Hay formas y formas de ir de camping. Lo hice en mis años mozos – ya empiezo a escribir como hablaba mi abuela, mal vamos – en algunos lugares de la costa cercana a Alicante, como Altea y la Manga del Mar Menor, y también en el norte, en Perlora (Gijón), donde unos amigos de la familia pasaban el verano en su caravana a escasos metros de una de esas playas asturianas que marcan tu juventud a fuerza de acantilados cubiertos de verde y unas aguas del Cantábrico que dejaban en caldo caliente y manso a las del Mediterráneo. Ya siendo un viajero algo más curtido, he viajado con tienda de campaña por partes de Nueva Zelanda, Turquía, Etiopía o Mozambique. Todas estas experiencias tienen en común un par de cosas: he sido muy feliz y me he duchado poco.
Sin embargo, ahora que ya paso la cuarentena no viene mal, al menos de vez en cuando, disfrutar de algo de lujo y comodidad al alojarme en un camping. Y eso lo encontré en el camping Lo Monte de Alicante.
El de Lo Monte es un camping cuatro estrellas, perfectamente equipado y ubicado – a menos de diez minutos caminando de la playa y escasos minutos en bici o coche de bellos parajes naturales, como los arenales y salinas de San Pedro del Pinatar -, que ofrece entretenimiento a toda la familia y es, a su vez, un perfecto lugar para descansar.
Tuvimos la suerte de comprobarlo durante un fin de semana y nos atrapó de tal manera, que desde entonces solo estamos pensando en cuándo podremos volver.
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Cómo llegar al camping Lo Monte
El camping Lo Monte se encuentra en la localidad costera de Torre de la Horadada, en el extremo sur de la provincia de Alicante, muy cerca de la comunidad murciana.
Para llegar a él, la mejor manera es hacerlo en vehículo privado – ya sea coche o autocaravana -, pues en transporte público es algo más complicado. Sin embargo, si optas por esta segunda opción debes saber que puedes tomar autobuses que parten del Aeropuerto de Alicante-Elche, del Palmeral de Alicante o de Elche y te dejan relativamente cerca del camping.
Desde el centro de Alicante, tardarás aproximadamente una hora en coche. Te aconsejo que, si no hay mucho tráfico, tomes la carretera N-332 en lugar de la autovía AP-7, pues así podrás hacer alguna parada por los pueblos y playas de la costa alicantina – como Arenales del Sol, Santa Pola o Torrevieja – y tardarás prácticamente lo mismo.
Tipos de alojamiento en el camping Lo Monte
Y es aquí donde se notó que ya no tengo 20 años y, aunque me sigue gustando la aventura, tampoco hago ascos a un planazo de fin de semana en un precioso bungalow cerca de la playa.
Nuestra «casita» en el camping Lo Monte estaba muchísimo mejor de lo que había visto en otros campings. Su exterior, de colores alegres y perfectamente cuidado, ya auguraba lo que descubriríamos en el interior. Al cruzar nuestro porche – en el que había una pequeña mesa de madera con bancos que sería nuestro lugar de desayuno al solecito -, abrimos la puerta y nos encontramos con una pequeña cocina perfectamente equipada, un baño con componentes de calidad, una acogedora salita de estar – con televisión, aire acondicionado y un cómodo sofá -, y dos habitaciones, una de matrimonio y otra con dos camas. El lugar era ideal tanto para una familia, como para una pareja y, sobre todo, la calidez de los colores, luces y decoración, te hacía sentir como en casa.
Aunque pasamos gran parte de los dos días haciendo cosas fuera del bungalow, lo disfrutamos al máximo – sobre todo la primera noche, que nos cayó una tormenta – en nuestros momentos de descanso.
Sin embargo, si tienes una caravana, autocaravana o prefieres usar una tienda de campaña, el camping Lo Monte también cuenta con parcelas de tres tipos:
- Standard: con una superficie de 40 a 60 metros cuadrados. Cuenta con agua potable, conexión eléctrica de 16A y al desagüe, toma de televisión, e incluso conexión a internet de alta velocidad (aunque debes pagar un extra de 2,50 euros por día). Además, hay una especie de cubierta para crear sombra en verano (muy necesaria por estos lares).
- Confort: son algo más grandes que las anteriores (80 a 100 metros cuadrados), pero cuenta con los mismos servicios.
- Master: la superficie de la parcela master es de entre 11o y 140 metros cuadrados, con sitio para poner todos los extras que tenga tu autocaravana, camper o las tiendas de campañas que quieras.
Instalaciones y servicios comunes del camping Lo Monte
A pesar de ser el primer fin de semana de octubre, salvo la tormenta de arena que nos sobrevino el viernes por la tarde, el resto de días tuvimos el típico clima mediterráneo de octubre. Es decir, sol y buena temperatura. Así, pudimos probar las dos piscinas con las que cuenta el camping Lo Monte. Una está especialmente equipada para niños, con sus toboganes y demás.
