La isla de Chiloé es un paraíso de tranquilidad y bellos paisajes que permite al viajero elegir entre tener unos días de relajación o realizar cortos o largos trekkings en hermosos parajes naturales.
Nosotros cruzamos de Argentina a Chile a través del paso próximo a Villa la Angostura en un bus que nos llevó de esta pequeña localidad argentina hasta Puerto Montt por 80 AR$. Desde allí tomamos otro vehículo de la compañía Cruz del Sur que te lleva en unas dos horas y media a la ciudad de Ancud, capital de la zona norte de la isla. El bus, sin siquiera detenerse, se mete directamente en un ferry de la misma compañía que te lleva de Pargua a Chacao. Después queda otra media hora hasta Ancud.
Al llegar a la terminal de Cruz del Sur -hay más de una terminal de bus en la ciudad y, dependiendo de dónde quieras ir, deberás ir a una u otra- nos recibieron un par de chicas que nos ofrecieron alojamiento en una casa de huéspedes. Como no teníamos nada visto y era Domingo por la tarde, decidimos echar un vistazo al lugar y regateamos un poco el precio hasta dejarlo en 4.000 pesos chilenos la noche en una habitación medio cutre pero para nosotros tres.
Ancud es una localidad más bien pequeña, de unos 40.000 habitantes que se dedican a la pesca y trabajar el campo y, en menor medida, a la explotación turística. Sus puntos de interés son el pequeño fuerte de San Miguel, el polvorín y su mercado artesanal.
Para comer disponéis de una amplia oferta de restaurantes alrededor del mercado artesanal -donde además se encuentra la oficina de turismo- aunque yo os recomiendo que paséis de ellos y comáis en las famosas cocinerías que ofrecen un reducido menú de sabrosas y baratas comidas caseras.
Una visita alternativa que parte desde la misma ciudad es el tour a la pingüinera de Puñihuil. Se encuentra a tan sólo 25 kilómetros al suroeste de la ciudad y un bus os llevará allí por unos 2.000 pesos ida y vuelta. Preguntad de qué terminal parte el bus porque no es la de Cruz del Sur. Después un bote os llevará a recorrer la costa en busca del avistamiento de pingüinos. Dependiendo de la gente que consigáis reunir el paseo os saldrá por unos 3.000 ó 4.000 pesos, pasando un día entretenido por unos 10 euros al cambio.
Nosotros nos quedamos un par de noches allí y salimos rumbo a Cucao, esquivando Castro, una decisión que a la postre resultó muy acertada. Os contaré sobre el bello Cucao en cuanto encuentre otro hueco para narraros las cosas de este gran viaje. Un saludo desde La Serena, en Chile.
Otro lugar agradable de visitar es Queilen, con extensas playas de arena, frente al volcan corcovado y con las mejores playas de baño de la isla de Chiloé.
saludos. Los esperamos!
El fuerte se llama San Antonio