La mejor forma de recorrerse muchas de las islas de Tailandia es con motocicleta.
A menudo las mejores playas serán muy difíciles de acceder si no tenéis moto y, aunque fuera fácil llegar, os ahorraréis pasta y agobio negociando con los conductores de taxis y tuk-tuks.
Normalmente los tipos básicos de motos que encontraréis serán de 80 o 125 cc, con la diferencia de tener cambio automático o manual. Si no estáis acostumbrados a andar en moto os recomiendo la automática. Se paga un poco más pero -y os lo digo como inútil para las motos- se llevan suaves como la seda. Probé la manual en Koh Payam y Tatiana me obligó a coger automática tras estar un día entero sufriendo las sacudidas ocasionadas por mis bruscos cambios de marcha. Viendo la facilidad y suavidad con la que los locales manejaban la misma moto que yo, deduje rápidamente que simplemente soy un matado para el mundo de las dos ruedas.
Los precios de alquiler varían de isla a isla. Curiosamente, serán más baratas en los lugares más turísticos por el hecho de la competencia.
En la isla de Koh Lanta pagamos 200 B al día por una automática -las manuales estaban a 150 B- y 250 en Koh Payam. En lugares como Koh Mook -una isla enana en la que se podía caminar de una costa a la opuesta- las alquilaban por 350 B pero apenas tenían clientela.
El litro de gasolina rondaba se podía comprar tanto en pequeños surtidores como tiendas -te la ponen en botellas de plástico- por 40 – 50 B el litro. Teniendo en cuenta que las motos consumen casi como los mecheros no tendréis que repostar demasiadas veces en una misma isla para recorrerla bien.
Os aconsejo que no vayáis demasiado por los caminos de tierra o piedras -o ambos- porque ahí es donde el alquiler os puede salir carísimo. Aunque a mí no me pasó, he oído muchas historias de gente que le hizo rasguños o rompió algo de la moto y las clavadas son estratosféricas. Andad con mucho cuidado conduciendo y no os arriesguéis tontamente, principalmente por vuestra salud (vimos a bastante gente en Koh Lanta con las piernas vendadas por quemaduras en caídas con moto).
Es mejor que, siempre que podáis, alquiléis la moto en un lugar en el que tengan varias, os den casco y veáis que están en buenas condiciones. Yo cometí el error de alquilar en nuestras cabañas de Koh Lanta donde era temporada baja y sólo tenían una moto para los huéspedes. Como soy un campeón y me pasan cosas que sólo me suceden a mí, me metí al mar con las llaves de la moto en mi bolsillo. ¿Sabéis qúe?… Pues sí, las perdí. Hice autostop y regresé a nuestros bungalows para comprobar que el dueño no tenía ni una sola copia del juego de llaves. Me llevó con su jeep a donde estaba Tatiana con la moto, la subimos a la parte de atrás y directos al mecánico donde esperé una hora mientras desmontaba la parte delantera de la moto para sacar el molde de la llave.
Sólo me costó 450 B porque tuve suerte pero perdí media mañana. Claro, que fue por tonto.
Clima veraniego, moto, bañador, toallita y a recorrer playas increíbles buscando esa calita perfecta. ¿Quién da más?.
Pero Quique! Deja de decirlo que lo estás poniendo muy fácil! ;)
Como que prescindibles? jaja! para mi es lo mejor de la foto! menuda pinta! Eso si, David, tienes que pasarme una foto de esos atardecer para ver si la colocamos de portada de la semana!
Muy útil la info y tomo nota… Ahora sí, las gafas totalmente prescindibles para el conjunto y la puesta de sol… :-P