Franz Kafka no fue nunca botones o recepcionista en el Hotel Century Old Town de Praga, pero ni el famoso escritor fue siempre escritor ni el hotel fue siempre un hotel. El edificio de la calle Na Poříčí fue a principios del siglo XX la sede del Instituto de Seguros de Accidentes Laborales, y en lo que es hoy una de sus 174 habitaciones trabajó para ganarse el pan el genial literato, como investigador de siniestros y realizando otras tareas administrativas.
El hoy hotel se encuentra a un par de minutos de la Plaza de la República (Namesty Republiky) lo que sitúa a sus huéspedes, no tan famosos como Kafka, a menos de 10 minutos paseando de la Plaza Vieja de Praga que, con la torre de su reloj astronómico en una de las esquinas, es uno de los puntos más famosos de la ciudad.
De aspecto exterior neo barroco, una vez se entra en el edificio del siglo XIX lo que más me chocó fue la altura de sus techos, que casi daban para doblar el número de pisos, al menos interiormente. Vale, es un poco exagerado pero “eran altos”.
Frente a la zona de recepción se han ubicado varios sofás y mesas bajas como zona común en la que encontrarse antes de salir a recorrer la ciudad (cuando yo estuve, junto a la escalera se ofrecía Glühwein, vino caliente y aromático, para combatir el frío de quien llegaba de pasear por los mercadillos de Navidad de Praga).
La tarjeta magnética de vuestra habitación activa también el ascensor cuando este se encuentra en la planta baja. Recordadlo cuando entréis, porque la primera vez que apreté el botón para subir a mi piso me quedé extrañado durante varios segundos porque las puertas no se cerraban…
Mi habitación, la 310, estaba justo delante del ascensor pero o la puerta era muy buena o los clientes muy silenciosos (o yo me acuesto muy tarde) porque nunca me despertó ningún ruido procedente del pasillo (también ayudó que la cama fuera bastante cómoda).
Como era de esperar, tenía un mini bar de precios exorbitantes, útiles para hacerse café o té, secador de pelo, etc. He de destacar que la habitación daba a la calle, por donde, por cierto, pasa el tranvía, pero las ventanas aislaban el ruido (y el frío) del exterior y las cortinas dobles hacían lo propio con la luz.
Desayuno ligero Hotel Century Old Town Prague (c) avistu El desayuno, tipo buffet, estaba en la planta baja y contaba con un salón amplio, de aspecto clásico y en el que no desentonarían encopetadas damas sexagenarias a la hora del té. Desde él se apreciaba un jardín con mesas que en Diciembre era sólo refugio del ocasional fumador y que supongo que en verano sería un sitio agradable para desayunar.
Entre los bizcochos y bollería del desayuno, destacaba con un cartelito el Babovka (también llamado Bobka o Baba), “el preferido de Kafka”. Para antes del postre, había una buena selección de comida fría y caliente y un cocinero preparaba tortillas, revueltos y huevos fritos a gusto del consumidor. En alguna ocasión hice cola durante un par de minutos (el servicio tenía demanda) para asegurarme de que los huevos estaban fritos como a mí me gusta: con yema aún bien líquida (lo sé, cuando viajo y paso la mañana recorriendo una ciudad me aprovecho de lo que me ofrece el buffet).
En un próximo post, y por aquello de que a veces una imagen vale más que mil palabras, os presentaré, en forma de vídeo, el Hotel Century Old Town de Praga que con habitaciones dobles desde 80 Eur, es una opción recomendable cuando uno quiere alojarse en el centro de la ciudad en un edificio con encanto.
Si tu presupuesto no te lo permite, siempre puedes plantearte el alojamiento barato en el Hotel Rosemary, a unos cinco minutos caminando del Hotel Century Old Town de Praga. No olvides que en la ciudad hay habitaciones para todos los gustos y bolsillos.
(Nota: si este post no tiene ninguna foto de la habitación o el exterior del hotel es porque no he conseguido encontrar ninguna de las que le hice. Pasa en las mejores familias.)
Ayer volví de Praga y me alojé en este hotel, es magnífico, recomendable y sin duda repetiría si volviera á la ciudad. Yo si que tengo fotos pero no se si puedo subirlas aquí.un saludo.
Muchas gracias, Paco.
Un saludo,
J
No lo sabía, qué interesante.
Saludos del blog de viajes
El LoBo BoBo
Muchas gracias, Luis. Parece que la obra y la vida de Kafka dan para mucho :)
Un saludo,
J
Gracias, Juanma. Yo a tanto como el idioma no llego pero que Praga es una ciudad a la que me encanta volver lo afirmo con rotundidad :)
Un saludo,
J
Que bueno ver posts de Praga, que es la ciudad donde vivo. No sabia apenas nada de esta curiosidad kafkiana! Gracias.
Muy buena entrada.Me encantó la foto del cartel, yo compré una como souvenir. Estuve estudiando alli tres meses y me enamoré de la ciudad, de sus tranvías, incluso del idioma!! Visitad mi blog(mochilerosalvaje.blogspot.com.es ) es muy reciente,pero pienso escribir sobre Praga esta semana!