A unos 90 kilómetros de Madrid, rodeada de montañas, valles, bosques y esas bucólicas Cañadas Reales por las que aún pasa, muy de vez en cuando, un ganado trashumante que siente nostalgia de las viejas tradiciones, la ciudad de Segovia te invita a un viaje en el tiempo. Y es que, disfrutando de las muchas cosas que ver en Segovia en un día, te sentirás trasladado a la época medieval. Ese es el poder que tienen su catedral, iglesias, fortaleza y esas calles, estrechas y sinuosas, que tejen una tela de araña en el mismo centro de la ciudad. Una trampa de la que casi nadie suele querer escapar y a la que ha sido atraída, entre otras cosas, por el magnífico olor de las cocinas segovianas.
En conjunto, Segovia es una de las ciudades más atractivas de España y bien merece la pena una escapada urbana desde Madrid.
Sea cual sea tu punto de partida – y aunque bien es cierto que Segovia se merece una visita más larga que una sola jornada -, aquí te dejamos este completo itinerario para que descubras los mejores sitios que ver en Segovia en un día.
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Cómo llegar a Segovia
En primer lugar, eso sí, hay que llegar a Segovia. Si te encuentras en la capital, puedes optar por ir a Segovia en transporte público. Para ello tienes las opciones del tren y el autobús.
Los trenes de Madrid a Segovia parten de la estación de Madrid-Chamartín (fácilmente accesible en metro, tomando la línea 1 (azul claro) o con trenes de Cercanías) y te dejan en Segovia-Guiomar en algo menos de media hora. Es el método más rápido para ir de Madrid a Segovia y el viaje te puede costar entre 23 y 40 euros por un billete de adulto, de ida y vuelta.
Si prefieres optar por el autobús, tendrás que ir a la madrileña estación del Intercambiador de Moncloa, donde un servicio de la compañía Avanza Bus te lleva a Segovia en algo menos de hora y media y por un precio que parte de unos 4 euros por trayecto. Es, sin duda, la opción más barata para ir de Madrid a Segovia.
Sin embargo, si no te quieres complicar la vida, la manera más sencilla es contratar una excursión a Segovia desde Madrid, en la que además tendrás incluido un completo recorrido guiado por lo mejor de la ciudad.
Qué ver en Segovia en un día
Ahora que ya has llegado a Segovia, puedes dejar tu coche aparcado (si has decidido no venir en transporte público) y comenzar tu ruta por la ciudad.
Un buen lugar para comenzar la visita de un día a Segovia es en lo alto del mirador de la Pradera de San Marcos. Situada algo alejada del casco histórico de la ciudad, al otro lado del río Eresma, la Pradera de San Marcos ofrece unas vistas inmejorables de uno de los monumentos más emblemáticos que ver en Segovia: el Alcázar. Además, a pesar de que no tardarás más de media hora en llegar a la catedral, la quietud del lugar es casi completa. Aquí, además del rumor de la brisa, el fluir del caudal del Eresma y el canto de las aves, no tendrás otra distracción.
Seguro que tendrás ganas de tumbarte en la hierba del mirador y dejar las horas pasar en total relajación, pero si quieres descubrir los secretos que ver en Segovia en un día, tendrás que levantarte y caminar hacia la Real Casa de la Moneda, donde se halla uno de los mejores museos de numismática de España. En el Museo de la Real Casa de la Moneda encontrarás una exposición permanente que se centra en la tecnología, sistemas de producción y métodos de trabajo empleados para acuñar moneda durante los últimos siglos.
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El edificio, diseñado por Juan de Herrera, en sí es una auténtica belleza, siendo uno de los máximo exponentes del patrimonio industrial del Renacimiento español. Esta histórica fábrica de monedas fue fundada en 1586 por orden del rey Felipe II, e imprimió monedas para el estado español hasta 1869. Casi 300 años de historia que se intentan sintetizar en la visita al museo. Uno de los atractivos más admirados de la Real Casa de la Moneda de Segovia es el Ingenio Chico, un molino de papel y trigo que acabaría siendo utilizado para labrar monedas de oro y plata y que aún sigue aprovechando las aguas del río Eresma para continuar en movimiento.
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Tú también deberás continuar en movimiento para llegar, ahora sí, al Alcázar de Segovia.
A pesar de la apariencia de castillo romántico – a mí siempre me recordó a un pequeño castillo de Tente (el Lego de cuando éramos pequeño) que tenía de niño -, con sus cúpulas azules y puntiagudas y sus almenas de aspecto inmaculado, en sus orígenes, el Alcázar de Segovia fue una fortaleza tosca en un lugar en el que ya se erigieron construcciones defensivas en tiempos de romanos y árabes. Su actual aspecto lo adquirió durante el reinado de Felipe II. Algunos de los inquilinos insignes del Alcázar de Segovia fue una de las reinas más intrépidas y poderosas de la historia de España, Isabel la Católica.
