El año pasado fui invitado a Segovia para conocer un concepto relativamente nuevo de cooperación entre alojamientos y una empresa dedicada a hacer la vida más fácil a aquellos que gustan de salir de vacaciones para descubrir un nuevo lugar a lomos de su querida bicicleta.
La empresa en cuestión se llama Bikefriendly y, gracias a ellos y el magnífico hotel Barceló Monasterio de Boltaña, de 5 estrellas, este año he tenido la suerte de poder realizar otro intenso viaje cicloturista en la preciosa comarca aragonesa de Sobrarbe.
¿Qué es Bikefriendly?
Decir que Bikefriendly es una empresa que se dedica a adecuar distintos hoteles, casas rurales y demás establecimientos para que puedan satisfacer las necesidades de los cicloturistas es quedarse muy corto. Bikefriendly va mucho más allá. Es un grupo de personas de gran humanidad. Gente a la que merece la pena conocer.
En mi anterior experiencia en Segovia, conocí a Rut Farrés (socia fundadora), Luis Poch (más conocido como «Chipi») y Carlos Avellana. Me parecieron de esa clase de personas que irradian energía positiva a raudales y se portaron genial con nosotros.
Este año repetí con Chipi y Carlos, dos grandes entre los grandes, y conocí al super crack de Raúl Villacampa, también socio fundador y una de esas personas con un positivismo, un carisma y un afán de superación que le hace brillar entre los demás.
Durante este año, Bikefriendly ha madurado como empresa, ayudada por el auge imparable del cicloturismo, no sólo en España sino en toda Europa. Ya cuenta con más de 200 hoteles, repartidos por toda la geografía española, adheridos a su sello de calidad. Ellos asesoran a los establecimientos para la inclusión de lugares donde poder guardar las bicis, talleres de reparación, estación de lavado, elaboración de rutas cercanas al hotel, etc.
En el caso concreto del hotel Barceló Monasterio de Boltaña, los servicios incluidos van un paso más allá y por ello forma parte del grupo Special Seven de Bikefriendly. Se otorga el sello Special Seven cuando el establecimiento cuenta con servicios muy específicos destinados a deportistas, como gimnasio, spa, transporte de equipaje, información de la meteorología diaria, servicio de prensa especializado, etc.
Además, también actúan como agencia de viajes para aquellos que buscan descubrir nuevos parajes montados en bicicleta, sea cual sea su nivel.
En otros artículos os contaré mi experiencia sobre la bici por los espectaculares paisajes de la comarca de Sobrarbe, un paraíso natural que desconocía. Pero antes, os descubriré los secretos del gran hotel Barceló Monasterio de Boltaña.
Hotel Barceló Monasterio de Boltaña
En pocos hoteles de España (o del mundo) tendrás la experiencia de estar tranquilamente sentado en un cómodo sofá situado en un claustro monacal del siglo XVII y verte sorprendido por un monje de los Carmelitas Descalzos que viene a contarte la historia del monasterio en el que te encuentras. Eso fue lo que me sucedió una noche de sábado en el Barceló Monasterio de Boltaña.
Historia del hotel
Este hotel Barceló Monasterio de Boltaña se halla en un emplazamiento especial, rodeado de naturaleza salvaje y antiguos pueblos de piedra. Al encontrarse protegido por la cordillera pirenaica, los vientos del norte se ven frenados y el valle, por donde discurre el bello río Ara, disfruta de un microclima soleado de corte mediterráneo.
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Esas fueron las razones que atrajeron a las primeras tribus que se asentaron en la zona y también a los religiosos que fundaron el monasterio, en el siglo XVII, sobre una vieja ermita.
Los frailes trabajaron las fértiles tierras del valle y se dedicaron a la oración en la iglesia barroca que aún puedes visitar en el hotel actual. El claustro antiguo es el corazón del edificio, existiendo en su centro un patio cuadrangular, rodeado de dos pisos en galería abovedada.
