En mi reciente visita a Gran Canaria para adentrarme en el mundo del relax y spa, exquisita gastronomía y lujosos hoteles, nuestro campamento base lo establecimos en el legendario Seaside Hotel Palm Beach de Maspalomas.
Este magnífico hotel de diseño -pertenece al grupo Design Hotels– de cinco estrellas es uno de los pioneros de la zona de Meloneras. Construído en 1975, fue reformado hace diez años sin hacerle perder su estilo arquitectónico e idiosincrasia de los setenta.
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Este toque setentero fue una de las primeras cosas que advirtió mi madre al llegar, a punto de dar las campanadas de la media noche, al hall del hotel. Es lo que tiene la experiencia. Al observar el bonito y colorido salón situado a la derecha del mostrador de recepción, en seguida me dijo: «¡Qué bonita esta decoración de los 70!». Yo guardé silencio: nací en el 76.
El estilo y la decoración son los únicos vestigios de los 70, pues los servicios, instalaciones y comodidades del Seaside Hotel Palm Beach son de primera línea en este siglo XXI.
Rellenamos nuestros datos, nos dieron las llaves de las dos habitaciones dobles que nos habían reservado y dimos las buenas noches al bueno de Alex, que nos había recogido en el aeropuerto.
Todas las habitaciones del hotel tienen una decoración distinta. En este sentido, me quedo con la que tenía mi madre, de colores vivos. Sin embargo, prefiero las vistas que podía contemplar desde mi balcón.
Algunas habitaciones, como la mía, miran a la próxima playa de Meloneras, separada de la famosa playa del Inglés por el bonito campo de dunas de Maspalomas. Salí a la terraza tras deshacer la maleta y contemplé la imponente figura del centenario faro de Maspalomas justo enfrente, con la playa a mi izquierda.
Un par de cómodas camas, televisión de pantalla plana y digno tamaño, escritorio, dos mesillas y sillones, armario grande, caja fuerte, mueble bar y cuarto de baño con ducha son todas las comodidades que presentan las amplias habitaciones equipadas con aire acondicionado.
A la mañana siguiente bajamos con tiempo al buffet de desayuno.
La zona de buffet, tanto para desayuno como para comida o cena, está situada justo al lado de la piscina principal, en un nivel inferior.
La variedad y calidad de la oferta energética mañanera es algo que me dejó sin saber qué elegir. Varias clases de quesos, mermeladas, mantequillas y bollería se mezclaban en una mesa. Bandejas con salchichón, chorizo y jamón pedían ser combinadas con la gran variedad de panes alrededor.
Yogures, fruta, zumos, y una amplia oferta de comida caliente en forma de bacon, huevos, tortillas y muchas otras más.
Hicimos bien en bajar con tiempo tanto aquella mañana como todas las otras para disfrutar de estos desayunos.
En días soleados -o no lluviosos- casi todos los huéspedes desayunan en las mesas diseminadas alrededor de la zona de buffet, al aire libre. También se puede comer y cenar allí pero existe un restaurante de menú justo al lado y una Trattoria que ofrece platos especiales por un cargo extra.
Un bar con decoración africana es el encargado de congregar a los que quieren tomarse una copa después de cenar o una cervecita al sol de media tarde. Si tenéis la mala suerte de coger unos días lluviosos -como nos pasó a nosotros- siempre os quedará el bar situado justo debajo de recepción, que suele contar con música en directo.
Nosotros pasamos la mayor parte del tiempo fuera del hotel, con lo cual disfrutamos sólo del buffet y el restaurante de menú.
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La zona de la piscina principal parece un vergel. En el césped se mezclan distintos tipos de palmeras que guardan las numerosas hamacas y sombrillas que rodean la piscina.
Hay una piscina algo más pequeña y resguardada a espaldas de la principal. Está justo enfrente de una de las joyas del hotel: el centro de Spa y Wellness.
Este Spa ofrece el circuito Puesta en Forma a sus clientes. Dos piscinas de talasoterapia -tratamiento con agua salada- a 28 y 33 grados respectivamente; un área de descanso; sauna finlandesa a 90 grados, una biosauna a 60 (con cromoterapia y aromaterapia) y un baño de piedra en la zona de calor; y un fitness center que cuenta con maquinaria cardiovascular, aparatos de musculatura y equipamiento para gimnasia y aeróbic.
Nosotros probamos el masaje Pantai Luar de sus especialistas.
Cuando llegué a la pequeña habitación me tumbé en la camilla sin tener ni idea de lo que era este tipo de masaje.
Roberto, el masajista que me tocó en suerte, era un crack. Nos reímos tanto hablando que me tuvo que pedir que bajara la voz para respetar a los clientes que prefieren la calma y el silencio.
