
Los noruegos sienten devoción por la naturaleza. La adoran y muy importante, la respetan como si de un dios se tratase. Sus paisajes, sus fiordos, sus bosques… son su religión.
Y hablando de fiordos, si quieres visitar uno de los mas impactantes de la costa noruega, no lo dudes. Pon rumbo a Stavanger, localidad situada al sur del país y famosa no sólo por ser la capital del petróleo, donde se concentran la mayoría de los pozos que salpican los mares del norte. O por acoger el mejor conjunto de casas de madera del norte de Europa, tanto su antigüedad como por su conservación. O por ser uno de los destinos donde mejor se come de Noruega. Lo que de verdad ha hecho famosa a Stavanger es el Pulpit Rock.
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La magia del Pulpit Rock en Stavanger
Sí, es de esta capital noruega de donde parten las rutas que llevan a Preikestolen (el púlpito, en noruego), en el fiordo Lysefjord. Uno de los lugares más mágicos y populares de la recortada costa nórdica y quizá uno de los más fotografiados. Con razón. La estampa plana del Pulpit Rock y la superlativa caída vertical que se contempla desde este escenario natural impacta. Con razón ha aparecido en la lista de las atracciones naturales mas espectaculares del mundo de la revista Lonnely Planet.
Para llegar hasta esta peculiar roca cuadrada situada a ¡más de seiscientos metros de altura sobre el agua!, hay que caminar un poco. Es una ruta fácil, sólo cuatro kilómetros sin desniveles importantes, a través de lagos y rocas dispuestas sobre una naturaleza virgen. Dos horas más o menos caminando a ritmo suave, cuatro horas si se tiene en cuenta el regreso obligatorio sobre los mismos pasos. Una excursión muy agradable en la que el caminante comprueba que en Noruega, el respeto por su grandiosa naturaleza es absoluto.

Consejos para visitar el Pulpit Rock
Si te animas, ten en cuenta algunos pequeños consejos. Es importante llevar un calzado cómodo y muy importante, tomárselo con calma. Deja el estrés en casa. El paisaje invita a hacer paradas cada poco, para disfrutar del entorno, para pensar, para descansar rodeados de belleza.
Con respecto a la señalización, no hay problema, toda la ruta está perfectamente indicada desde el punto se partida hasta el mirador del púlpito.
Eso sí, importante. Antes de empezar, conviene hacer acopio de bebida y comida ya que salvando la pequeña cafetería que hay al comienzo del recorrido, no hay donde comprar ¡nada! Los noruegos viven la naturaleza tal como es y términos como chiringuito, bar, restaurante o demás posibilidades asociadas a los lugares turísticos que para nosotros son tan familiares, en Noruega están descartadas. En caso de necesidad, se dice que el agua de los lagos es potable, aunque los guías aconsejan que es mejor no beberla.
Cómo llegar al Pulpit Rock
Para llegar desde Stavanger hasta el punto de partida de la ruta hacía el Pulpit Rock, hay que coger un ferry desde Stavanger a Tau. Y una vez allí, un autobús que lleva al kilómetro cero del recorrido. Si tienes coche, puedes viajar con él en el ferry. En verano hay ferrys de ida desde las 8 de la mañana y el último retorno es a las 19:25, horarios que cambian los fines de semana. Podéis ver más información sobre horarios y precios en la página oficial de la región de Stavanger.
Antes de empezar la ruta hacía Preikestolen, conviene hacer una parada en el pequeño centro de interpretación donde los visitantes pueden marcar en un mapa su lugar de procedencia y recabar información de interés para no perderse ningún detalle sobre la ruta, su flora, su fauna y los mejores puntos donde hacerse una foto.
También en el punto de partida, verás la estampa de un gran edificio. Es un hotel familiar de madera, material tradicional en la cultura nórdica. No es el único. Este tipo de construcciones son típicas de esta zona del país. Son las llamadas Norwegian wood construcions, muchas de ellas, diseñadas por prestigios arquitectos, siempre teniendo el respeto absoluto por el medio ambiente como prioridad.

Alternativas para ver el Pulpit Rock sin esfuerzos
Si no te gusta caminar, no pasa nada. Hay más opciones. Desde Stavanger también salen barcos que surcan las aguas a lo largo de los 42 kilómetros del fiordo de Lysefjord. Sin duda otra experiencia a vivir pues ver desde abajo las paredes altas y en algunos puntos tan estrechas que dan forma al largo y profundo paisaje no deja a nadie indiferente.
Estos barcos funcionan todo el año y la verdad, no sé que deciros. En verano, cuando el sol no se esconde en esta zona del mundo (el famoso sol de medianoche luce desde mayo hasta agosto) la vista es maravillosa, pero en invierno, con todo nevado, la estampa es también insuperable.
Podéis ver más información sobre horarios y precios de estos barcos en la página oficial de la región de Stavanger.
Ah, y si quieres ver este escenario desde el aire, también hay viajes panorámicos en helicóptero.
¡Fiordos a la carta!
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El caso es que gracias a Vueling, el Pulpit Rock y Stavanger están más cerca que nunca. Los vuelos directos desde Barcelona sin duda, animan a lanzarse a vivir esta aventura con la naturaleza más impactante como protagonista. ¿Te animas?