del café
- 16. Lucy in the Sky with Diamonds
- 17. La belleza etíope
- 18. El cross es el deporte nacional
- 19. Necesitarás meses
- 20. Ábrete a los etíopes
11. La leyenda del Arca de la Alianza
Si algún alma caritativa le hubiera dicho a Indiana Jones que el Arca de la Alianza se encontraba en Etiopía, habría dado muchas menos vueltas por el mundo detrás de ella. Pero bueno, quizá eso también le habría aburrido infinitamente.
Según el Kebra Nagast (libro de la Gloria de los reyes etíopes), la reina de Saba, etíope, fue invitada a la corte del rey Salomón. Prolongó su estancia y cayó enamorada del rey hebreo. Con él tuvo un hijo, al que la reina llamó Menelik.
Menelik nació en la actual Eritrea y cuando alcanzó una cierta edad fue invitado por Salomón para poder conocerle. El vástago del rey cayó rendido ante la belleza y prosperidad del reino que gobernaba su padre y, con el tiempo, concibió un plan para imitar sus logros en su propia tierra. Salomón, sin embargo, tenía otros planes para Menelik, y le ofreció ser su heredero.
El hijo de la reina de Saba sentía la llamada de su tierra y rechazó la oferta del padre. Al poco tiempo anunció que regresaba junto a su madre y que tenía la intención de llevarse a un gran grupo de sabios y sacerdotes para intentar emular el estado de Salomón en Etiopía. Con dolor en el corazón, el padre accedió a su petición y además hizo que le construyeran una copia del Arca de la Alianza, para que se la llevase como recuerdo.
Parece ser que Menelik no era amante de las imitaciones porque decidió robar la pieza auténtica y dejar la copia en su lugar. La trajo a Axum, donde algunos dicen que sigue escondida en la Iglesia de Santa María de Sión. La reina nombró rey a su hijo y así nació la leyenda de Menelik I.
Dicen que hay un monje que la custodia pero nadie mas ha conseguido verla. Parece una leyenda mitológica pero son muchos los etíopes que la creen a pies juntillas. ¿Qué te parece a ti?.
12. El descubridor de las fuentes del Nilo Azul fue un español
El misionero jesuita Pedro Paéz llegó a Etiopia como misionero en el año 1603, al servicio de la orden y la Corona de Portugal, unida a la de España por aquella época. Este hombre de espíritu aventurero, permaneció en el país hasta su muerte, en 1622, y llevó a cabo proezas inimaginables. Fue apresado y esclavizado por más de 7 años. Fue el primer europeo en atravesar el desierto de Hadramaut y en probar y escribir sobre el café. No en vano, escribió tres enormes volúmenes sobre flora, fauna y cultura etíope, que no serían editados en portugués hasta 1945. Quizá sea la mejor obra antigua que existe sobre Etiopía.
Entre sus logros más destacados, se encuentra el haber sido (a pesar de las historias británicas) el primer europeo en conseguir llegar a las fuentes en las que nace el Nilo Azul, en el gran lago Tana. En una deteriorada iglesia del mítico lago se encuentra la tumba que contiene los restos del jesuita español.
13. No debes viajar de noche por carretera
Tras las leyendas que, seguro, te han dejado embelesado, llega el momento de volver a las cosas prácticas. No cojas transportes que te lleven por las carreteras etíopes una vez ha caído el sol. Al menos no una furgoneta.
Obviamente, si te lo aconsejo es porque yo cometí el error de hacerlo. Lo había hecho en multitud de países y no pensé que aquí fuera a ser muy diferente. Gran error. Fue el peor viaje de mi vida.