En el interior del Alcázar podrás ver salones tan bellos como el del Trono y el de los Reyes, pero te recomiendo que pagues un poco más para tener acceso a la Torre de Juan II y puedas subir a contemplar una de las mejores panorámicas que ver en Segovia. Desde lo alto de la torre podrás dominar todo el casco histórico de la ciudad.
Dónde dormir en Segovia
Si buscas dónde dormir en Segovia, te recomiendo mi establecimiento preferido: el Real Segovia Apartments. Se encuentra entre el Acueducto y la Plaza Mayor, cuenta con instalaciones modernas, y te proporciona toda la independencia que necesitas para sentirte como en casa mientras disfrutas de Segovia. Si no te convence, aquí tienes muchas otras buenas opciones de alojamiento en Segovia:
Descendiendo hacia el centro de Segovia, pasarás por una zona verde antes de encontrarte con la antigua muralla segoviana. Aunque todo el mundo ha oído hablar de la muralla de la cercana ciudad castellano-leonesa de Ávila, la de Segovia también tiene su importancia. Posee una longitud de casi tres kilómetros y medio, adaptándose a la complicada orografía del terreno sobre el que se asienta la ciudad. Aún quedan secciones bastante bien conservadas, siendo la parte que rodea a la puerta de San Andrés – situada al oeste de la catedral – la que más merece la pena visitar. La de San Andrés es uno de los tres antiguos accesos que aún perduran en la antigua muralla medieval, siendo las puertas de Santiago y San Cebrián los otros dos.
Siguiendo la muralla casi llegarás al Museo de Segovia, un lugar inmejorable para conocer la densa historia de la provincia, con una completa exhibición que cuenta con objetos que datan incluso de los tiempos romanos.
Y tras admirar la historia segoviana, puedes continuar por una de las mejores cosas que ver en Segovia en un día: su catedral.
La Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos – este es su elaborado nombre completo – es un bello edificio religioso totalmente anacrónico para su época. Lo decimos porque a pesar de haber sido construida entre los siglos XVI y XVIII, cuando el Renacimiento ya se había afianzado en Europa, fue levantada en estilo gótico. Por ello, la catedral de Segovia tiene el honor de ser una de las catedrales góticas más recientes de Europa. La capilla mayor, el coro, el claustro, los órganos, las vidrieras y las bellas pinturas de maestros como Ignacio de Ríes son algunas de las cosas que no puedes perderte en una visita a su interior.
A estas alturas del día, ya tendrás algo de hambre y te recomendamos que repongas energías en alguno de los magníficos restaurantes segovianos, como pueden ser el famoso Mesón de Cándido o la Taberna López. En ellos podrás degustar el famoso cochinillo asado segoviano, o, para los amantes de los platos de cuchara, unos judiones de La Granja, entre muchas opciones sabrosas.
Y como no hay mejor forma de digerir una comida opípara que dar un paseo, seguimos nuestra ruta de las mejores cosas que ver en Segovia en un día dando un paseo por las callejuelas de la Judería de Segovia.
Los lugares en los que se asentó la comunidad judía segoviana se hallan hoy en torno a la actual puerta de la Merced y las iglesias de San Andrés y San Miguel, dentro del recinto amurallado. Llegaron en el siglo XI y a finales del siglo XV eran confinados, por orden de los Reyes Católicos, en un recinto cerrado por siete puertas, prueba de las injusticias que se cometen por la religión. Las calles de la Judería siguen conservando su aspecto medieval y te hacen viajar en el tiempo.
No hay mejor manera de finalizar tu visita de un día a Segovia que en el monumento más famoso de la ciudad: su acueducto.
Siempre que me he encontrado frente a la grandeza monumental del Acueducto de Segovia me he sentido sobrecogido al pensar en el titánico esfuerzo que debió suponer su construcción en tiempos romanos. Este emblema de Segovia estuvo trayendo el agua del manantial de Fuenfría (a unos 17 km de la ciudad) a las viviendas del centro desde el siglo II hasta el siglo XX. Una impresionante obra de la ingeniería civil romana cuyos arcos, en su paso por la plaza del Azoguejo, son el auténtico símbolo de Segovia. Una Segovia que te pedirá, mientras se encienden las luces que iluminan el acueducto y el sol se oculta, que te quedes un poco más con ella.
Y es que ver Segovia en un día, aunque quieras hacerlo, es algo imposible.
Mapa de la ruta para ver Segovia en un día