Los Cingles de Bertí o Riscos de Bertí, es un espacio de Interés Natural a caballo entre el macizo del Montseny, Sant Miquel del Fai y la cordillera prelitoral de Cataluña. Su relieve se caracteriza por varios riscos que el viento ha moldeado a su antojo durante milenios y ofrece un paraje natural precioso. Se encuentra a poco más de 30 minutos de Barcelona y significa una alternativa ideal para evitar parajes naturales más frecuentados como el Montseny.
A continuación vamos a detallar una ruta senderista por los Cingles de Bertí de nivel moderado. No se necesita coche ya que la proximidad de la línea de tren R3 con paradas en La Garriga o el apeadero de Figaró desde Barcelona facilita la conexión.
En total esta ruta consta de 30 kilómetros que pueden recortarse a 20 en el tramo final con un desnivel acumulado de unos 900 metros. El tiempo variará según el ritmo, en mi caso, realicé la alternativa de 20 kilómetros en unas 5 horas aproximadamente. En el apartado final podréis ver el mapa y descargaros la ruta a vuestro móvil.
Para realizar esta ruta no disponía de coche así que desde Barcelona me subí a la línea de cercanías R3 con destino a Puigcerdá y con parada el La Garriga donde me esperaba a un lado el macizo del Montseny y por el otro los Cingles de Bertí -en catalán, los riscos de Bertí-.
En una hora aproximadamente llegué con el tren el La Garriga, bajo un sol espléndido y dispuesto a disfrutar de una jornada senderista por un enclave al que le tenía muchas ganas.
A lo largo de los Cingles de Bertí existe un recorrido circular marcado con el nombre de PR-C33 que cubre la distancia entre La Garriga, El Santuario de Puiggraciós, los Cingles de Bertí con la espectacular Trona, el collado de Pedradreta, la población de Figaró y finalmente vuelta a La Garriga por la vertiente del Montseny.
En total son 30 kilómetros de los que hice los 20 primeros finalizando mi ruta en Figaró donde existe un apeadero de tren para volver a Barcelona. Es necesario llevar encima el mapa de Alpina correspondiente a la zona de los Cingles de Bertí.
El recorrido se inicia en el Pont de la Doma, en la zona sudeste de La Garriga. Tras tomarme mi primer café de rigor en la plaza del Ayuntamiento me acerqué al lugar, crucé bajo un puente la carretera nacional y emprendimos la ruta por una pista forestal amplia y con un leve ascenso que nos llevó al interior de los bosques cercanos a Bertí.
El recorrido PR-C33 ofrece marcas amarillas y blancas. No obstante, hay que andarse con cuidado ya que en algunos tramos no está debidamente señalizado. Tuve ciertos apuros para llegar al Santuario de Puiggraciós pues existen varias ramificaciones del camino principal. Finalmente di con un camino que me llevó a la masia de Can Miquel y de ahí volví atrás para dar con la pista principal que nos deja al Santuario de Puigpedrós.
Índice de contenidos
El Santuario y torre de Puiggraciós
El santuario se levanta en un contrafuerte a una altura de casi 700 metros con privilegiadas vistas a la vertiente del Montseny donde podremos admirar el Matagalls, uno de los tres grandes picos del parque natural. Asimismo, contemplaremos la sierra del Corredor Montnegre e incluso claramente divisamos la costa mediterránea. Sin duda, frente a la torre de Puiggraciós podremos disfrutar de una parada y retomar fuerzas tras esta primera etapa de la jornada.
El santuario se levantó a principios del siglo XVIII en motivo del descubrimiento de una imagen de la Virgen María y algunos recordarán el entorno agreste de la zona a través de la novela modernista Els sots ferèstecs de Raimon Casellas. Durante la Guerra Civil Española el santuario terminó en llamas y su valorado retablo barroco destruido. A partir de los años cincuenta se reconstruyó y hoy en día una comunidad de monjas benedictinas cuidan del santuario.
Cingles de Bertí y las espectaculares vistas desde la Trona
Siguiendo las marcas del sendero PR-C33 llegamos a la zona alta del risco. En primer lugar obtenemos unas vistas preciosas al siguiente parque natural en dirección al este con el perfil de Sant Llorenç de Munt. Hacia el sur tenemos vistas al Vallés hasta llegar a Collserola con la torre de telecomunicaciones brillando al horizonte.