Tras la famosa desamortización de Mendizábal, en la primera mitad del XIX, el monasterio pasó a manos de ganaderos y agricultores.
Sin embargo, en 1920 le esperaba una nueva vuelta de tuerca, pasando a convertirse en sanatorio para tuberculosos de la mano del doctor aragonés Isaac Noguera. Fue dispensario de medicinas antes de transformarse en albergue para ser vendido, finalmente al grupo Barceló, restaurándolo para obtener el magnífico resultado que podemos ver hoy en día.
El hotel Barceló Monasterio de Boltaña, de 5 estrellas, abrió sus puertas al público en el año 2005, unos 400 años después de que unos monjes decidieran vivir en este remanso de paz y naturaleza.
El hotel actual
Ya seas cicloturista o hayas llegado aquí en tu coche para visitar con él la zona, el hotel Barceló Monasterio de Boltaña es la opción de mayor calidad en toda la comarca.
Si perteneces al primer grupo, te encontrarás con un lugar donde dejar la bicicleta, que además cuenta con herramientas específicas para reparar cualquier avería, recambios, revistas, mapas de rutas de distintos tipos y niveles de dificultad, … Y mucho más.
Y si perteneces al segundo, aparca tu coche y disfruta de las magníficas instalaciones del hotel.
El Barceló Monasterio de Boltaña dispone de 96 habitaciones y 40 villas de 42 metros cuadrados, con vistas a los Pirineos y al bravo río Ara. Está totalmente mimetizado con la naturaleza que le rodea, pudiendo caminar 10 minutos hasta Tierra Blanca, uno de los principales puntos de baño en el que las gentes de Boltaña disfrutan de las frías aguas del Ara en el caluroso verano.
Tiene distintos tipos de habitaciones y algunas de ellas ocupan las antiguas celdas de los monjes de la orden. Pero tranquilos, no encontraréis un duro camastro y una palangana en su interior, habiendo sido remodelado con gran gusto.
Las habitaciones de categoría superior disponen de ducha de hidromasaje, siendo la Deluxe y Junior Suite algo más grandes y las villas como pequeños bungalows, perfectas para parejas o familias.
Si quieres disfrutar de las instalaciones del hotel al máximo puedes comer o cenar en sus 4 restaurantes y bares, degustando deliciosos platos basados en los ingredientes de alta calidad de esta tierra. Carnes de reses criadas a pocos kilómetros, pescados de río y verduras de las fértiles tierras del valle.
Ahora que llega el verano, si no quieres bajar al río, siempre podrás refrescarte en la piscina al aire libre.
Tras tanto pedalear, lo primero que hice al llegar fue meterme en el spa del hotel. Piscina de chorros, saunas, duchas de distinto tipo, hidromasajes, piscina de agua fría (es la que más utilicé para relajar las piernas) y masajes a la carta. ¡No todo iba a ser sufrir en las rampas de la montaña!
El hotel Barceló Monasterio de Boltaña también cuenta con salas de reuniones, gimnasio y la antigua iglesia del siglo XVII, donde se pueden celebrar bodas con capacidad de hasta 220 invitados.
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Como todo antiguo monasterio que se precie, no podía faltar una habitación con cierto misterio. La 1106, antigua celda de uno de los frailes a la que se podía acceder directamente desde la iglesia, es la elegida. Dicen algunos que se han escuchado voces en la noche. Seguramente les dirían que se quedasen algún día más disfrutando de este maravilloso hotel situado en un entorno inmejorable.
Hola Rut!
Yo lo he pasado genial, aunque esta vez sufrí algo más sobre la bici!jajaja. Nos vemos en la próxima! Dale un abrazo a Raúl de mi parte!
¡Hola David ! Me dicen mis compañeros de Bikefriendly que ha sido todo un placer trabajar contigo este fin de semana, muchas gracias por tu amabilidad.
¡Nos vemos en la próxima! ;)