Los 11 pueblos más bonitos de Castellón

Castellón pasa por ser la provincia olvidada, turísticamente hablando, de la Comunidad Valenciana. Situada en el norte de la misma, suele recibir bastantes menos turismo que las provincias de Alicante y Valencia. Sin embargo, esta tendencia se está revirtiendo durante los últimos años, debido a la búsqueda, por parte de los viajeros, de destinos menos masificados y el gran esfuerzo de Castellón para hacerse ver con mayor brillantez en el mapa. Y es que esta provincia tiene mimbres para ser un destino turístico de renombre, y una muestra de ello es este subjetivo listado de los pueblos más bonitos de Castellón.

Entre ellos encontrarás antiguas villas medievales, pueblos cuyas playas son lamidas por las tranquilas aguas del Mediterráneo, paraísos naturales sumergidos entre las montañas y, común a todos ellos, una gran bonhomía de las gentes y una estupenda gastronomía, razones también de peso para dedicarles una visita.

Sin más preámbulo, aquí te dejamos (sin ningún orden concreto) 11 de los pueblos más bonitos de Castellón:

Descubre Castellón y sus alrededores con nuestros siguientes artículos:

Mapa de los pueblos más bonitos de Castellón

Aquí te mostramos cuáles son los pueblos más bonitos de Castellón:

Los pueblos más bonitos de Castellón

Aunque, dada la competencia, es complicado hacer una selección de los pueblos más bonitos de Castellón, nos hemos quedado con estos:

1. Morella

morella pueblos más bonitos de Castellón — Llegando a Morella desde la carretera de Peñíscola

Al aproximarte por carretera a Morella, entiendes, en un primer vistazo, por qué es uno de los pueblos más bonitos de Castellón (y también de la Comunidad Valenciana). Y es que desde el lejano asfalto ya se divisa la imponente figura del castillo de Morella, que parece querer seguir protegiendo eternamente a las casas que se desparraman, colina abajo, a partir del bosquecillo que lame la base de sus pétreas murallas. Lleva desempeñando ese papel desde la época de dominación árabe, allá por los siglos XII y XIII, siendo hoy el verdadero icono de la población.

Como lo es también la muralla medieval, de unos 2 km de largo, que rodea un casco urbano que merece ser descubierto con toda la parsimonia posible. Declarado Conjunto Histórico-Artístico, en él encontrarás un laberinto de callejones de corte medieval, a los que se asoman edificios monumentales, como la basílica de Santa María la Mayor, casas nobiliarias (como la del Marqués de Cruilles) o el Palacio del Cardenal Ram.

Además, también encontrarás interesantes museos, como el de los Dinosaurios, y prehistóricas pintoras rupestres en los bellos alrededores montañosos (en la zona de Morella La Vella). Sin duda, un gran destino para una escapada de fin de semana.

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2. Segorbe

También posee murallas medievales la pequeña localidad de Segorbe, la cual, a pesar de tener la consideración de ciudad, hemos querido incluirla en este listado de pueblos más bonitos de Castellón.

La capital de la comarca del Alto Palancia es otro de esos lugares en los que parece que el tiempo se ha detenido en la época medieval. Así lo constata su casco antiguo, declarado Bien de Interés Cultural y que posee joyas como las torres de La Cárcel y El Verdugo, la catedral basílica de Segorbe, varias iglesias (como las de San Martín, San Pedro y Joaquín y Santa Ana), el Arco de la Verónica, el Ayuntamiento (alojado en el que fuera el palacio de los duques de Segorbe y Medinaceli, del siglo XVI), la Fuente de los Cincuenta Caños (cercana al río) y el castillo de la Estrella o de Sopeña, que tiene su origen en un alcázar medieval levantado sobre la antigua acrópolis ibérica.

