En Dinamarca, y otros países del norte de Europa, circular por la ciudad en bicicleta es lo más habitual entre sus habitantes.
Las aceras están repletas de bicicletas aparcadas -algunas ni siquiera con el candado puesto- y las calles están debidamente acondicionadas con un carril exclusivo para bicicletas.
Copenhague no es una excepción y por el corazón de la ciudad veréis a todo tipo de personas conducir en bicicleta: gente mayor, chavales, mujeres y hombres vestidos para ir a la oficina o visitar a un cliente importante. La bicicleta, ya llueva o nieva, es el medio de transporte más habitual entre los locales.
Me hizo gracia observar que los padres también dan sus paseos con los bebés a cuesta con la bicicleta. En esta imagen podéis ver un modelo de bicicleta realizado en la curiosa comunidad hippy de Christiania. Quien no conozca este inusual territorio de Copenhague, que se declara independiente del resto del mundo, merece hacer una visita al lugar o al menos un pequeño viaje a la Wikipedia para conocerla un poco.
La comunidad de Christiania diseña este tipo de bicicletas que cómodamente permiten viajar en bicicleta por la ciudad con el bebé en su interior con una capa impermeable transparente para evitar los fenómenos metereológicos. Uno puede conducir la bicicleta y tiene al bebé en contacto visual en todo momento. El diseño es efectivo y además bonito.
Visto lo visto, creo que los hippies nórdicos están a otro nivel que cualquier otra clase hippy del mundo…