La villa de Covarrubias es una de esas pequeñas perlas de España que te recuerdan que, muchas veces, no tenemos que viajar lejos para encontrar lugares mágicos. De hecho, se ha adherido a la asociación de Pueblos más bonitos de España.
El aire medieval de Covarrubias, municipio de la provincia de Burgos, hará que al pasear por sus calles tengas la sensación de haberte metido en una máquina del tiempo.
Es conocida como la cuna de Castilla porque en el siglo X el conde de Castilla Fernán González y su hijo, Garcí Fernández, convirtieron a Covarrubias en la capital del Infantazgo de Covarrubias y cabeza de uno de los más importantes señoríos monásticos.
Llegamos a Covarrubias una tarde de mayo, con el sol intentando abrirse paso entre unas nubes que no llegaron a descargar su furia en todo el fin de semana. Esta fue mi experiencia en esta villa situada a 40 km al sur de Burgos.
Qué ver en Covarrubias
Covarrubias fue declarada Conjunto Histórico-Artístico Nacional en 1965. Para saborear bien su belleza, lo mejor es descubrirla poco a poco, caminando relajadamente por la maraña de callejuelas que conforman su casco urbano, otrora protegido por una gruesa muralla defensiva de la que aún encontrarás algún resto.
Haciéndolo encontrarás los mejores ejemplos de la antigua arquitectura castellana.
Alguno de los más importantes lugares que ver en Covarrubias son:
Torreón de Fernán González
Cuando vi esta torre defensiva del siglo X, me pareció imposible que pudiera estar contemplando una obra de más de 1100 años de antigüedad.
La torre aparece como el baluarte de un recinto amurallado que llegó a albergar el Palacio del Abad de Covarrubias. Tiene planta rectangular y su estructura es de pirámide truncada. Las estancias de los pisos inferiores, sin embargo, eran más pequeñas que la de los pisos superiores, ya que el grosor de los muros en la zona de la base (de unos 4 metros) era mucho mayor que en la cúspide, para poder mantener así el peso de la torre.
De origen mozárabe, aún se conservan sus saeteras originales, pero las almenas fueron cubiertas con teja roja por orden de Isabel La Católica cuando acalló una rebelión en la zona y derrotó a los defensores de la torre. Era una fortaleza prácticamente inexpugnable. La torre presenta cuatro plantas a las que se accede desde la planta superior. A la inferior, se entra desde la primera planta a través de una trampilla de madera, indicando que quizá fuera utilizada como prisión o como almacén.
Cuenta la leyenda que la infanta doña Urraca fue apresada aquí por su propio padre, Fernán González, como castigo por enamorarse de un pastor. Parece que la maniobra le salió bien al padre, porque la hija acabó casándose siempre con quien él designó.
En la actualidad, dentro del recinto donde se encuentra la torre hay una de las mejores exposiciones de armas medievales de España.
Iglesia de Santo Tomás
La iglesia de Santo Tomás es una de las mejores muestras de arquitectura eclesiástica que ver en Covarrubias. Fue levantada en el siglo XII, sin embargo apenas queda nada de la original y la que me encontré paseando es del siglo XV.
Cuenta con seis retablos (los originales fueron sustituidos en la época barroca), una vidriera renacentista que representa la natividad, una bella pila bautismal románica y la joya de la corona: la escalera plateresca.
Murallas
La antigua muralla de Covarrubias, levantada entre los siglos X y XIII, debió tener tres puertas. La que permitía el acceso a la ciudad desde el puente sobre el río Arlanza se conservó hasta finales del siglo XIX y está representada en el escudo de la villa. Paseando sobre el puente, con el sol ya bien alto y sacando los mejores colores a esta bella parte natural, pude contemplar los restos de la antigua muralla.
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El resto de la muralla fue derribado cuando la peste asoló la región, en el siglo XVI. Al estar cercada, la villa era un criadero perfecto para la enfermedad.
Casa del Obispo Peña
En una de las callejuelas de la villa, haciendo esquina, aún se halla el viejo caserón en el que habitó Pedro Peña, nacido en Covarrubias y arzobispo en Latinoamérica. Aún se puede observar el escudo de la familia en la fachada.
Casas de Covarrubias
Además de la del Obispo Peña, hay muchas otras casas en Covarrubias que captaron el objetivo de mi cámara. En realidad, casi todo el rato estuve con el dedo listo en el disparador, como Clint Eastwood en el gatillo de sus pistolas en la colina de Sad Hill. Entre ellas, destacan la de doña Sancha – del siglo XV y considerada como el máximo exponente de la arquitectura tradicional de la villa – y la del antiguo boticario, restaurada en 1991 y que mantuvo su uso como botica hasta 1975.
Estatua de la Princesa Kristina
Una estatua, situada cerca del torreón de Fernán González, recuerda y rinde homenaje a la princesa Kristina de Noruega, quien, en el siglo XIII, viajó hasta España para casarse con el infante don Felipe, hermano de Alfonso X El Sabio. En el interior de la Colegiata se enterraron sus restos, tras fallecer en 1262.
Ermita de San Olav
Justo antes de su muerte, la Princesa Kristina expresó su deseo de que se construyese en Covarrubias una iglesia en honor al patrón cristiano noruego San Olav.
Sin embargo, su alma tuvo que tener algo de paciencia porque no se aprobaría el proyecto de construcción de la ermita de San Olav hasta el año 2002, más de 700 años después de su muerte. Claro ejemplo de que al final todo llega.
La ermita de San Olav es bella en su rareza. Sus constructores dicen haberse inspirado en las antiguas ermitas románicas, pero el acabado exterior es metálico y le confiere un extraño aspecto moderno, mezcla entre nave espacial y casa prefabricada.
Se halla en el Valle de los Lobos, a unos 2 km de Covarrubias y se accede a ella por un camino de tierra. La torre del campanario, igual de estrambótica que el resto, llama mucho la atención, sobresaliendo entre la naturaleza como un cuerno vikingo.
El lugar tiene una gran belleza natural y merece la pena recorrer los senderos que rodean a la ermita y explorar el valle.
La ermita sirve como lugar de celebraciones religiosas, museo – donde se cuenta la historia de San Olav, pero también la de la princesa Kristina de Noruega – y sala de exposiciones y conferencias.
Sin duda, se trata de una de las visitas más curiosas que ver en Covarrubias.
Gastronomía típica
Por último, tras haber disfrutado de todo lo que ver en Covarrubias, no dejes de tomarte una buena olla podrida en Covarrubias. Nosotros lo hicimos en el Restaurante Tiky (situado en la plaza de Doña Urraca) y estaba espectacular.
El «ligero» plato en cuestión consiste en alubia roja, chorizo, costilla adobada, morcilla de Covarrubias y tocino. Riquísimo, pero nos acordamos de él durante las 24 horas siguientes.