Sí, Burgos es el Cid Campeador. Burgos es su espectacular catedral y las hermosas calles y plazas del casco histórico. También sus museos de primer nivel y ese Paseo del Espolón que te lleva, en paralelo a las históricas aguas del río Arlanzón, hasta la impresionante puerta del Arco de Santa María. Pero Burgos también es gastronomía y ocio. Y en mi último viaje a esa ciudad, en la que tengo la fortuna de poseer raíces familiares, he descubierto aspectos innovadores, atractivos e impactantes de estas últimas virtudes burgalesas.
La nueva cocina de Burgos
Normalmente, cuando alguien te habla de Burgos y su cocina, lo primero que acude a tu mente es su famosa morcilla, pero también la olla podrida – curioso nombre para un plato tan sabroso y reconfortante en invierno -, la sopa castellana o sus fantásticas carnes asadas, como el lechazo.
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Sin embargo, durante los últimos años, una nueva generación de chefs de la tierra ha comenzado a innovar y crear platos diferentes con materias primas de una calidad excelsa. En sus restaurantes abren la puerta a la imaginación y el buen comer, creando experiencias que sus comensales suelen tardar en olvidar.
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Probé varios de esos restaurantes y, además de sentirme en ellos como en casa (por el fantástico trato brindado por camareros y chefs), experimenté un viaje culinario totalmente inesperado.
Norte Gastrobar
Empezamos esta ruta gastronómica burgalesa en el Norte Gastrobar, un lugar en el que puedes comer, cenar o tomarte una copa o un cóctel. Vamos, lo que viene a ser un sitio completo.
Nacido hace un lustro y ubicado en pleno casco histórico de Burgos, en Norte Gastrobar sólo trabajan con productos frescos y de calidad, aplicando nuevos conceptos culinarios a productos de toda la vida. Un gran ejemplo de ello es su croqueta de compango deconstruida. Cuando me dijeron que aquella mezcla de carrilera, panceta, chorizo y espuma de bechamel – todo ello servido en un vasito – era una croqueta, fue todo un reto para mi mente, entrenada a identificar una croqueta como algo sólido y de forma esférica, cilíndrica u ovalada. El sabor sí que lo identificó mi cerebro como algo cercano al éxtasis.
Dónde dormir en Burgos
Si buscas dónde dormir en Burgos, te recomiendo donde me quedé yo: el Hotel Centro Los Braseros. Sus habitaciones son amplias, insonorizadas, y poseen todas las comodidades. Personal muy amable y está a 5 minutos a pie de la catedral de Burgos. La relación calidad-precio es imbatible. Si no te convence, aquí tienes muchas otras buenas opciones de alojamiento en Burgos:
También riquísimo estaba su steak tartar sobre regañá Don Pelayo, así como las patatas norteñas con salsa de curry y queso cheddar. Para una cena, 3 o 4 raciones y un postre, está bastante bien para ir probando una carta plagada de sorpresas más que agradables, como el mollete de calamares bravos del norte o los huevos rotos como crema de boletus, patata panadera y queso de oveja tostado.
Nuestro postre fue sublime: chocolate, bizcochos tres leches, aceite de oliva, sal y galletas.
La decoración del Norte Gastrobar es moderna y ecléctica, contando con una bella pared de piedra y un mobiliario como su carta: dinámico y atrevido. Hay como varios ambientes y la iluminación es propia de un lugar en el que también se pueden tener conversaciones íntimas y tomar una copa. No en vano, los viernes y sábados cierran a las 2 de la mañana.
El Fogón de Jesusón
El Fogón de Jesusón es el restaurante que más me sorprendió en mi viaje a Burgos. Gracias a que mis dos acompañantes pidieron cosas distintas a las mías, pude probar un buen número de primeros, segundos y postres, teniendo la extraña sensación de no saber quién había hecho la mejor elección. Estaba todo tan extremadamente rico, que me resultó imposible decantarme por uno u otro.
El Fogón de Jesusón es un restaurante familiar levantado a partir de un sueño de un padre y su hijo. Con más de 20 años de historia, y numerosos viajes a Oriente en su espalda, este lugar ofrece una excelente carta basada en la cocina mediterránea mezclada con la asiática.
Descubre la bella Burgos en profundidad con nuestros siguientes artículos:
Hace más de 10 años que «Cucho» – así se nos presentó el magnífico y afable chef, gran experto en música, además de en materia gastronómica – decidió trabajar con menú cerrado, dejando de lado una carta larga en la que podrías perderte muchas viandas magníficas.
Así, mi elección se centró en un espectacular curry tom yum con rape; el taco de cochinita pibil y una especie de tartaleta de chocolate. También pude probar las gyozas de cerdo y kimchi, pochas con boletus, costillas duroc yakiniku y el bacalao en tempura con salsa agripicante.
