No tenía constancia de la fiesta de las luces en Lyon –Fête des Lumières, en francés- hasta que unos amigos me animaron a acompañarlos hace unos años para presenciarla. En ese momento me añadí a la masa de 4 millones de personas que sí tenían constancia y se dieron cita en la ciudad francesa para presenciar un sorprendente espectáculo de luces y sonido que viene repitiéndose, ni más ni menos, que desde el año 1889.
El evento dura cuatro días y en esta ocasión empieza el próximo jueves 6 y se alarga hasta el 10 de diciembre. Durante su celebración los edificios más representativos de Lyon se transforman y cobran vida propia a través de imágenes proyectadas sobre ellos y la música los acompaña y nos sumerge en un espectáculo inédito.
En esta ocasión se realizan un total de 41 proyecciones de todo tipo diseminadas por las calles de Lyon.
En la oficina de turismo podéis recoger una guía gratuita con la que podéis seguir en un mapa cada uno de los espectáculos que más os llamen la atención. Asimismo, la organización creó una aplicación en móvil tanto para Android como para iphone con la misma información.
Las escenificaciones más espectaculares suelen tener lugar en los edificios y plazas más emblemáticas de la ciudad siendo las zonas de Bellecour y el Ayuntamiento los lugares donde no podréis dejar de abrir la boca de asombro.
Pasear por Lyon en diciembre durante la noche tiene el handicap del frío con temperaturas cercanas a los 0 grados. No obstante, existe un remedio que nos salvará del frío y lo encontraremos en cada esquina: el vin chaud, el vino caliente que a una media de 2 euros nos levantará el ánimo y calentará los motores para seguir disfrutando del espectáculo. Vendría a ser una especie de sangría caliente a la centro-europea al estilo de la que encontramos en los mercadillos de navidad en Alemania y Austria con especies y frutas.
El plato fuerte suele estar todos los días en la plaza del Ayuntamiento. Aunque penséis que va a ser imposible por la gran afluencia de gente en los lugares más emblemáticos, no desistáis. Aunque las calles centrales de Lyon se encuentran plagadas de gente, la organización y la civilizada compostura de los visitantes sorprende gratamente y permiten pases de varios minutos por grupo y suele ser bastante rápido.
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El espectáculo de la plaza del Ayuntamiento fue probablemente el más bonito de los que vimos cuando visitamos Lyon durante la Fête des Lumières. A través de dos grandes edificios se proyectaron escenas del famoso Principito del autor insigne de la ciudad de Lyon, Antoine de Saint-Exupéry. Una preciosa representación de imágenes ambientadas con música.
En esta edición de 2018, La Fiesta de las Luces presenta varias obras destacadas. Entre ellas, Abbys que se efectuará en la plaza Louis Pradel y está basada en la temática marina con una representación interactiva jugando con las profundidades del mar.
La Catedral Saint-Jean se veestirá de poemas visuales con flores y tapices de distintos colores y texturas. Por otro lado, en la Place Antonin Poncet, los artistas Helen Eastwood y Laurent Brun ofrecerán un espectáculo en el que todos están invitados a participar.
Si estáis cansados de fiestas tradicionales donde hay poco más que alcohol y buscáis una propuesta más cultural, os irá bien una buena cura de espíritu disfrutando de una fiesta civilizada y llena de originalidad. Muy recomendable. Sin duda, una de esas fiestas que no me importaría repetir en otra ocasión.
Yo tampoco tenía constancia de esta fiesta hasta hace poco, la verdad. Me sorprendió leer que es la más multitudinaria de toda Francia, quizá sea porque Lyon no es tremendamente turística entre los españoles. La fiesta tiene además mucha historia, no es un invento moderno: desde 1643 que se celebra de forma más o menos pomposa, para los habitantes de Lyon es un día muy importante.