4 días de festival, 8 días de camping y unos 50 grupos musicales. Si, el FIB llegará a Benicassim a mediados de Julio y por vigésimo año consecutivo. No, no todo es dar saltos, levantar los brazos (cuidado con ducharse con el contenido de vasos propios y ajenos) y mover la cabeza como locos. Al menos no todo el tiempo. En Benicassim se pueden hacer cosas más relajadas o cosas más activas como las cinco que te cuento a continuación. Y, ojo, que se pueden hacer entre concierto y concierto.
Índice de contenidos
Paseo, andando o en bici, por la Vía Verde del Mar
La idea es simple, ingeniosa y sostenible (estupenda palabra de moda que funciona como adjetivo milagroso, aumentando el valor del marketing de cualquier producto o servicio, pero que en este caso es más que adecuado). Donde antes había vías de tren, ahora no las hay. Por donde antes pasaban locomotoras y vagones, hoy pasan ciclistas, caminantes y amantes del footing (en hipster, runners).
La Vía Verde del Mar comprende algo menos de 6km de asfalto y/o gravilla entre la Playa del Voramar (Benicassim) y la Playa de la Concha (Oropesa del Mar). El recorrido se hace paralelo a la costa, cuenta con varias zonas de descanso con bancos y acceso a miradores donde uno puede detenerse, y perderse en sus propios pensamientos mientras contempla el mágico azul del Mediterráneo.
Un tunel ferroviario de 600m (con iluminación automática) es probablemente el punto más fresco, y ancho, del recorrido. En verano no te olvides la gorra y el protector solar, se por experiencia cómo pega de fuerte el Sr. Lorenzo en Castellón.
La Vía Verde del Mar pasa junto a dos de las torres vigías que en el siglo XVI alertaban de la llegada de saqueadores, como el infame Barbarroja. Se trata de la Torre de la Corda y la Torre de la Colomera que, además es especialmente atractiva visualmente (aunque esté en urgente necesidad de restauración) por encontrarse sobre un montículo partido en dos para que lo atraviese la Vía Verde.
Coastering en el Mediterráneo
Definir el Coastering (o Coasteering) no es fácil, aunque el “ing” final ya le da un aire deportivo ¿verdad? Pues lo es, y además divertido. El Coastering (para los que son de francés, “coast” significa “costa” en inglés) consiste en realizar un recorrido por la costa, muy junto al mar, en el que se mezcla senderismo, rappel, tirolina o saltos al mar.
Yo lo practiqué en la zona de La Renegá, más o menos entre la playa homónima y la Torre de la Corda. Como se aprecia al mirar el mapa, no es una cuestión de cuanto se recorre sino lo que se hace en el recorrido.
El calentamiento, el romper el hielo, es un salto desde las rocas al agua a una altura de lo que yo calculo 7 u 8 metros. Si le preguntas al monitor, probablemente sonría y me corrija con un 4 o 5 metros. Cuando mis compañeros me vieron salir a la superficie después del salto con el casco ladeado y una de mis sandalias flotando a mi lado debieron pensar 10 o 12 metros.
Dos consejos a la hora de practicar Coastering: calzado y ropa adecuados.
En aquel momento no teníamos mas que los playeros con los que habíamos llegado y decidimos que alguien se acercara a Benicassim y comprara unas chanclas de plástico. Eran para un sólo día pero lo barato se paga. Creo que mis sandalias (y no fui el único) pasaron más tiempo flotando que en mis pies.
“Si un desconocido te ofrece un neopreno, di si”. Yo dije “no” y acabé con media docena de pequeños cortes en tobillos, rodilla y hasta codos.
No es que me dieran latigazos ni mucho menos pero el ascenso desde el mar se realiza a través de una escala flexible temporalmente anclada en la roca, no desde una playa. Cuando uno se acerca a ella, el mar le empuja y la erosión ha creado una superficie irregular contra la que se golpea y que es de todo menos agradable a la piel desnuda.
Que queden claras tres cosas: la profesionalidad y seguridad del monitor y de su equipo, mi innata torpeza (que, al contrario que otros que se excusan con supuestas lesiones, no me impide apuntarme a todo) y que, miel sobre hojuelas, nado peor que un escarabajo panza arriba. De hecho creo que los escarabajos no saben nadar.
Visita a las Bodegas Carmelitano
Os contaré un secreto, cuando alguien habla de gastronomía y le pone el apellido “típico”, tengo que probarlo. Y en Benicassim existe una bodega, visitable por un precio casi testimonial (sólo 2,50€ los adultos), cuyos licores se han ganado esa reputación ya sólo por su antigüedad, pues se destilan desde finales del siglo XIX.
Su origen hay que buscarlo en el momento en que se establece una orden religiosa, la de los Padres Carmelitas, en el falso Desierto de las Palmas (falso porque que ni es desierto ni tiene palmeras), a las afueras de Benicassim en el siglo XVIII. El crecimiento que experimentó la misma hizo necesario que para afrontar los gastos de alojamiento y manutención de los novicios que allí acudían, se decidiera comercializar licores de hierbas, procedentes estas de los montes de las inmediaciones del monasterio y comenzando por el Licor Carmelitano.
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Las primeras botellas salieron a la venta en 1896 y unos años después, en 1912, se traslada la producción más cerca de Benicassim, para facilitar el transporte de la misma entre su punto de origen y el punto de venta. Este es el edificio, bodega y destilería, que se puede visitar en la actualidad y que, por el crecimiento natural del pueblo, ha acabado por integrarse en el centro urbano del mismo.