El PR-C33 realiza en este momento una vuelta circular alejándose de la zona de barrancos y se desplaza hasta la población de Bertí. En este caso opté por desviarme y me acerqué a los riscos. Existe un camino con marcas de color azul que empieza en Grau de Montmany y sigue la paralela del precipicio hasta empalmar con el camino principal nuevamente. Aunque el pequeño sendero no llega a ofrecer una sensación aérea disfrutaremos de unas buenas vistas hacia el oeste y panorámicas intermitentes de los riscos donde estamos encaramados.
Al terminar el sendero marcado en azul nos unimos al GR5. Desde el camino disfrutaremos de las vistas a la Trona. Su imponente presencia frente a los barrancos de Bertí ofrece una panorámica muy fotogénica. Tal y como su nombre indica es un mirador estupendo de la zona y bien podría ser la trona perfecta para un gigante bebé y contemplar el vasto paisaje que le rodea.
En poco minutos llegaremos a un cruce donde se enlazan el GR5 y el PR-C33. En apenas unos centenares de pasos se separan nuevamente y nosotros volveremos a retomar el sendero del PR-C33 que se interna por los riscos en dirección al Figaró. Conviene en un momento dado salir del camino principal y encaramaros a la Trona. No está señalizado pero no os será fácil encontrar el desvío que apenas en un minuto nos deja a lo alto de la Trona y podremos contemplar la magnitud del parque natural sobre el valle del Sot del Bac. Sin duda, es el lugar privilegiado de toda el area para hacer nuestro picnic tranquilamente. Sus paredes son especialmente queridas por los escaladores y es probable que os encontréis con alguno.
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Collado de Pedradreta y llegada a Figaró
Volvemos al camino PR-C33 que descenderá paulatinamente a modo de zig zag hasta llegar al collado de Pedradreta. El topónimo de este lugar procede de un antiguo dolmen que daba nombre a la zona pero que hoy en día ha desaparecido. En esta zona volví nuevamente a tener problemas para seguir las marcas del PR. El camino se bifurca y se desplaza hacia la derecha justo antes de ascender el repechón hasta Pedradreta. No subáis, en su lugar, girad a la derecha junto antes del cambio de desnivel y unos centenares de metros más adelante volveréis a ver las marcas amarilla y blanca.
El pequeño sendero se va cruzando de vez en cuando con una pista forestal principal hasta que llegamos a unos saltos de agua con vistas aéreas a las solemnes esculturas de piedra que el río va dejando a ambos lados. Unos pocos metros más adelante encontramos unas cuevas que dieron refugio a unos cuantos fugitivos durante la Guerra Civil española.
Seguimos descendiendo y pronto empezamos a escuchar el ruido de los coches de la carretera nacional que une Vic con Barcelona. Pocos metros más adelante llegaremos a la población de Figaró y a la estación de tren que da punto y final a esta fantástica excursión de 20 kilómetros. En total tardé unas 5 horas incluyendo todo tipo de paradas y reculando un par o tres de veces para coger el camino correctamente.
No todos los trenes de cercanía estacionan en el apeadero de Figaró. Es conveniente echar un vistazo a los horarios para planear bien la vuelta. En mi caso al llegar a la estación el siguiente tren pasaba una hora y media más tarde. Me armé de paciencia y me fui a pasear por el pueblo para tomarme un café y repasar las estupendas fotos de la jornada senderista.
Bones Alfons, veig que t’ho coneixes molt millor que jo. La veritat es que faig fer i refer la zona unes 3 vegades i certament em va costar arribar a Puiggraciós. En el moment que toca desviar-se de la pista forestal on passen cotxes. Es probable que hi haguessin branques o qualsevol cosa que no em deixes veure les marques perquè la veritat es que no em va ser gens fàcil. Apart d’aquest tram en concret, que ja et dic, pot ser algo temporal, la resta vaig trobar que estava perfectament indicada.
Només una petita observació: dius que el PR-33 no està ben senyalitzat en alguns punts, i jo en discrepo totalment. Ja m’agradaria tenir sempre tantes referències com hi ha en aquest sender. Ho dic perquè qui ho llegeixi pot pensar que és un lloc fàcil de perdre’s i això és fals. Les indicacions són molt bones i freqüents. A més, també hi ha senyalització vertical, tot i que hi ha una errada de quilometratge en un dels pals, ja que diu que falten 6 quilòmetres per arribar a Puiggraciós i, al cap de ben poc, hi ha un altre pal que indica que en falten 3. Aquest últim és totalmente correcte.
La resta està molt ben comentada.
És una excursió molt agradable i, si s’arreplega un dia clar, les vistes són espectaculars.