¿Qué necesitas saber la primera vez que decides viajar en un crucero? Te damos varias recomendaciones y consejos de la mano de Fran Camino, de Waves and Wind, un experto en cruceros que ha pisado más cubiertas que Di Caprio platós de cine.
Vale. Lo sé. Vacaciones en el Mar era muy “moñas”. Pero desgraciadamente aún se extiende su influencia de forma letal en la mente de los primeros cruceristas, dejando un tufillo insufrible de tópicos que en el sector cuesta mucho trabajo superar.
Supongamos que un primer crucerista ha superado la idea preconcebida de que es algo elitista. Ha ido a la agencia, ha flipado con las ofertillas, y tras haber encajado todas las piezas de qué crucero le conviene sale, todo orgulloso, de la agencia.
Cielos….¡me voy de crucero!.
Nuestro protagonista ha navegado en foros, y habrá descubierto que los cruceros son una opción vacacional como otra cualquiera, en donde tampoco son necesarios demasiados aspavientos de postureo, ni el baúl de la Piquer para “lucir” palmito.
Llega el gran día, vamos al puerto, miramos a la enorme nave y tenemos mariposas en el estómago. Enfilamos la pasarela, y cuando entramos en el barco, nos entra un sudor frío, y miedo escénico. ¿Quién me habrá mandado meterme en este berenjenal?
¡Relájate…no te bajes!. Todo irá como una seda. Déjate llevar. Sin embargo, crucerista novato e impresionable, hay cinco cosas que deberíamos hacer antes de que el “bicho” zarpe.
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Explora tu entorno
Hoy en día, domina la máxima, o por lo menos en los cruceros más populares, de “grande es mejor”. A ver, no piense mal. Me refiero al barco.
Los costes mandan, y las navieras les sale rentable el meter a más pasajeros en el menor espacio posible.
Muchas veces nos encontramos con inmensos barcos, decenas de cubiertas, pasillos, espacios públicos con los que conviene familiarizarse, para no perder el tiempo buscando como ir de un punto A a otro B. No es cuestión de ir echando migas de pan como Pulgarcito para encontrar el camino, pero reconozco que al principio es algo confuso. Un plano, y a explorar.
No corras al buffet como un poseso
Los embarques suelen comenzar a la hora de comer. ¿Dónde suele ir todo el mundo?.
A atestar el buffet o restaurante.
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La máxima en un barco es: “si la masa va un lado, yo voy a otro”. O sea, si estas en barco español, intenta pedir el turno de cenas anglosajón. Y si todos se aprietan en un mismo espacio, intenta resolver asuntos esenciales para tener una buena estancia a bordo, y que no te supere la improvisación.
Registra tu tarjeta de crédito
Si no lo has hecho ya en el check in, antes de entrar en tu barco, debes registrar su tarjeta de crédito en la recepción.
Pincha aquí para hacer tu reserva.
Conviene saber que no hay pagos en metálico a bordo. Se te entregará una tarjeta magnética que sirve de llave y además, se usa como tarjeta de crédito para pagar tus gastos a bordo.
Registrar tu tarjeta permite hacer que tus gastos a bordo se carguen directamente. Suelen hacerlo todos los pasajeros después de la primera comida, y antes de zarpar, formándose colas.
No es obligatorio; pero registrar la tarjeta es la forma más rápida de que los gastos vayan a tu cuenta, sin hacer molestas colas para pagar el último día de tu crucero. Se te entregará un extracto de gastos la noche anterior y deberás comprobar que son correctos.
Por eso, es importante que guardes todos los recibos que te irán dando al comprar algo, pagarte tu bebida, o contratar cualquier servicio.
Reserva las excursiones
Si eres de los que no quieren ir por tu cuenta en las escalas, y quieres la seguridad de las excursiones organizadas por el barco, aunque sean más caras conviene que decidas cuanto antes cuales contratar.
Mucha gente suele reservarlas por internet, pero si no lo has hecho al llegar, coge un formulario de excursiones que encontrarás en la cabina. Debes cubrirlo y entregarlo en el mostrador de excursiones, usualmente situado al lado de la recepción.
No esperes; tus excursiones favoritas pueden acabarse, y piensa que hay de tiempo límite, por término medio, unas 48 horas antes de cada escala.
Familiarizate con el “programa de a bordo”
La noche anterior se te entregará un diario para el día siguiente, en donde vienen las actividades que podrás realizar, horarios, horas de atraque y cuando zarpa en la escala siguiente, ofertas del día, del SPA, etc.
Programa la citas del Spa. Recuerda que los precios son más altos en días de navegación y más baratos cuando hay escalas. Si tu crucero es de tradicional sistema de turnos, visita tu mesa asignada y haz posibles cambios con el maitre.
Casi todos los cruceros, salvo los de lujo, y en un par de excepciones las bebidas no están incluídas. Comprueba, tras mirar el precio de las bebidas en bares y restaurantes, si te compensa contratar los packs de bebida o te sale a cuenta comprar bebida por bebida.
Reserva espectáculos que requieran turno, o las cenas en los restaurantes especiales (si los hay).
Deshaz la maleta cuanto antes
El equipaje se entrega un par de horas después de tu llegada, en tu camarote. Usualmente, entre el simulacro obligatorio y la hora de zarpar el barco. Ya que las planchas están taxativamente prohibidas a bordo, por cuestiones de seguridad, y el planchado tiene cargo (salvo en los pocos barcos en que hay lavandería automática), deshaz la maleta cuanto antes.
Si hay arrugas rebeldes, se suelen pasar colgando las prendas en el baño cuando tomes una ducha muy caliente. Es un truco de experto que no falla.
Pon especial cuidado en no dejar objetos de valor sin guardar. Fija una clave para tu caja fuerte.
Deshacer tu maleta antes de zarpar es importante, para subsanar posibles olvidos y poder ir a tierra antes de marchar.
Aunque las tiendas del barco tienen una selección de “esenciales”, el surtido no es especialmente amplio. Cargador, medicinas, pastillas anti mareo, alguna prenda, o simplemente tu medicación. Compruébalo tan pronto tengas tu maleta en tu poder.
Ya estas listo para que tu crucero de ensueño zarpe.
Apaga los “datos móviles” de tu teléfono, ya que las operadoras marítimas tienen tarifas desproporcionadas y te pueden “crujir”.
Sube triunfalmente a cubierta: ya has dominado los primeros momentos de confusión. Con un tu bebida favorita, contempla el momento más excitante de cualquier singladura. Mira al horizonte, mientras que la quilla corta las olas como mantequilla, y buen viaje.
Pero cuidado. Es una experiencia altamente adictiva.
Aviones, barcos y cruceros corren por las venas de Fran Camino. Tras trabajar en el sector de aviación, y colaborar con medios como CadenaSer Viajes, El Correo Gallego, Infocruceros y Cruceros & Destinos vuelca sus experiencias personales en Waves&Wind, un blog misceláneo con una visión peculiar y personal del mundo de la aviación, turismo y sobre todo cruceros. Tras casi 300 cruceros realizados, todavía se emociona con el olor a mar, y los colores marinos.