He tenido la fortuna de trabajar de guía de viajes en Islandia, un país cuyos espectaculares paisajes te hacen sentir realmente pequeño e insignificante y en el que la naturaleza se expresa en su máximo esplendor. Aunque he encontrado a auténticos aventureros que han cruzado el país en bicicleta, a dedo o incluso a pie, la forma más habitual – y diría que «disfrutable» – de recorrer la isla es en un vehículo, ya sea coche normal, todoterreno, autocaravana o furgoneta camperizada. Por eso, os voy a dejar algunos útiles y básicos consejos para hacer una ruta en coche por Islandia.
Índice de contenidos
- 1. Diseña la ruta en coche por Islandia con antelación
- 2. Elige y alquila tu coche con suficiente antelación
- 3. La Ring Road, la madre de todas las carreteras de Islandia
- 4. Respeta las señales de tráfico y los límites de velocidad
- 5. En los puentes, ten cuidado con la prioridad y sé generoso y paciente
- 6. Vigila el nivel de gasolina
- 7. Confía en tu GPS… ¡Pero no a ciegas!
- 8. Descansa cuando lo necesites
- 9. Cuidado con el mal tiempo
- 10. Disfruta al máximo y sé flexible en tu ruta en coche por Islandia
1. Diseña la ruta en coche por Islandia con antelación
Está claro que los viajes con improvisación tienen un componente mucho mayor de aventura, pero lo cierto es que para viajar a Islandia necesitas trazar al menos un boceto aproximado de la ruta que quieres hacer. Auque parezca lo contrario, la restricción de velocidad y el precario estado de algunas carreteras (sobre todo cuando llega el frío y las lluvias) hace que las distancias sean mucho más largas sobre el terreno que sobre el papel, por lo que más vale tener algún plan trazado de antemano y después improvisar sobre esa base.
A la hora de diseñar tu ruta en coche por Islandia, ten en cuenta qué lugares no quieres perderte, de cuánto tiempo dispones, dónde se hallan los alojamientos que podrías utilizar y qué tipo de vehículo vas a alquilar. Esto último es muy importante, pues dependiendo de ello podrás, o no, tener acceso a determinadas carreteras (y a determinadas maravillas naturales) que se hallen en peores condiciones.
Sin duda, este es el más importante entre los consejos para hacer una ruta en coche por Islandia.
2. Elige y alquila tu coche con suficiente antelación
Esto debes hacerlo casi a la vez que diseñas la ruta, pues, como te he comentado antes, el tipo de vehículo que alquiles determinará, en parte, las carreteras que podrás tomar. Por ejemplo, las carreteras del tipo «F» (pistas de tierra y guijarros) solo son aptas para vehículos 4×4 todoterreno.
Este aspecto lo tienes que solucionar con la máxima antelación posible, sobre todo si piensas viajar a Islandia durante los meses de julio o agosto, que son los de temporada alta.
Además, así podrás disfrutar de una gama más amplia de opciones de alquiler, y a mejor precio.
3. La Ring Road, la madre de todas las carreteras de Islandia
Las carreteras islandesas están numeradas y con el número 1 encontrarás a la madre de todas las carreteras islandesas. Se le conoce con el nombre en inglés de «Ring Road» y, prácticamente, da la vuelta entera a la isla muy cerca de su zona costera (aunque tiene diversos tramos de interior).
Si no quieres complicarte la vida, puedes limitarte a conducir por la 1, pero para llegar a muchas de las atracciones turísticas de Islandia tendrás que tomar otras carreteras secundarias, e incluso muchos tramos de pista con gravilla, algo de tierra y un buen número de agujeros (que reparan constantemente, pero que la lluvia y el viento se encargan de estropear de nuevo en muy poco tiempo).
Aprovecha tu tiempo en Islandia al máximo con alguna de las siguientes excursiones con guía en español y con muy buenas recomendaciones de sus usuarios:
4. Respeta las señales de tráfico y los límites de velocidad
Aunque no verás demasiados policías en Islandia, te puedo asegurar que las multas están a la orden del día en el país.
El límite máximo de velocidad es de 90 km/h en las mejores carreteras, llegando a descender a 30 km/h en algunos tramos urbanos, lugares en obras y algunas pistas realmente complicadas.
Existe una amplia red de radares para castigar a aquel que decida pisar el acelerador, aunque, como en todos lados, hay mucha gente que lo hace. Mi consejo es que os andéis con mucho cuidado, porque no todos los rades están señalizados y muchos conductores se llevan una sorpresa doble, al tener que pagar la multa más los gastos de gestión que aplica la empresa de alquiler de coches.
Seguro para viajar a Islandia
¿Eres de los que todavía piensa que un seguro de viaje es algo prescindible? Pues tras trabajar de guía en Islandia, te puedo asegurar que muchos de mis viajeros se alegraron de estar asegurados tras sufrir caídas, torceduras y accidentes con crampones. Y es que en un viaje de aventura como éste (y con un sistema sanitario tan caro como el islandés), más vale ir con paz mental y contratar un seguro. Yo siempre he confiado en la compañía IATI, y me ha ido genial, respondiendo a la perfección cuando los necesitas. En Islandia te puede venir bien su seguro para mochileros, IATI Mochilero, que cubre gastos sanitarios de hasta medio millón de euros, incidentes en más de 60 actividades al aire libre, repatriación y mucho más. Y por poco más de 3 euros diarios. Si no te convence este, puedes elegir entre la amplia gama de seguros de viaje de IATI. Además, tienes un 5% de descuento al venir de nuestra parte a través de este enlace.
