
En el centro de Berlín, la zona llamada Mitte, se encuentra una isla insólita anclada en el río Spree. La parte norte de la misma está ocupada por cinco museos de renombre que le han valido el honor de ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1999). Se trata de la Isla de los Museos.
El pasado mes de enero, en la que fue mi primera visita a Berlín, visité la Museuminsel (nombre en alemán) y, aunque sólo tuve el tiempo necesario para poder indagar en las profundidades de uno de ellos (el museo de Pérgamo), os voy a comentar algunas cosas sobre los cinco componentes de esta particular Acrópolis berlinesa.
Pergamon Museum (Museo de Pérgamo)
Entramos al Pergamon sobre las 2 de la tarde y cuando salimos, ya casi anochecía en el Berlín invernal.

Este museo es una maravilla para quien guste de la historia y las obras de arte del Mundo Antiguo.
Pagamos el precio de nuestra entrada (12 euros con audioguía incluida), recogimos la audioguía y, acto seguido, nos dimos de bruces con la primera maravilla del edificio: la Puerta de Ishtar de la antigua Babilonia.
Esta impresionante construcción de ladrillo azul oscuro, adornada con figuras en relieve de dragones y toros, emula a la octava puerta doble que custodiaba los muros de la mítica Babilonia. Lo que yo no podía concebir era que parte de los ladrillos que se habían usado para crear la obra que tenía frente a mis ojos eran los originales que se habían encontrado en excavaciones en el desierto. Ladrillos del 575 AC. Me sentía como quien se ha metido en una máquina del tiempo.
Y no sólo era éso. Había más ladrillos originales en otras construcciones a las que se accede en la misma planta. Una maqueta representaba, a escala, la que debió ser la estructura original de Babilonia y su poderosa torre.

En esta parte del museo, dedicada al Mundo Antiguo de Oriente Próximo, se puede observar también una copia del famoso Código de Hammurabi, considerado el primer conjunto de leyes de la Historia. Nos comentaba la guía que había copias de la piedra negra con las inscripciones del código en varios puntos de las ciudades para que los habitantes no pudieran decir que no conocían la ley al ser juzgados.
En el lado de los clásicos romanos tenemos otra de las joyas del museo: la Puerta del Mercado de Mileto.
Esta reconstrucción es incluso más espectacular que la de la Puerta de Ishtar. Nada más y nada menos que el 60% (dicen) de lo que tenía delante de mis ojos proviene de la estructura original, que data del siglo II de nuestra era. Un terremoto la destruyó en el siglo X o XI y arqueólogos alemanes encontraron los restos durante excavaciones realizadas a principios del XX.

Aunque la estructura fue parcialmente dañada durante los bombardeos de la II Guerra Mundial, no llegó a colapsar por completo gracias a un sistema de hierros internos que había sido muy criticado por los puristas arquitectos reconstructores de la época.
Es cierto que se notan las partes nuevas, pero el conjunto es monumental y pude identificar las piezas originales que hicieron que se me erizase el vello de mi cuerpo. Incluso se pueden leer una inscripciones en piedra de dos de los puestos que comerciaban en el mercado.
Eché en falta el famoso Altar de Pérgamo y un gran número de esculturas romanas y griegas. Toda esta parte se encuentra en un proceso de remodelación que se prolongará hasta el 2019.
Recorrimos después la planta dedicada al arte del mundo islámico. Entre alfombras, salas de madera pintada (como la de Aleppo), joyas y otros objetos manufacturados, destacan la fachada del palacio de Qusair Mushatta y un trozo de cúpula de madera tallada y pintada de La Alhambra.

La fachada de Mushatta es parte de la original y tiene 33 metros de largo y 5 de alto, incluyendo la base de dos de las torres que protegían el palacio. Es una construcción del período Omeya (siglo VIII) que se erigió en Jordania, muy cerca de Ammán. La piedra se encuentra grabada con rosetas y bonitos dibujos de animales fantásticos y motivos agrícolas.
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¿Poco tiempo en Berlín? Quizás sea buena idea apuntarte a alguna de las siguientes excursiones por la zona. En todas ellas tendrás un guía en español y vienen con muy buenas recomendaciones de otros viajeros:
La parte de una de las cúpulas de La Alhambra nos sorprendió mucho. Fue un regalo del gobierno español a un banquero alemán, hecho en el siglo XIX. Es curioso, en aquella época ya estábamos en manos de los alemanes.
El museo da casi para estar todo un día dentro admirando las obras y escuchando la completa historia de la magnífica audioguía. Es algo que no puedes perderte en Berlín.
Neues Museum (Museo Nuevo)
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Situado al norte de su hermano (Altes) fue construido entre 1843 y 1855 por un estudiante de Schinkel.
Exhibe objetos y monumentos de la civilización egipcia, prehistoria e historia antigua (Roma, Grecia, Nubia). Su pieza más famosa es el busto de la reina egipcia Nefertiti. Fue severamente dañado durante la Segunda Guerra Mundial y no sería totalmente reconstruido hasta el cercano año 2009.
Altes Museum (Museo Antiguo)
El Altes Museum es el más antiguo de todos. Fue construido (entre 1823 y 1830) por el arquitecto Karl Friedrich Schinkel en estilo neoclásico para dar cabida a las obras de arte que atesoraba la familia real prusiana.
Su fachada frontal intenta emular los antiguos palacios griegos con una sucesión de poderosas columnas del orden jónico, siendo del orden corintio las otras veinte que encontraremos en su interior.
Aunque con el paso del tiempo se tuvo la intención de albergar aquí todas las obras de arte de la ciudad de Berlín, la realidad es que se convirtió en un museo de antigüedades desde principios de siglo XX. Especial mención merece su tesoro de objetos de la Antigua Grecia.
Alte Nationalgalerie (Antigua Galería Nacional)

Fundado en 1861 este museo, construido con forma de templo romano, expone una de las mejores colecciones de pintura y escultura del siglo XIX de toda Alemania.
Las obras son del Neoclásico, el Romántico, Impresionismo francés y modernismo.
Bode Museum
Fundado en 1904 sufrió una profunda remodelación entre 1997 y 2006.
Actualmente alberga una amplia colección de esculturas, monedas, joyas y otros objetos de arte bizantino y gótico (ambos en el primer piso) y barroco y renacentista (en el segundo).
Las esculturas son de Bizancio y Rávena, la época medieval, el Egipto copto, cristianismo oriental, gótico italiano y primeras etapas del renacimiento. También hay algún ejemplo del barroco prusiano hasta el siglo XVIII.