Una visita a Bodegas Carmelitano comienza por la sala donde se exponen distintos tipos de botellas en las que se han envasado sus licores (carmelitano, moscatel, vino de misa, vino añejo, licor de café, etc.) durante su historia. A continuación pasamos por las distintas zonas de trabajo necesarias en una empresa de este tipo, desde almacenaje a embotellado (donde además de la maquinaria automática hay un espacio para el embotellado manual de los recipientes menos estándares por su anchura, forma o longitud) pasando por depósitos y una pequeña zona de maquetas.
La tienda, donde se pueden comprar los productos de la bodega, es el último punto de la visita pero antes hay que pasar por la sala de degustación. Si a los 2,50€ que le cuesta a un adulto la entrada a Bodegas Carmelitano lo he llamado “precio casi testimonial”, el lector me tendrá que dar la razón cuando sepa que en esta sala uno se sirve todas las veces que quiera de los productos aquí expuestos.
Tres son los vinos y seis los licores que podemos probar, sin límite pero con moderación. Recomiendo, además del afamado Licor Carmelitano (cuyos ingredientes básicos son tan naturales como hierbas y raíces de la zona), el licor de café, con una fórmula centenaria que le debemos al Hermano Antonio (que en Gloria esté).
Visita y vistas del Desert de les Palmes
El Desert de les Palmes o Desierto de las Palmas, a las afueras de Benicassim, es un Parque Natural que tiene muy poco que ver con el desierto que le viene a uno a la cabeza cuando escucha esa palabra. Por no ser, ni siquiera es llano y el verde, en pleno Junio que lo visité, era el color dominante hasta el horizonte, donde se divisaba el Mediterráneo frente a Benicassim.
Es una zona montañosa visible desde la costa lo que la hace aún más espectacular, contando con su punto más alto en la cima del Monte Bartolo, a 714 metros sobre el nivel del mar.
A continuación tenéis es el punto del Desierto donde se encuentran las ruinas del Monasterio Carmelita original (si, los de los licores de Bodegas Carmelitano) en Google Maps.
Quitadle zoom a la imagen, observad las elevaciones y…¿dónde está el desierto?
El monasterio fue construido entre el final del siglo XVII y mediados del XVIII pero duró en pie poco menos de medio siglo más. Tuvo que ser abandonado por los daños sufridos debido a lluvias torrenciales y movimientos de tierra (no se si aquí parece que cuando llueve, llueve de verdad por el contraste con que la mayor parte del tiempo el sol es el rey del cielo) y la sede de la orden se trasladó a unos centenares de metros.
Pasear por las playas (y el paseo marítimo) de Benicassim
Desde la de Voramar, la más cercana llegando desde Oropesa, hasta Heliópolis, una alfombra de 6 kilómetros de arena se extiende por la orilla del Mediterráneo durante no una ni dos sino cinco playas urbanas.
La arena es fina, hay duchas, alquiler de tumbonas y parasoles y uno puede dejar que los niños se metan en el agua sabiendo que no se producen caídas bruscas del fondo marino.
Bueno, no creo que entre quien vaya al FIB haya precisamente muchas familias con hijos pero ahí queda el dato.
Precisamente a la altura de Voramar se encuentra la zona llamada “de las Villas”, residencias de vacaciones desde finales del siglo XIX para familias que el resto del año vivían en Valencia.
Si vas a Benicassim a disfrutar de la música, sal de los 50.000 metros cuadrados que se acotan para el FIB y descubre alguna de estas actividades. Y si lo tuyo es dormir la resaca en la playa, no te olvides de usar protección. Solar.
Folletos en PDF de la Vía Verde del Mar de los ayuntamientos de Benicassim y Oropesa del Mar.
Este es la página en Facebook de Eco-Km la empresa de alquiler de bicicletas (muy vintage ellas) con la que recorrí la Vía del Mar.
Página web de Desgrimpades, la empresa de actividades de montaña de Castellón con la que yo hice el Coastering/Coasteering.
Información sobre horarios y degustaciones en la página web de Bodegas Carmelitano.
Página web de Lasaria Turismo la empresa de rutas y actividades a la que pertenece Alicia, la simpática guía que nos acompañó a Bodegas Carmelitanas, el mirador del Desierto de las Palmas y que nos explico los antecedentes turísticos de Benicassim mientras recorríamos su paseo marítimo.
Página web oficial de Turismo de Benicassim y de Turismo de Castellón, con información sobre Benicassim pero también sobre toda la provincia.
Y, como no puede faltar la música, la página web oficial del FIB de Benicassim con información sobre conciertos, horarios, etc.
Nota: Este viaje por la provincia de Castellón fue organizado por la red social de viajeros Minube y en él estuvimos Flapy, Ignacio Izquierdo y Xipo, junto con Judith (la autora de las fotos del apartado de Coasteering, aunque no realizó la actividad) y Miguel (que se excusó con una supuesta lesión para no participar tampoco).
Y no os olvidéis de visitar las Islas Columbretes , un paraíso para los amantes de la naturaleza y del buceo. Desde Alcocéber se organizan excursiones durante todo el año.
Muchas gracias, Aldo :)
Avistu
jajajaj ¡Flapy! ¡Es que no las encontré! ¡Y mira que busqué!
¡Un abrazo!
J
Están genial las fotos de Benicassim!!!
No has puesto nada de las endrinas que nacen en los acantilados. XD
¡Un abrazo, crack!
Muchas gracias, Xipo :) «Flexible» es mi segundo nombre (en realidad es «Ramón», pero ya sabes a qué me refiero :P
¡Un abrazo y un placer haber vuelto a compartir un viaje contigo!
J
Por cierto… «No te olvides de usar proteccióm. Solar.» jaja que grande!
Estas hecho un artista Avistu! Vales para todo. Igual te da bodegas que bici que saltos desde un acantilado!!