El Pantai Luar consiste en utilizar unos sellos calientes con los que te frotan todo el cuerpo para estimular la circulación y eliminar toxinas. A lo que llaman sellos son en realidad una especie de saquitos que contienen hierbas en su interior y son calentados a una alta temperatura.
Para cualquier tipo de tratamiento de relax que queráis hacer en la zona de Spa y Wellness del Seaside Hotel Palm Beach, el personal os ofrecerá -gratuiamente- albornoz, zapatillas, toalla y agua para beber.
Para los que estén enganchados al tema tecnológico, deciros que el hotel dispone de Wi-fi gratuita para todos los clientes (aunque tuve problemas con la fuerza de la señal en mi habitación del último piso), además de unos ordenadores de mesa con impresora que se pueden usar en una sala que se asemeja a una pequeña biblioteca con sus libros, equipos multimedia, televisión y sillones. Esta sala se encuentra justo subiendo las escaleras que se encuentran frente a los ascensores.
También hay un cajero y tienda de ropa exclusiva bajando las escaleras que van del hall principal al bar.
El personal del hotel nos trató de manera exquisita durante los días que estuvimos allí. Siempre hay algún miembro del equipo directivo hablando con los clientes y preguntándoles si todo está a su gusto.
Para nosotros, lo estuvo.
El Seaside Hotel Palm Beach de Maspalomas es claro ejemplo de la exclusividad, comfort, relax y buena gastronomía que se puede encontrar en Meloneras y Maspalomas, al sur de Gran Canaria.
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Sitio Oficial Seaside Hotel Palm Beach
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Quien tiene dinero se puede permitir de todo , y que pasa si un chico se quiere quedar en un hotel con unas vistas lujosas para lejarse yo lo veo estupendo, respeto tu opinion.
No puedo quedarme con mejor sabor de boca. Un igual placer leer los tuyos, muchas gracias y un gran abrazo, enhorabuena por tus aventuras Sergi!
Estimado Ismael,
No te falta nada de razón en tu acertado comentario.
Pero si bien es cierto que Viajablog nació para incitar a sus lectores a «echarse a la mar» e ir en busca de ese aprendizaje como muy bien has apuntado, no es menos cierto que el tiempo pasa y nos hacemos mayores.
Son ya casi 10 años mochileando y recorriendo hosteles y casas de huéspedes por el mundo. Y aunque nos sigue encantando hacerlo, tal vez ahora lo mezclamos un poco con otras actividades más «calmadas» buscando algo diferente.
No te quepa la menor de duda de que seguiremos sacudiendo conciencias y peleando contra la inmovilidad, pero de vez en cuando permite que nos tomemos un respiro! ;-)
Un placer leer tus comentarios y ten por seguro que nos servirán de motivación para seguir despertando ilusiones!
Un abrazo Ismael.
Queridos amigos, con vuestro permiso y a riendas vuestras:
Lo que defiendo es una postura de consumo un poco más «honrada», a índole de dar muestras del aprendizaje humano que el viaje aporta, del que tanto hemos estado hablando, por el cual creo estamos aquí, y atreviéndome más, intuyo pudiendo ser una de las causas implícitas del nacimiento de un blog como éste.
(por supuesto creo coincidiremos en su definición: conmovernos, mezclarnos, tomar conciencia, curarnos en humildad,etc)
Entiendo lo que dices, y entiendo, según interpreto en tu comentario, la difícil cabida para estas cuestiones en la ajetreada vida de un padre de familia, yo no puedo ponerme en situación ya que como bien aciertas, soy joven, soltero y sin hijos.
Gracias de nuevo y un fuerte abrazo.
Hola Ismael,
No sólo entiendo tu punto de vista sino que además me parece que has abierto un debate muy interesante.
Tal y como comentas al final de tu comentario, pasar unos días relajado y reflexionando son también parte del aprendizaje como persona, por lo que un viaje como éste que ha realizado David me parece muy adecuado para ello.
Por otra parte, creo que tu opinión viene dada desde una perspectiva muy influenciada por la edad y el status social (soltero y sin hijos?). Me estoy atreviendo a adivinar, ya me dirás si me equivoco! :)
Para personas con otras circunstancias personales, tal vez muy ajetreados con el día a día y con un montón de vivencias ya a sus espaldas, un viaje de relax de 4 o 5 días como este que nos ocupa, es lo más cercano a encontrarse en el paraíso. Créeme porque hablo con conocimiento de causa! :)
En Viajablog nos encanta escribir de TODO lo que tenga que ver con los viajes, ya sea escaparse con la mochila y vivir las mil y una aventuras, o relajarse unos días disfrutando de un buen Spa y un excelente servicio de habitaciones.