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En la sección de postres, optamos por la tarta de queso, una tartaleta de chocolate y un tiramisú que quitaba el sentido. Cucho, en persona, nos explicó cada uno de esos exquisitos platos, redondeando así un servicio impecable en un local acogedor y bellamente decorado.
Una experiencia gastronómica en Burgos que aconsejo que no te pierdas. El menú tiene un precio de 22€ (incluyendo pan, una bebida y el postre a elegir). La relación calidad-precio es totalmente increíble.
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Blue Gallery
Saúl Gómez, chef y fundador del restaurante Blue Gallery, es un tipo llano y ocurrente con el que conecté de inmediato.
A falta de un menú que consultar (sólo puedes escoger el vino, u otra bebida, en este lugar en el que la comida varía cada día y no es anunciada en ningún lado), Saúl nos regaló una agradable charla sobre el origen de su restaurante, que está ubicado en un antiguo barrio obrero de Burgos (Paseo Comuneros de Castilla, 19), no lejos del centro.
¿Sabías que Burgos fue designada Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO?
Como Ciudad Creativa de la Gastronomía, Burgos forma parte de la red UNESCO desde el año 2015. A partir de esta iniciativa la ciudad proyecta fuera de sus fronteras el valor su gastronomía, la evolución e innovación y la calidad de la elaboración de menús a base de sus productos autóctonos
El compromiso de la ciudad de Burgos a través de su participación en varias iniciativas, junto con otras Ciudades de la Red Mundial que incluye a todos los continentes, fomenta, entre otros objetivos, el compartir buenas prácticas que permiten el desarrollo urbano sostenible. Tienes todos los detalles en la web de Burgos Gastronomy City.
Aquel barrio fue fundado en los años 80, ofreciendo viviendas VPO a las numerosas familias que se mudaban del campo castellanoleonés a la ciudad. Las casas se otorgaban a las familias que mayor número de hijos tenían, por lo que, desde sus comienzos, el lugar rebosó de vida. En este humilde entorno creció Saúl, quien hoy regresa a él para ofrecer una cocina totalmente distinta y sin complejos.
El Blue Gallery es un pequeño y bonito local, tremendamente luminoso – gracias a sus enormes ventanales – y decorado con gusto. La cocina está a la vista y allí conocimos, también, a la madre de Saúl. Por su simpatía pudimos dar fe del refrán «De tal palo tal astilla».
Al Blue Gallery vas para dejarte sorprender. Los platos del día dependerán de los productos que Saúl haya encontrado en el mercado. Así, nunca podrás culparte por haber escogido mal y probarás cosas que quizá no habrían llamado tu atención. Pero no temas, pues el resultado siempre será exquisito.
Nosotros tuvimos la fortuna de degustar un cocido tradicional en el que las alubias eran sustituidas por almendras (de igual textura y aspecto que las alubias); una berenjena con miso japonés; cangrejo con salsa de 4 chilis; una pequeña porción de rabo de toro en salsa; y un postre de helado de pera y hojaldre totalmente sorprendente. Una auténtica fiesta para los sentidos premiando la innovación.
Paquita Mariví
Paquita Mariví es uno de esos lugares cuyo nombre ya te parece sugerente y, nada más entrar en el local, ya sabes que no serás defraudado.
En una noche de jueves, encontramos una parroquia variada, con clase y con ganas de cenar algo y tomarse algunos de los cócteles más famosos de Burgos. Y es que los cócteles son una auténtica maravilla aquí.
La carta del Paquita Mariví es un auténtico crisol de culturas. Pedimos un fantástico ceviche verde, con pescado blanco de mercado y sopa de tomate verde; unas sabrosas albóndigas de potro; una especie de salmorejo; una papada ibérica con salsa india y las magníficas bravas de la abuela, con las que el genial chef Isaac Montoya ganó el III Concurso Internacional de Elaboración de Patatas Bravas, organizado por Palencia Brava. Todo estuvo exquisito.
Después, nos dejamos llevar por la música y disfrutamos de un cóctel elaborado con ron blanco, fruta de la pasión, té chai y espuma de frambuesa. Rumbera lo llamaban. Y rumba se bailó.
Carmen
Una bella historia familiar se encuentra tras los fogones del restaurante Carmen.
Emiliano y Rosalía abrieron el restaurante Carmen en pleno barrio de Gamonal, uno de los más poblados y carismáticos de Burgos. Sus hijos, Óscar y Mónica, siempre estuvieron vinculados al negocio, sobre todo desde que Emiliano falleció siendo ellos aún jóvenes. Entonces, apoyaron a su madre y la ayudaron en todo. Con el tiempo, Óscar se dio cuenta de que la cocina era su auténtica pasión y fue añadiendo toques de innovación a las recetas familiares de toda la vida.
Finalmente, Óscar abrió su propio espacio, también llamado Carmen.
El restaurante posee una bonita decoración en madera, con varios ambientes distintos que se pueden formar y modificar gracias a unas láminas verticales de madera que funcionan a modo de cortinas. Tuvimos la fortuna de poder entrar en la cocina con Óscar, quien amablemente nos mostró el lugar donde se genera su magia.
