Durante cuatro noches El Cabo San Lucas se convirtió en nuestro centro de operaciones para visitar la región de Baja California Sur en México. Nos instalamos en el Hotel Finisterra que resultó ser un buen lugar para tomar contacto con los locales, preguntar todo lo que necesitábamos y relajarnos a la vuelta de nuestras aventuras bajo el abrasador sol de México en su piscina.
El Cabo San Lucas es una pequeña población turística en el extremo sur de Baja California. Las aguas del Pacífico y las del Mar de Cortés colisionan en este punto final de tierra perfilando un variado contraste de formas rocosas y largas playas serenas. Es conveniente saber que las autoridades solo permiten el baño en las tranquilas playas del Mar de Cortés. Una vez llegamos al destino comprobamos que la palabra Pacífico no se adecua demasiado con la ferocidad que muestran las olas del océano y en la mayor parte de la costa del Pacífico de Baja California Sur no se permite el baño. En más de una ocasión realizamos tímidos intentos de hacerlo y comprobamos que no es necesario que las autoridades te lo impidan, la simple presencia de las enormes olas nos hizo desistir de nuestro empeño en pocos segundos.
Nos encontrábamos a mediados de abril y era temporada baja en Los Cabos. Atrás quedaba el Spring Break donde los gringos se quitan los complejos y disfrutan hasta altas horas de la noche en los pubs de San Lucas o en los chiringuitos de la playa de Máncora. Pasear por el puerto de San Lucas cuando hay poca afluencia turística se convierte en un continuo diálogo de negaciones a los múltiples ofrecimientos para salir a pescar, ver leones marinos, snorkelear, ver ballenas y demás actividades acuáticas que pueden hacerse en Los Cabos.
El primer día nos apeteció conocer el pueblo de verdad y nos dirigimos a pie hacia el interior. A medida que pasamos las primeras calles cercanas al puerto, los restaurantes y hoteles fueron desapareciendo. Encontramos un mercado en una amplia calle sin asfaltar donde no había rastro de los productos turísticos habituales y los locales hacían sus compras diarias.
No vimos gran cosa en el pueblo. Eso sí, comimos uno de los mejores burritos que recuerdo en México por 50 pesos en un puesto a media carretera llamado salchichas.com (dudo que tengan comprado el dominio).
A la vuelta entendimos el funcionamiento de los autobuses locales. Cuando uno ve uno de ellos le entra un especial cariño. Se trata de los clásicos autocares de escuela que vemos en las películas norteamericanas. En lugar del habitual cartel de School Bus, en este caso indican si van hacia el Centro, al Muelle u otras zonas cercanas a San Lucas. Nos subimos y por unos cuantos pesos nos acercó al hotel donde estábamos alojados. A partir de entonces lo usamos asiduamente para trasladarnos a diferentes partes como a la playa de Máncora u otras zonas más alejadas en Baja California como a San José o Todos Santos.
Si buscas el bronceado en Los Cabos tu lugar es la playa de Máncora. Se trata de una extensa playa y, aunque en esta zona se concentra la mayoría de hoteles turísticos y chiringuitos en Los Cabos, sigue ofreciendo esa sensación de espacio abierto con la extensa bahía de San Lucas cerrada por la silueta montañosa de la península con el famoso arco al fondo que decora la mayoría de postales del Cabo San Lucas.
En el moderno puerto de San Lucas verás un montón de yates que hablan mucho del poder adquisitivo de algunos insignes turistas de Los Cabos. Baja California se situó en el mapa turístico gracias a las escapadas de algunos famosos que escogieron esta zona semi desierta en busca de relax y tranquilidad. A partir de ahí, la afluencia vacacional creció y hoy en día, Los Cabos son un reclamo turístico muy solicitado especialmente entre viajeros venidos de Estados Unidos o Canadá. Diría que los turistas españoles en Baja California se cuentan con los dedos de una mano al mes.
Desde el mismo puerto de San Lucas realizamos una escapada en lancha con la empresa Cabo Adventures. El objetivo de la mañana era dar un paseo en lancha por la bahía, avistar ballenas y leones marinos, snorkelear un rato y probar el surf en remo. Como habitualmente sucede cuando me dispongo a realizar una jornada de este tipo, el tiempo no acompañaba y las olas impidieron algunas de las actividades programadas. Se canceló el surf en remo y el kayak, no obstante sí pudimos ver alguna ballena, leones marinos y buceamos por una zona cercana a la costa donde vimos una buena variedad de peces.
Lo que más me gustó fue navegar alrededor de El Arco del Cabo San Lucas. Se trata de una formación rocosa cuya existencia es una auténtica agonía a razón de las interminables latigazos de oleaje del Pacífico y del Mar de Cortés a ambos lados. Fue declarado Patrimonio Mundial de Bio-Reservas por la Unesco y junto a ella encontraremos una playa maravillosa que goza de arena en ambos lados.
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El mismo perfil montañoso de Cabo San Lucas se puede recorrer a pie. Una tarde emprendimos el camino desde el mismo hotel y tratamos de bordear la costa este. No era la mejor hora del día ya que la marea empezaba a hacer de las suyas y solamente pudimos cubrir una pequeña parte del recorrido y no pudimos llegar hasta el famoso Arco. Eso sí, el sol ofrecía sus últimos rayos y nos regaló unas cuantas instantáneas y un paseo memorable acompañados por los pelícanos apostados en las rocas y algún león marino asomando su cabeza entre las olas del mar de Cortés.
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hola muy buenas tardes como aportación a toda esta buena información les comento que en el arco cada 4 años baja la marea y puedes caminar baja el arco y te puedes meter a la cueva del pirata… hay una leyenda que dice que se perdió varios tesoros en las playas, ya se encontraron 2 de 5 de tesoros si te interesa mas información sobre esta famosa leyenda les dejo un link para que puedan checarla ya que contiene datos muy interesantes.
http://wyndhamcabosanlucasresort.blogspot.mx/2012/11/la-cueva-del-pirata-en-cabo-san-lucas.html