Nos gusta escribir para todo tipo de público, de modo que si podemos aportar nuestra experiencia sobre un viaje de relax, los lectores que estén interesados en esta opción, encontrarán información al respecto.
Y por supuesto te repito que, a mí personalmente, me encantan este tipo de viajes! Ojalá pudiera pegarme una escapada de este tipo cada 3 o 4 meses! :)
Un abrazo y muchas gracias de nuevo Ismael por compartir tus opiniones y abrir este interesante debate.
David: Me parece de lo más comprensible tu ampliación de público entendiendo un deseo de crecimiento de la web. No obstante de ahí a publicitar un lujoso todo incluido creo hay un paso. una estancia así me parece más bien fruto de la glotonería y del capricho que de un necesario deseo de tranquilidad( también es cierto que el factor económico sea la mejor justificación) por supuesto ésta es solo una opinión y no seré yo quien pretenda inducir a nadie al manejo de su propia web. que cada uno actúe según sus creencias.
Sergi: Me parece muy bien que en tu viaje de un año mochileando por el mundo te permitieras darte un caprichito para reconfortar el cuerpo. seguramente todos sepamos cuán placentero y necesario es ésto. Sin embargo David(que si mal no he entendido es quien ha disfrutado de la estancia)no venía de ningún difícil viaje sino que el viaje en sí es la estancia misma en el hotel, con lo que estaríamos hablando de situaciones diferentes y no encontraría aquí tu justificación.
Una última pregunta. cambiar de aires, relajarse, contemplar, desconectar, REFLEXIONAR, ¿no significan en definitiva aprender? ¿no significan además viaje?
Espero acojas igualmente mi opinión, vista tu buena fe para recibir el primero.
Gracias por vuestro recibimiento y respuestas, perdonad por mi brusquedad y a seguir disfrutando.
Hola Ismael!
Pues no estoy nada de acuerdo contigo! :)
Durante mi viaje de un año mochileando por el mundo, cada dos o tres meses me pegaba un homenaje y me hospedaba en algún hotel de lujo en el que no me faltara de nada y en el que pudiera disfrutar de un buen servicio de habitaciones y de unas buenas vistas al mar!
Viajar no es una actividad que deba realizarse sólo para aprender. También hay que viajar para cambiar de aires y relajarse, para dedicarse a la vida contemplativa, para reflexionar, para cuidar de tu cuerpo, para desconectar…
Hay que ser más flexible!
Un abrazo Ismael y gracias por aportar tu reflexión! :)
Hola Ismael,
Mi visión personal de viajar no dista apenas de la tuya. Cuando he hecho viajes por mi cuenta he dormido en hoteles de mala muerte, hostales, campings o al aire libre… Sin embargo, como en todo en esta vida, éso no quiere decir que tu forma o mi forma de ver las cosas es la única válida en este mundo.
Habrá gente que para sus vacaciones prefiera internarse con su mochila en el Sur de África o Asia Central y conocer gentes de los núcleos apartados de la civilización. Pero, como en todo, habrá otra gente que quiera aprovechar sus días de relax en un lugar en que se encuentre bien atendido, pueda disfrutar de buena comida, comodidades, sol, playa y una bonita isla que poder recorrer.
Y para ellos también son VACACIONES, descanso, desconectar de su mundo y disfrutar.
Que no sea lo que tú o yo elegiríamos no quiere decir que no sea tan válido como lo nuestro. Al final, cada uno busca lo que más feliz le hace.
Viajablog se orientó casi exclusivamente al mundo mochilero desde el principio. Sin embargo, aunque ésa sigue siendo nuestra esencia, nos hemos abierto a todo tipo de público que busque información sobre todo tipo de viajes. Y hay gente que es feliz estando en un buen hotel en Gran Canaria, recorriendo la isla, bañándose en sus playas y recargándose con energía solar y agua del mar…Sin más, no te quepa la menor duda.
Igualmente, muchas gracias por aportar tu opinión.
Un saludo
David
Exclusividad, lujo… son palabras que se alejan bastante del concepto de viaje que aporta y construye,(me pregunto cómo puede llenarse un viaje sino con estas cuestiones) Más me asombra cuando, al parecer aparentemente, los usuarios parecen depositar en sus publicaciones la típica pasión por el viaje y parece estar la página enfocada a alimentar un transparente deseo de conocer.
Si llamáis viajar a anclaros en un hotel de lujo en cualquier ciudad, creo que deberíais replanteároslo. seguramente que hayáis aprendido mucho sobre servicio de habitaciones y vistas al mar.
Qué gozada!
Me encanta lo que comentas al final:
«El personal del hotel nos trató de manera exquisita durante los días que estuvimos allí. Siempre hay algún miembro del equipo directivo hablando con los clientes y preguntándoles si todo está a su gusto»
Así da gusto!