Disponer de un sólo día para visitar París es como pretender ver todos los rincones del planeta en un viaje de un año dando la vuelta al mundo. Aun así, siguiendo el mismo símil, en un intenso día recorriendo la capital francesa podemos ver una buena parte de sus lugares imprescindibles.
A continuación os proponemos nuestro itinerario ideal para conocer lo mejor de París en un solo día. El recorrido señala una ruta a pie de unos 7 kilómetros aproximadamente por el centro de París siguiendo el curso del Sena y los monumentos más importantes de la ciudad. Asimismo, también os podéis usar el metro o subir al autobús turístico si la caminata os parece demasiado. Durante el recorrido evitamos entrar en museos como el Louvre o el Orsay ya que en sí mismos merecen una visita de un día entero.
Seguramente llegarás desde uno de los dos aeropuertos más importantes de París: Orly o Charles de Gaulle. Para hacer una entrada triunfal en la ciudad, os aconsejamos leer nuestro artículo dedicado a las mejores maneras de llegar desde los aeropuertos de París al centro de la ciudad.
Índice de contenidos
Visita a la Torre Effiel
Empezamos el recorrido en el lugar más emblemático de todo París: la Torre Eiffel. Para ello, podemos llegar en metro desde las cercanas estaciones de Trocadero o Bir Hakeim y empezar nuestro recorrido a pie. Ver por primera vez la impresionante y reconocible silueta de la Torre Effiel, sin lugar a dudas, es uno de los mejores alicientes del viaje y os hará subir la adrenalina.
Una vez a los pies de la torre Effiel podéis pasear, descansar en el césped tomando unas fotografías y, cómo no, subir a lo más alto de la torre para disfrutar de las vistas con París a tus pies.
Para subir a la torre Effiel, debido a las largas colas, se hace imprescindible comprar las entradas con antelación. Si no las tenéis os invito a pasear por los alrededores y no perder más de una hora haciendo cola en un día intenso en el que tienes un programa de visita a París tan ajustado.
Un paseo por los Campos Eliseos
Dejamos la Torre Effiel a nuestras espaldas y nos acercamos al río Sena. Podemos cruzarlo por la Pasarela Debilly, totalmente peatonal, o por el más ajetreado puente del Alma, cuyo nombre rememora la Guerra de Crimea de mediados del siglo XIX.
Una vez en la otra orilla del Sena subimos por la Avenida Montaigne hasta llegar a la Avenida de los Campos Eliseos. Te encuentras en una de las calles más exclusivas y ricas del planeta. Todas las tiendas de lujo y las más famosas se suceden una a una a lo largo de esta extensa calle. Deberás andarte con cuidado con la visa y aprovecha para tomarte un café y un pastelito en alguna de las cafeterías que encontrarás por la avenida.
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La Plaza de la Concorde
La Avenida de los Campos Eliseos nos deja en la plaza de la Concorde. La reconocerás fácilmente por el gran obelisco egipcio que la preside, un obsequio que los franceses se atribuyeron por su cuenta en el siglo XIX.
Esta emblemática plaza esconde un pasado sangriento pues era en este mismo sitio en que la guillotina funcionó a destajo durante la Revolución Francesa y entre los millares de víctimas pasaron las cabezas del último rey de Francia y su mujer María Antonieta.
Un paseo por el Sena
Nuevamente volvemos al Sena y seguimos por la Quai des Tuileries flanqueando el río. Lo cruzamos por la pasarela peatonal Lepold Sedar y en pocos metros nos situamos frente al Museo Orsay, uno de los más impresionantes de París con toda la pléyade de impresionistas franceses.
Seguimos por la Quai Anatole France con vistas a los jardines de las Tuileries al otro flanco del Sena. El estilo clásico parisino nos empieza a rodear alrededor mientras el agua del Sena fluye a escasos pasos de distancia.
Los barcos recorren el río Sena durante todo el día. Aunque no podamos hacerlo al atardecer aprovechad la ocasión para montaros en uno de los clásicos batobus para transitar por el Sena y ver la ciudad desde una perspectiva más romántica cruzando el Pont Neuf y viendo los edificios monumentales más impresionantes de París.
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La isla de la Cité y la Catedral de Notre Dame
Seguimos bordeando el Sena con vistas al Museo del Louvre al otro lado y pasando famosos puentes como el Pont du Carrousel, Pont des Arts hasta llegar al Pont Neuf que nos deja en la isla de la Cité (Île de la Cité).
La Catedral de Notre Dame se encuentra en la isla y, a pesar del trágico incendio del 15 de abril de 2019, conviene realizar una visita para observar cómo evolucionan las obras de restauración y darle un pequeño homenaje a uno de los símbolos más importantes de la Edad Media europea.
Tip de Alojamiento
Si buscas alojamiento en París te recomiendo mi establecimiento preferido. Se encuentra en el animado barrio de Gobelins, lejos del follón turístico, muy bien comunicado y con el mismo restaurante vasco francés del que os hablaba al lado donde comerás de maravilla. Podrás reservarlo en el siguiente enlace sin ningún aumento de precio:
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El Barrio Latino
Volvemos a «tierra firme» cruzando el pequeño Pont au Double y seguimos por la calle Rue Dante que en breve nos deja en el corazón del barrio Latino.
Las callejuelas iluminadas y estrechas del barrio Latino están plagadas de restaurantes y terrazas donde descansar y reponer fuerzas. Los menús son bastante turísticos, no esperéis maravillas a precios asequibles, para eso deberéis escapar del centro de París a barrios como el ajetreado distrito 13.
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Visita al Panteón
Unos 10 minutos a pie separan el Barrio Latino del Panteón. Una de las obras neoclásicas mejor elaboradas del continente.
En su interior alberga los féretros de personajes tan importantes en la historia de Francia como Victor Hugo, Rousseau, Voltaire, Marie Cure o Jean Jaures entre otros.
Montmartre y el Sagrado Corazón
Si todavía nos queda tiempo para aprovechar los últimos rayos del sol os recomiendo subiros desde este punto al metro y desplazaros hasta Montmartre.
En un trayecto de unos 40 minutos combinando la línea 12 y la línea 10 llegaremos a los pies de la Basílica del Sagrado Corazón (Sacré Coeur). Un lugar ideal para culminar un recorrido intenso y completo por el corazón de París con sus espectaculares vistas a lo largo y ancho de la ciudad.
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