
Para quien tiene alma viajera el hecho de acabar de ver Diarios de motocicleta en la 2 y estar escuchando la gran banda sonora que Eddie Vedder -vocalista de Pearl Jam– creó para la película Into the Wild -ni ganas de saber en qué esperpento tradujeron el título original en España- es tan peligroso como colocar delante de un adicto a los after hours unas pastillitas de colores y decirle que una de ellas te transporta a Matrix o el Mundo de Oz, que ,para el caso, lo mismo da.
Acabo de regresar de pasar 8 meses con la mochila a cuestas por medio Mundo, así que éso me salva de agarrar el mapa mundi y empezar a pensar en desiertos,bosques, ríos, mares y gentes -sobre todo gentes- que me esperan en la ruta de la vida. A ver, pensarlo lo pienso, pero aún no es el momento de partir de nuevo.
Así que, en lugar de éso, y como tratamiento placebo para el mono viajero, he pensado en coger mi portátil y escribir este artículo para animar, por enésima vez, al personal a coger la mochila y hacer realidad ese sueño que ha estado rondando vuestras cabezas desde que veíais películas como La Misión, con esas cataratas de Iguazú imponentes, Diarios de motocicleta, con el Ché descubriendo su continente y a sí mismo, o incluso Los Goonies, ¿o es que nadie ha querido meterse en una gruta llena de trampas para descubrir un viejo barco pirata lleno de tesoros?.
Así es el ser humano: curioso, en muchos casos imaginativo -hay que tener mucha imaginación para cuadrar los balances de las Cajas de Ahorros sin que nadie se dé cuenta del temita real-, atrevido -aquí entra la gente imaginativa que se atreve a salir del Consejo de esa Caja con una indemnización suficiente para comprar un equipito de Segunda y tenerlos jugando en el salón de casa- y con tendencia a someterse a estrés y obligaciones que en realidad no desea.
Con el paso del tiempo ese sueño que tenías se va enfangando y enterrando bajo trabajos que no nos llenan, jefes que quieren hacer de ti un lemming, lemmings que te dicen que mola ser uno de ellos; hipotecas cuerda, que son las que te atan con la fuerza de cien gigantes a un sitio del que algún día puedas llegar a aburrirte -¿cuándo verá la gente que vivir de alquiler no es pecado capital?-; familia y obligaciones.
Y así pasa la vida y sigues viendo a Jesús Calleja coronar montes en la Patagonia chilena, a los españoles por el Mundo -aunque éstos están en su mayoría tan asentados como tú pero en otro país- abrirte puertas a ciudades que te habría gustado ver, a Bear Grylls sobreviviendo en junglas de Borneo con un mondadientes, un globo de Ronald Mc Donalds y un alfiler y aún te pillas el paquete digital para poder flagelarte con el canal de National Geographic. Y tú ahí, sentado en el sofá dejando escapar algún «hostia! Qué pasada de paisaje!…¡Qué aventura!…Algún día yo…»…Algun día yo…¡Algún día yo mis cojo…!.
Lo que hay que hacer es apagar la tele, coger un mapa y empezar a planear la ruta que quieres hacer. Empezar con aquellos países que siempre soñaste cuando veías todas esas películas de aventuras o los documentales de la 2, o leías libros sobre tierras lejanas o lo que sea que te hacía soñar cuando aún te sentías totalmente libre a la hora de tomar decisiones y cumplir sueños.
Si tienes una familia a la que mantener, un trabajo decente que te gusta y necesitas, casa que pagar y demás… Lo entenderé. Pero si estás en un momento de tu vida en que las obligaciones te las estás imponiendo tú mismo empujado por lo que parece normal en esta sociedad y, por supuesto, si has soñado con ver el Mundo, conocer culturas y gentes distintas, encarar aventuras que no sabes dónde te llevarán y has idealizado una ruta perdida en el corazón del Mundo…Ahorra un poco de pasta, mándalo todo a tomar por culo y vete a cumplir tus sueños.
La crisis de los 35 -que cumplí hace 2 días-, mi pasión por la aventura, Motorcycle Diaries y Eddie Vedder y su canción Rise -entre otras- tienen la culpa de que haya salido esta arenga al viajero a la luz a las 2.30 de la mañana. ¡Que los asentados me quemen en la hoguera por hereje nocturno y alevoso!.
Bueno, me voy a dormir y os lo dejo para daros ideas insidiosas en un Martes cualquiera de una vida que no tiene por qué ser ordinaria. Aquí os dejo una canción que inspira. ¡Haced click en el link!. Aconsejo ponerlo a todo volúmen en la oficina.