La (crema) Vegemite o el (extracto para untar) Vegemite es un/a auténtica pasión para los ciudadanos de Australia desde 1923. Sin embargo, los no australianos encuentran difícil no ya que les guste su sabor, sino que no les de arcadas.
Tal vez todo se debe a que la están comiendo de manera equivocada, así que os voy a enseñar cómo comer correctamente Vegemite para evitar vomitarla.
Estamos de acuerdo en que todas las opiniones son subjetivas, como las referencias de olores y sabores, así que esta es la mía, que, al contrario que en el anuncio de televisión, no tienen porqué compartir 9 de cada 10 personas entrevistadas (sean dentistas o no).
La primera vez que abres el envase clásico de Vegemite en tarro de cristal, lo primero que te sorprende es un fuerte olor a pescado, seco y bien deshidratado. Es tan penetrante que si cierras los ojos te podrías imaginar que estás rodeado de montones y montones de pescado en salazón.
La segunda vez (si, amigo lector, he de experimentarlo en primera persona para poder contarlo) que abres un tarro de Vegemite, puedes apreciar ya que el siguiente olor que se hace presente a la nariz se parece al cacao, a chocolate negro, y bien negro.
Revolviendo con un cuchillo, la crema, oscura, tiene una consistencia similar a la margarina. No es tan cremosa y suave como la Nocilla (amigo español) o la Nutella (amigo europeo), sino que cuesta más moverla. Lo que no cuesta nada es que se quede pegada al cuchillo.
Para comer correctamente una tostada de Vegemite, si estáis resfriados o con el sentido del olfato adormecido, que no os engañe el color. No es crema de cacao, así que nada de esparcirla generosamente sobre el pan caliente, al que, por supuesto, habréis untado con fruición de mantequilla, margarina o similar.
No, el Vegemite , del que hemos puesto sólo un poco en la punta del cuchillo, se unta en una capa fina, nada de pegotes, por toda la superficie del pan. Insisto en que haya mantequilla, margarina o similar debajo del Vegemite para no sufrir un shock.
Se sostiene con una sola mano la tostada, concretamente por la parte que no está impregnada de mantequilla y Vegemite, la acercas despacio a la boca y, abriendo esta, le damos un pequeño mordisco, preferiblemente en una parte en la que no haya solo pan.
Y, a partir de ahí, las opiniones sobre el resultado y el sabor difieren. Pero no consta ningún caso registrado de adulto no australiano al que le guste sinceramente la Vegemite.
Hay que tener valor para hacer esto después de salir uno en vídeo según se ha levantado de la cama, pero allá va. Hugh Jackman le enseña al presentador Jimmy Fallon (The Tonight show) cómo se come correctamente Vegemite en este vídeo:
Dicen que la Vegemite o la amas o la odias (como al antiguo Woody Allen, y yo me encuadro en el primer grupo), así que a la hora de dar tu opinión sobre esta patriótica crema a un australiano, hay que actuar con suma diplomacia. Y yo creo que la Vegemite se parece demasiado a las nuevas películas de Woody Allen.
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Esta es la deliciosa página web oficial de Vegemite creada por su fabricante.
Licencia gramatical: en el idioma inglés los objetos inanimados no tienen otro género que el neutro. Ante la duda entre decir “el Vegemite” o “la Vegemite”, he optado por escribirlo de ambas maneras a lo largo del artículo, según encajara mejor en el contexto.