Además, tras pasar el día haciendo senderismo por la zona, el sábado llegamos algo cansados al bungalow y decidimos utilizar la media hora gratuita de spa que nos incluyeron gratuitamente con la reserva. El camping Lo Monte cuenta con una zona de spa y wellness, en la que la pieza central es su piscina con circuito de agua. Así, pasamos un buen rato entre camas de burbujas, jacuzzi y bajo los chorros para las cervicales y hombros. Tras esa relajación, puedes probar la sauna o darte un masaje.
Para los amantes del deporte, el camping cuenta con una más que decente pista de futbito en superficie de hierba natural y una pista de pádel. Tampoco falta una pista de petanca (que a mí me encanta desde pequeño, aunque digan que es para jubilados).
Los niños pueden disfrutar de zonas con columpios y parques infantiles, aunque lo cierto es que ellos son los auténticos jefes del camping, sintiéndose más Goonies que nunca (¡como debe ser!) mientras campan a sus anchas con sus bicicletas y patines.
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En cuanto a los servicios, no falta de nada en el camping.
Hay un pequeño supermercado para hacer las compras básicas si quieres cocinar o necesitas cualquier cosa para tu casita (bungalow). Si prefieres que te den las cosas hechas, puedes degustar la cocina mediterránea – e internacional – en el restaurante ubicado junto a la piscina principal, donde ofrecen menús para niños y adultos.
También hay lavadero (de ropa… ¡Y de mascotas!), alquiler de neveras, parking de caravanas y alquiler de bicicletas. Si te gusta pedalear y no has traído la tuya, te aconsejo que alquiles una bici y recorras los muchos kilómetros de carril bici que hay por la zona, sobre todo el que lleva al bello Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar.
Qué hacer en el camping Lo Monte
En cuanto a qué hacer en el camping, eso depende de cada uno. Allí vimos a mucha gente – estaba con un importante grado de ocupación, a pesar de ser ya otoño y el maldito covid – que disfrutaban de la vida en el camping, sin salir demasiado.
El lugar me pareció ideal tanto para descansar y desconectar de todo, como para pasar un buen rato con amigos o en familia. Había bandas de niños que jugaban en las distintas calles y zonas, pero sin alborotar demasiado ni suponer un inconveniente a los adultos sin hijos que querían disfrutar en su parcela, o en el porche de su bungalow, del sol mediterráneo.
Además, el equipo de animación es de primera, poniendo todas sus ganas e ilusión en todas las actividades que organizan a diario, tanto para jóvenes como para adultos. Así, tendrás la oportunidad de participar en competiciones deportivas, juegos, bailes, fiestas temáticas, espectáculos de magia, noches de cine y muchas cosas más. Cada día tienen un plan distinto, así que hasta los clientes de estancias largas encuentran siempre algo nuevo con lo que entretenerse.
Sin embargo, si, como nosotros, sois culos inquietos y preferís salir un rato del camping a explorar sus alrededores, también hay mucho que ver y disfrutar.
Qué hacer en los alrededores del camping Lo Monte
En los dos días y medio que estuvimos en el camping Lo Monte pudimos explorar buena parte de las bellezas naturales que se encuentran a su alrededor.
El primer día caminamos – también se puede hacer en bicicleta – por los senderos del Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, que se halla a menos de 10 minutos en coche del camping. El día era perfecto, soleado pero no caluroso, y el perfil del terreno ayudó a que fuera una caminata perfectamente placentera. Vimos a los exóticos flamencos descansar y alimentarse en las lagunas, así como a gaviotas y otras aves, y antiguos molinos. Unas pasarelas de madera se internaban en las dunas, que han sido fijadas por las raíces de los pinos plantados por el hombre. El motivo de la intervención humana está, en este caso, justificado, pues las dunas avanzaban imparables e iban a arrasar el ecosistema de las salinas.
Al atravesar las dunas, llegamos a la magnífica playa de la Torre Derribada, por la que paseamos casi en total soledad.
Tras comer en el merendero del parque, pusimos rumbo al Paraje Natural Municipal Lagunas de Lo Monte. Aunque aquí no pudimos caminar prácticamente nada (las puertas de acceso a los senderos que rodean las lagunas estaban cerradas) sí que admiramos algunas aves desde los puestos de observación. Garzas imperiales, cormoranes y fochas comunes fueron algunas de ellas.
Por último, caminamos por la senda que pasa por las calas que llevan a Punta Redonda. Las playas de esta zona son realmente bonitas, con aguas cristalinas y perfectas para el buceo. A ellas solo se asoman antiguas viviendas de una planta, siendo un paseo realmente agradable.
Nos dejamos en el tintero la ruta de senderismo del cauce del río Seco, que con sus 10 km de longitud, tiene fama de ser una de las mejores de la zona. Lo haremos en la próxima ocasión, porque estamos seguros de que volveremos.