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3. Oropesa del Mar

Y si el interior de la provincia alberga muchos de los pueblos más bonitos de Castellón, también son varios los que se encuentran frente a las hipnotizadoras aguas del mar Mediterráneo. Uno de ellos es Oropesa del Mar. Y es que, aunque posee monumentos reseñables – como el castillo de Oropesa, de origen árabe y que domina la ciudad desde una elevación, y la Torre del Rey, una fortificación del siglo XVI erigida como defensa contra los ataques de los piratas -, lo que más encandila a los visitantes entre las muchas cosas que hacer en Oropesa es disfrutar de la calidad de vida, la belleza de sus playas – destacando la playa de la Concha, ideal para familias, y las de La Renegá y Playetas de Bellver, con un paisaje más agreste y salvaje – y su estupenda gastronomía, pudiendo encontrar un buen número de buenos restaurantes donde probar un arroz exquisito en su paseo marítimo.

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4. Montanejos

Montanejos se esconde entre los muchos pliegues montañosos de la comarca del Alto Mijares. Aquí, los bosques de pinos se alternan con grandes paredes rocosas y unos campos de cultivo que muestran la capacidad del hombre para adaptarse a terrenos complicados. Aunque el pueblo de Montanejos posee una belleza rural apoyada por monumentos como el castillo de la Alquería (del que tan solo quedan unas ruinas) y la Torre de Montanejos (totalmente incrustada en las calles del casco antiguo y declarada Bien de Interés Cultural), su activo que más atrae a los visitantes es la Fuente de los Baños.

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Esta fuente vierte aguas a unos 25 grados de temperatura. Además, posee propiedades beneficiosas para la salud. La Fuente de los Baños se encuentra en un paraje natural precioso, siendo visitada por la gente durante todo el año.

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5. Peñíscola

Peñíscola en Castellón — El peñón de Peñiscola frente al mar al atardecer

Quizás sea Peñíscola uno de los primeros de la lista de los pueblos más bonitos de Castellón si nos ceñimos a su costa. Incluido, también, en la asociación de los Pueblos Más Bonitos de España, lo que más llama la atención de aquellos que viajan a Peñíscola es la bella estampa que producen el castillo y sus murallas coronando un pequeño peñasco en primera línea frente al mar. Pequeñas casas de fachadas coloridas se amontonan sobre la arena del istmo que conecta al peñasco con el interior. Todo posee un ambiente entre medieval y pescador que atrajo incluso a los productores de la famosa serie de HBO, ‘Juego de Tronos’, quienes decidieron grabar aquí algunas escenas.

Además de visitar tesoros patrimoniales como la iglesia parroquial de Santa María, el castillo templario y el interesantísimo Museo de la Mar (donde podrás aprender sobre el arte de la pesca en la ciudad, desde la antigüedad hasta nuestros días), te aconsejamos que dejes atrás el casco urbano para explorar a fondo la gran belleza natural del parque natural de la Sierra de Irta. Y en verano, no dejes de tomar el barco que te lleva a conocer las islas Columbretes, junto a la isla de Tabarca, uno de los tesoros marinos de la Comunidad Valenciana.

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6. Jérica (Xérica)

La pequeña población de Jérica – con poco más de 1.400 habitantes – puede presumir de haber estado habitada desde el Neolítico, atendiendo a los restos encontrados en el yacimiento arqueológico de la cueva de los Herreros. Además, también se han encontrado evidentes pruebas de asentamientos íberos y romanos, aunque no se encontraría la primera referencia escrita de Jérica hasta la época de dominación árabe (en el siglo XI).

En Jérica, el monumento más llamativo es la Torre de las Campanas. Levantada en 1634 sobre los restos de una construcción anterior, se trata de la única torre de estilo mudéjar que queda en pie en la Comunidad Valenciana. Además, las ermitas del Calvario y Loreto, el antiguo convento de Nuestra Señora la Virgen del Socorro y las viejas ruinas del castillo de Jérica también merecen una visita.

