Dentro de un recorrido por el tramo del Valle del Loira declarado Patrimonio Mundial por la Unesco hay muchos lugares a que vale la pena conocer a poca distancia de Tours. Aquí te recomendamos tres visitas muy diferentes entre sí.
El castillo de Amboise

El primero de ellos será Amboise. Tours se encuentra en la confluencia de los ríos Loira y Cher y la primera sugerencia sería seguir la carretera que corre por la orilla derecha del Loira para, al llegar a Amboise, encontrarte de frente con la vista espectacular al cruzar el puente y situarte en la isla fluvial del Oro que se encuentra justo frente a la ciudad. El castillo, que es una verdadera fortaleza, domina el panorama. Luis XI, Carlos VIII y Francisco I fueron algunos de los reyes vinculados a este lugar y los que se dedicaron a hacer de este castillo una isla de lujo en la naturaleza. La conjura de Amboise y la matanza de protestantes de 1560 pusieron fin a este proceso. Aunque fue parcialmente destruido todavía ofrece mucho a los visitantes. Sobre todo la deslumbrante capilla exenta de Saint Hubert, una joya del gótico.
Cuando Francisco I residía en Amboise tuvo como invitado nada menos que a Leonardo da Vinci, lo que nos da una idea del nivel de inquietudes culturales (y de lujo) que existía en esos tiempos en la corte francesa. Leonardo trabajó y vivió en el cercano Clos Lucé, una mansión situada a unos centenares de metros de distancia. La mansión es interesante por sus aposentos, por la enorme fuerza de su residente más famoso y, sobre todo, porque muestra las maquetas de 40 de sus invenciones mecánicas. Un paseo por el jardín permite encontrar, además, muchos de estos aparatos construidos a tamaño natural, y es interesante actuar con ellos para apreciar su posible utilidad.
El castillo de Chenonceau
Si Amboise está a orillas del Loira, el château de Chenonceau está a orillas del Cher. Esto no es estrictamente cierto porque en realidad se encuentra sobre el Cher. Este château tiene esa peculiaridad tan asombrosa. Es uno de los puentes más fabulosos que quepa imaginar. Por eso, y por muchas otras razones, no sorprende saber que es el castillo más visitado del Valle del Loira, sólo superado en toda Francia por el de Versalles.


La historia tiene también su morbo ya que fue regalado por Enrique II a su amante Diana de Poitiers; el problema vino a la muerte del rey, cuando su viuda Catalina de Médicis se apropió del castillo y expulsó a Diana, a la que recluyó en Chaumont. Aparte de estos dos personajes, otras mujeres han participado activamente en la historia de este château, por lo que siempre ha sido conocido como el Palacio de las Damas. Además de la propia situación sobre el río Cher, sus salas bellamente decoradas —con cuadros, tapices y muebles de primera categoría—, sus jardines y su gran avenida arbolada de la entrada hacen de este lugar uno de los más deliciosos de todo el recorrido del valle.
El castillo de Candé

También a pocos kilómetros de Tours, aunque en otra dirección, se encuentra el château de Candé, un precioso lugar para visitar, así como el parque de alrededor. Este château es famoso porque en él se celebró en 1937 la boda del duque de Windsor y Wallis Simpson.
La historia es muy conocida. Pero no tanto la razón por la que eligieron este château para celebrar esta ceremonia más allá, lógicamente, de que les invitaran Charles y Fern Bedaux, sus propietarios.
Esta pareja de millonarios había adquirido la finca en 1927 y había llevado a cabo una gran tarea de modernización del edificio. Fue una de las primeras residencias de la región con un completo sistema de fontanería, electricidad y calefacción central. Los ocho dormitorios disponían de cuarto de baño. Incluso dispusieron del primer teléfono que funcionó en una residencia particular de Francia. También instalaron un gimnasio con los aparatos más modernos de la época, e incluso disponían de un campo de golf dentro del inmenso parque de 250 hectáreas que rodea la construcción.
Es decir, que se casaron en este château porque era un lugar muy confortable. Todo esto viene a cuento porque ahora una visita a Candé permite sumergirse en un mundo sofisticado del primer tercio del siglo XX, lo que marca una gran diferencia con otros châteaux que, con sus tapices, sus camas con dosel y sus armaduras, nos llevan a la Edad Media y al Renacimiento.

Uno de los detalles más atractivos de un recorrido por esta zona del Valle del Loira y sus afluentes es que tiene una excelente infraestructura para los ciclistas. Caminos muy bien señalizados —algunos incluso preparados sólo para bicicletas—, hoteles y casas rurales que reciben bien a los cicloturistas y disponen de condiciones para guardar, limpiar y arreglar las bicicletas son algunos de los atractivos que se añaden al placer de llegar a châteaux como los de Candé o de Chenonceau pedaleando lentamente. Una forma de descubrir el paisaje y los rincones del Valle del Loira de una manera única y muy agradable.
Más información sobre el Valle del Loira:
- En Viajablog: Visita a Tours
- En Viajablog: Visita a Angers
- En 3viajes: Blois
- En Guías Viajar: Castillos, abadías y otras excursiones cerca de Orleans | Visita al centro histórico de Orleans
El periodista Ángel M. Bermejo, amigo y compañero de viaje en Travel Inspirers es el autor de este artículo y vuelve a visitarnos para acercarnos a una de las regiones con más encanto de Francia: el Valle del Loira y los châteaux alrededor de la ciudad de Tours.
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