En el trayecto que lleva de Gondar a Addis Abeba volví a retomar la, largamente olvidada, manía de rezar. Adivinad por qué. Las carreteras carecen de iluminación, la gente y los animales tienden a cruzarse sin mirar y los conductores deciden pisar el acelerador al máximo y realizar adelantamientos imposibles mientras mastican chat, unas hojas de una planta que está prohibida en algunos países por sus efectos estupefacientes. Eso sí, les mantiene despiertos. Únele a todo eso el hecho de viajar con unos estudiantes que vuelven a sus casas por las vacaciones universitarias y compran alcohol destilado ilegalmente en casuchas a la vera de la carretera (compartiéndolo conmigo… Y con el conductor) y ya tienes la escena montada.
Salí vivo y casi beso el suelo cuando llegué a Addis, pero la próxima vez me pago un avión.
14. Puedes alimentar hienas
En la ciudad milenaria de Harar, en el este del país, parece que te encuentras en otro lugar. Es una bella ciudad musulmana donde coloridas mezquitas jalonan las estrechas calles del centro. Dicen que es uno de los mejores lugares de Etiopía para pasar unos días relajado.
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Por la noche, sin embargo, puedes hacer algo que no te va a relajar. Las hienas llevan años acercándose a los exteriores de la ciudad para ser alimentadas por el llamado «hombre hiena». Si quieres saber lo que se siente al alimentar a una hiena estando a escasos centímetros de su temible boca, contáctale al llegar y arregla una cita.
15. Los descubridores del café
Los colombianos juegan a su favor con la gran imagen mundial que tiene el pobre burro de carga como animal, y ese colorido que portan las ropas del gracioso Juan Valdez. Pero, amigos, el café se empezó a tomar en Etiopía y aún sigue teniendo uno de los mejores del mundo.
Sí, fueron los etíopes los primeros en darse cuenta de los efectos revitalizantes del fruto de la planta del café. De aquí paso a Arabia, después a Europa y, finalmente, a las Américas. Algo que quizá no sabías. Degústalo en tu viaje.
16. Lucy in the Sky with Diamonds
Uno de los restos humanos más antiguos del mundo se encuentra en Etiopía. Aquí se hallaron los restos de Lucy, un Australopithecus Afarensis de unos 3,2 millones de antigüedad.
Fue desenterrado en 1974 y el nombre se le dio porque en el campamento de los arqueólogos no dejaba de sonar la famosa canción de los Beatles «Lucy in the sky with diamonds«. Hoy puedes ver estos restos en el Museo Nacional de Etiopía (Addis Abeba), aunque lo que se muestra al público es una réplica.
17. La belleza etíope
Tanto los hombres como las mujeres etíopes poseen unos finos y estilizados rasgos que les sitúan entre los pueblos más bellos, no sólo de África, sino del mundo. Quedaréis prendados de ellos y ellas.
18. El cross es el deporte nacional
Aunque el fútbol es el deporte global que más triunfa en Etiopía, las carreras de cross reúnen a decenas de personas frente a cada televisor. Los etíopes son grandes corredores, ayudados por su fuerte complexión y la altitud media del país. Auténticos portentos físicos.
19. Necesitarás meses
Lleva meses conocer Etiopía a fondo. Aunque hay vuelos internos, si quieres tomarle el verdadero pulso al país, te recomiendo recorrerlo por tierra, parando el tiempo necesario aquí y allá, sin ningún tipo de prisa. El norte y el sur, el este y el oeste… Es todo muy distinto.
20. Ábrete a los etíopes
Mi último consejo es el más importante. Los etíopes, en su mayoría, son seres excepcionales que se desvivirán para que te sientas bien en su país. La mayoría de turistas que viajan al país, lo hacen con paquetes organizados en los que te muestran bellezas arquitectónicas y naturales pero no profundizas en la cultura y modo de vida etíope.
Aunque no viajes por tu cuenta (para mí, la forma ideal), intenta salirte del circuito convencional y atrévete a hablar con desconocidos en restaurantes, monumentos, senderos, … Por la calle. Ellos siempre se mostrarán amables y querrán enseñarte la realidad de su país.
¿Te han entrado ganas de viajar a Etiopía?. ¡Espero que sí!.