7. Vilafamés

En la Comarca de la Plana Alta, el pueblo de Vilafamés acumula muchos méritos para ser considerado uno de los pueblos más bonitos de Castellón. Y es que la estampa de su castillo coronando el alto de la mole de la Sierra de Les Conteses es una de las más bellas de la provincia.

Su casco antiguo tiene un claro aire árabe, con esas calles estrechas y empinadas, que ascienden, en continuo zigazag, la ladera sobre la que conduce a la cima sobre la que se asienta el castillo. En esas calles hallarás la iglesia de la Asunción (siglo XVI) y las ermitas de San Miguel y San Ramón, además de pinturas rupestres (El Abrigo del Castillo) y distintas fuentes. Alrededor de Vilafamés hay cuevas y bellos parajes naturales, como el de San Miguel, donde se encuentra la ermita rodeada de pinos, carrascas, encinas y sauces.

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8. Culla

Uno de los pueblos con encanto de Castellón es Culla. Las casas de piedra de la localidad reflejan su rico patrimonio medieval y han sido las principales culpables de que Culla fuera incluido en el listado de los pueblos más bonitos de España.

Da gusto pasear por sus calles adoquinadas, sin prisa e intentando imaginar cómo y quién viviría, hace siglos, en esas casonas de piedra que saben que nos sobrevivirán a todos nosotros. Así, podrás conocer la iglesia del Salvador (siglo XVIII), las ermitas de San Roque y San Cristóbal, el castillo de Culla, el precioso Antiguo Hospital (del siglo XVII) y el antiguo grandero del comendador, que sería utilizado como prisión durante las guerras carlistas y se quedaría con el nombre popular de «La Presó».

Además, el abrupto entorno de Culla invita a la exploración, destacando las cuevas y fuentes cercanas a los ríos Monleón y Molineli.

9. Alcalá de Chivert (Alcalà de Xivert)

Al abrigo del parque natural de la Sierra de Irta, en la comarca castellonense del Bajo Maestrazgo, se encuentra Alcalá de Chivert, uno de los pueblos que ver en Castellón.

Resaltando sobre el resto de casas bajas, destaca meridianamente la imponente Torre Campanario de casi 60 metros de altura, que se encuentra adosada a la barroca iglesia de San Juan Bautista desde su construcción en el siglo XVIII. Para admirarla en su plenitud, no hay mejor lugar que el mirador del castillo de Chivert, que se encuentra a escasa distancia del pueblo. Desde allí podrás también ver las siluetas de las ermitas de Santa Lucía y San Benito y la de San Antonio, además de la renacentista Casa de la Cultura.

Cerca de Alcalá de Chivert podrás hacer senderismo en los bellos parajes de la Sierra de Irta y darte un baño en las estupendas playas de Alcocebre.

10. Villafranca del Cid

En la comarca del Alto Maestrazgo, la población de Villafranca lleva consigo un apellido que indica, muy a las claras, un pesado legado histórico.

Y es que esta localidad forma parte del histórico Camino del Cid, por el que puedes seguir los pasos de una de las figuras más importantes de la Reconquista de la península ibérica. La piedra es también aquí la protagonista, estando de ellas construidas las diversas casas señoriales de puertas blasonadas, ermitas, iglesias, el Ayuntamiento (de estilo gótico) y el Antiguo Hospital. Un lugar en el que pasar un tranquilo fin de semana entre pedacitos de historia.

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11. Chodos (Xodos)

Cerca de la cumbre más alta de la Comunidad Valenciana (el pico Peñagolosa, con sus 1.813 msnm), existe un minúsculo pueblo, de poco más de 100 habitantes, que parece asomarse con miedo a un precipicio.

Chodos retrata a la perfección la imagen del lugar ideal para desconectar de todo y descansar en un ambiente totalmente rural. En sus escasas calles podrás ver las ermitas de San Cristóbal y el Calvario, además de las ruinas del castillo y la iglesia parroquial de san Pedro. El resto, es campo, cerros, silencio, aire puro y la relajación más absoluta.