En cuanto a la señalización de las carreteras, es la habitual en el ámbito internacional, con todas las indicaciones en inglés.
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5. En los puentes, ten cuidado con la prioridad y sé generoso y paciente
Una de las cosas más curiosas que he encontrado en las carreteras islandesas, y que incluyo en esta lista de consejos para hacer una ruta en coche por Islandia, es la existencia de centenares de puentes de un solo sentido tendidos sobre ríos.
Es algo que me tiene loco desde que llegué por primera vez. La carretera posee un carril en cada sentido hasta que se acerca al puente, donde se estrecha por ambos extremos para cruzar el obstáculo natural con un solo carril.
Lo que tienes que hacer en estos casos es reducir la velocidad (la marcan en 50 km/h) y mirar si viene alguien en sentido contrario. Si es así y ese otro vehículo se halla más cerca del puente que tú, entonces tendrás que detenerte en una marca que hay en el asfalto (a cierta distancia del puente) y ceder el paso al otro coche.
Si llegas tú antes, será el otro coche el que se detenga en su marca y te deje pasar.
Los islandeses – y los turistas, en general – son muy educados y generosos con estos temas, así que, ante la duda, lo normal es dejar pasar al otro.
6. Vigila el nivel de gasolina
Este es otro de los más fundamentales consejos para hacer una ruta en coche por Islandia.
No arriesgues lo más mínimo con el tema de la gasolina, sobre todo cuando te encuentres en zonas de fiordos (especialmente en los del noroeste), o cerca del centro de la isla. Intenta mantener el depósito lo más lleno posible y vigila la distancia entre gasolineras, pues en determinadas zonas puede que estén separadas por más de un centenar de kilómetros.
Por cierto, la gasolina es cara, pero no tanto como otras cosas en el país (el litro de diesel ronda los 1,60-1,70 euros en 2021).
7. Confía en tu GPS… ¡Pero no a ciegas!
Cuando conduzcas por Islandia, no necesitarás comprar un super aparato de GPS ni tomar uno de la agencia de alquiler de coches. Simplemente, podrás arreglarte con aplicaciones como Google Maps o Maps.me (mejor si es una que también te funciona offline).
La cobertura de red de datos móviles es bastante buena en la práctica totalidad del país (incluso en territorios realmente remotos).
Sin embargo, no dejes de tener los ojos bien abiertos y utiliza también el sentido común, porque no son pocas las veces que no se muestran caminos cortados por obras recientes, inundaciones, desprendimientos o nuevos atajos que puedes aprovechar. Islandia es un país donde un buen copiloto vale su peso en oro.
8. Descansa cuando lo necesites
Aunque la conducción en Islandia no suele ser monótona y te obliga a estar bastante alerta (sobre todo en los tramos de fiordos y pistas), también es cierto que eso hace que la fatiga sea mucho mayor y sea necesario descansar cada 200-300 km. No dudes en hacerlo, pues conducir por Islandia con cansancio es realmente peligroso, ya que los carriles son algo estrechos y cualquier pequeña salida de la carretera puede provocar que el coche caiga a un lado o sufras un accidente considerable.
Tómate cafés, refrescos con cafeína o lo que necesites, pero cuando te sientas realmente cansado, no lo dudes: para y tómate un descanso o duerme una siesta.
9. Cuidado con el mal tiempo
Durante el verano, he tenido la suerte de encontrar un clima realmente benigno en Islandia. Sin embargo, la última semana de agosto fue todo lo contrario y encontré auténticos huracanes de viento y lluvia en el noroeste y suroeste del país.
Conducir con la sensación de que la furgoneta se mueve hacia todos lados es realmente incómodo y preocupante, así que te aconsejo que cuando las condiciones meteorológicas sean muy adversas, te detengas y dejes pasar un tiempo para ver si se calman.
En caso de visitar el país en invierno, no dejes de asegurarte que el coche posee todo el equipamiento necesario para afrontar el invierno islandés.
10. Disfruta al máximo y sé flexible en tu ruta en coche por Islandia
Por último, simplemente recordarte que estás conduciendo por uno de los países más bellos del planeta. Tómate tu tiempo y no corras de un sitio a otro para hacer cruces en tu listados de cosas que ver en Islandia. Porque detrás de cada curva, o en medio de una recta sin fin, encontrarás una estampa que te quitará el habla, y querrás parar a tomar fotos o, simplemente, a absorber esa postal para grabarla a fuego en tu memoria.
También es buena idea escuchar los consejos de otros viajeros que encuentres en la ruta. Quizás ellos te propongan nuevos lugares que no habías contemplado inicialmente, y te acaben descubriendo auténticos tesoros desconocidos de la isla.
Así llegarás a cascadas, volcanes, cuevas, playas, bosques, mares de magma solidificado, praderas, montañas, lagos, glaciares y pequeñas aldeas con unos habitantes que se hallan entre las personas más duras y resistentes del mundo. Y es que viven en un paraíso, pero un paraíso en el que solo los más fuertes son capaces de echar raíces.
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