Un vuelo de Jet2 nos llevó en poco más de dos horas al aeropuerto de Leeds Bradford desde Barcelona. Éramos un grupo de bloggers y periodistas dispuestos a disfrutar de un fin de semana en tierras de Yorkshire gentileza de la oficina de Welcome to Yorkshire a través de la empresa de comunicación Adtiviti. Un tipo de iniciativas publicitarias que ya nos gustaría que se prodigaran con más asiduidad.
Una vez llegados al aeropuerto me sorprendió no tener que buscarme la vida como siempre con los autobuses y los hostales. En su lugar tenía a un flamante autocar esperándonos que nos llevó directos a Harrogate. Una preciosa ciudad al norte de Leeds a unos 30 minutos de distancia por carretera.
Harrogate es un jardín habitado en Yorkshire. Las casas victorianas se esconden entre los olmos, los robles y los cerezos en flor. Existen multitud de jardines en el interior de la ciudad y están bellamente cuidados.
En Harrogate se respira el estilo inglés más puro. El té de las cinco sigue siendo un ritual sagrado y puede contemplarse en Betty’s: un salón de té en el corazón de la ciudad donde los locales se reúnen para tomar sus capuccinos -los italianos parecen haber tomado sin complejos el lugar privilegiado del té en Inglaterra-con sus brownies, pastas o chocolates.
En Harrogate da la sensación que la palabra inmigración no exista. Parece un lugar exclusivo y protegido por los mismos ingleses para su uso y disfrute. Ellos mismos apodan el condado de Yorkshire como el lugar de dios –God’s own country– y los hermosos jardines de Harrogate parecen afirmar el epicentro del Edén. Realmente es un contraste con las grandes ciudades inglesas -sin ir más lejos Leeds o Bradford- y sorprende observar que la gente saluda afablemente por la calle. Un oasis de tradición inglesa en el corazón de Yorkshire.
Eso sí, por la noche los parroquianos salen a terminar las existencias de cerveza en manga corta como en cualquier otra parte de la isla: parecen más educados y respetables que en ciudades como Liverpool o Cardiff pero cuando llega la hora de la pinta no se distinguen tanto de sus compatriotas del sur del país.
Desde Harrogate pueden hacerse diversas excursiones de un día como la visita a la pequeña aldea de Ripley o la enorme catedral de Ripon a pocos kilómetros más al oeste. En la misma dirección también se encuentra Thirsk donde se grabó James Herriot: una serie de televisión sobre la vida tradicional en Yorkshire en el siglo XIX.
jajaja! ahora lo pillo! pues menuda semanita que llevas y las que te vienen! :) un saludo!
Me referia a lo rojiblanco de los tulipanes. Ya sabes que soy atletico y cule. Abrazo
Hola Chema! Pues si, me tuve que poner en una posicion extraña para enmarcar las flores y el café. Un lugar hermoso sin duda!
Enric, me gusta mucho tu foto de Bettys, muy de actualidad atletica !! El Miercoles voy a Barna con mis hijos a ver la final de Copa. Enhorabuena por tu blog y gracias por hacerte seguidor de MHF.
Chema
Lo de encontrar un bano en Londres es cierto nosotros estuvimos en un hotel en el centro y teniamos que seguir volviendo al hotel para ir al bano y salir de nuevo por las tiendas.