En cuanto a los platos, poseen una amplia y dinámica carta, que incluye platos de temporada basados en un producto de mercado de primera calidad. Hay distintos menús que pueden ser escogidos durante la semana, con precios de entre 19 y 22 €. En nuestro caso, y al visitar el restaurante en otoño, Óscar nos preparó una espectacular cena basada, sobre todo, en distintos tipos de setas.
Así, comenzamos con una sabrosa croqueta de cecina acompañada por un helado de senderuelas (marasmius oreades). Después llegó una deliciosa crema de calabaza, rebozuelos (cantharellus), panceta y crujiente de nueces. Mención especial merece la caldereta de patata Monalisa con solomillo de vaca y níscalos (lactarius deliciosus). La carne se derretía en la boca. Pasaríamos al pescado con una corvina al horno con crema de boletus edulis y foie, para regresar a la carne con un exquisito carpaccio de chuleta (nunca habría probado una delicatessen como esa), setas cardo (pleurotus eryngii) y fondo de carne. El postre consistió en una crema de miel de brezo de San Millán de Lara, bizcocho, crumble de almendra y rebozuelos.
Fue un fantástico broche final para este tour gastronómico diferente por Burgos.
Ocio nocturno en Burgos
Aquel que diga que Burgos es una ciudad sobria y tranquila, seguro que no ha pasado allí un fin de semana. La escena nocturna burgalesa ha ido desarrollándose considerablemente durante los últimos años. A los bares y locales de toda la vida, se han ido añadiendo bares con gran personalidad y lugares donde puedes cenar, pero también tomarte unas copas hasta las 2 de la mañana. Ejemplos de este último tipo son los ya comentados: Paquita Mariví y Norte Gastrobar.
Sin embargo hay otros que también merece la pena conocer:
La Pécora
La Pécora es es local con más encanto de Las Llanas – una de las zonas de marcha del centro de Burgos -, el más emblemático y uno de los primeros en abrir en esa zona. En él podrás escuchar la mejor música rock de todos los tiempos.
La decoración es de antiguo bar rockero, con madera por todos lados, rincones oscuros, máquina de pinball, posters, vinilos y muchas curiosidades.
Bar La Cuca
Es un local histórico de Burgos, uno de los referentes de la noche burgalesa, distinguiéndose por ser uno de los reductos de la música no comercial y un local en el que encontrarás vinos únicos y un ambiente cercano y amigable. Un sitio ideal para tomar un copa con amigos y charlar.
La Figa Ta Tia
Este lugar me fascinó. Desde su entrada – que parece una sala de estar con un mostrador de recepción que conduce a unas escaleras – hasta su buhardilla del segundo piso, pasando por su ecléctica decoración y los muchos eventos culturales que allí se organizan.
La parroquia es variopinta y alternativa, con gente de todas las edades. Se ve a gente trabajando con su ordenador, dibujando, charlando, tomando algo o flirteando. Un lugar muy acogedor en el que me sentí como en casa nada más entrar. Además, está en pleno casco histórico, a unos pasos de la catedral, y cuenta con una terraza.
Rosa Canalla
Ubicado en la Puebla, Rosa Canalla te ofrece ese puntito para que incluso la hora del café tenga un matiz canalla. Todos los días abierto desde las 16:30h con un ambiente adecuado al momento. Las noches perfectas, cuidando con mimo las copas y la música con una acústica perfecta y los temas actuales más divertidos para bailar.
Bardeblas
Música de culto, sesiones dj, conciertos, monólogos, microteatro, catas… En este café-pub no paran de promover la cultura y exaltar la amistad a golpe de risas y levantamiento de jarra. Uno de sus deportes más practicados.
Cervecerías en Burgos
Si eres fan de la cerveza, te encantarán lugares como la Vache Folle, ubicado cerca de la avenida del Cid Campeador, y donde cuentan con más de 6 grifos de cervezas artesanas y de importación, para que las degustes con tranquilidad.
Sin embargo, te aconsejo que te alejes algo más del centro de Burgos para visitar Siesta Brewing Co. Aquí podrás visitar su fábrica de cerveza artesanal, pero también disfrutar de unas cervezas in situ – tanto al aire libre como en interior -, conciertos, fiestas, monólogos, food trucks y mucho más.
En el mismo polígono industrial en el que se encuentra Siesta Brewing Co también se pueden visitar Cervezas Virtus y Cervezas Bajo Cero.
Reserva tu viaje con las mejores herramientas por orden de prioridad:
Y es que en Burgos, no te van a faltar opciones para pasártelo bien y degustar platos y bebidas de calidad.
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Muy buenas las recomendaciones en Burgos, no sabía mucho sobre su comida, está muy interesante, voy a tomar nota de los sitios para visitar y probar esos platos.