Una visita a Bilbao generalmente se convierte en un viaje centrado en conocer la capital vizcaina pero, ¿sabías que a poca distancia de Bilbao tienes unas playas estupendas y unos acantilados esperándote? Sin duda, visitar los acantilados de Sopelana es una escapada muy recomendable para escapar de las masificaciones y disfrutar de la naturaleza.
A apenas 20 kilómetros de distancia del museo Guggenheim en Bilbao encontramos con la costa de Sopelana. Un espectacular contraste con el cemento que la salvaje naturaleza aporta al viajero. A lo largo de su litoral descubriremos un precioso paisaje que alterna playas y acantilados. Un entorno ideal para alternar la visita cotidiana por las calles de Bilbao con la práctica del deporte como el senderismo, el surf, parapente, la bicicleta o simplemente vegetar sobre la arena de la playa.
En Sopelana existen cuatro playas, algunas con un fuerte oleaje como las de Barinatxe y La Salvaje ideales para el surf. No obstante, es conveniente tener un nivel medio avanzado ya que la fuerte corriente nos puede hacer alguna mala pasada con las rocas.
Al otro lado de las imponentes paredes de Sopelana nos encontramos con las playas nudistas de Arrietara y Atxabiribil. Se encuentran más recogidas entre los acantilados de Sopelana.
Por lo alto y dominando las playas y el océano encontramos un estupendo paseo rodeando los acantilados que puede hacerse en bicicleta, corriendo o realizando un tranquilo paseo con la cámara en mano.
Realizamos un tranquilo paseo por los acantilados hasta llegar a un antiguo búnker con vistas privilegiadas al litoral vizcaíno. El recorrido se extiende desde Punta Galeo en Getxo hasta Sopelana disfrutando de las vistas a las playas y los acantilados. Tras el paso del tiempo el mar retrocedió y dejó un singular escenario donde las rocas oscuras y sesgadas dan paso a playas apaciguadas protegidas por los imponentes paredes de Sopelana.
Millones de año han perfilado el atractivo litoral de Sopelana. La orogénesis y las caricias del oleaje durante todo ese tiempo han ido esculpiendo un paisaje que en días soleados os dejará la batería de la cámara en mínimos. La piedra sesgada, los relieves de distinta capa y piel, los fósiles de conchas milenarias tomando el sol e incluso restos de antigua lava que todavía dibuja los trazos de la roca. La geología choca contra el oleaje de la playa para abrirte los sentidos.
Os recomiendo pasaros por la Oficina de Turismo de Sopelana. Nos unimos a ellos en paseo guiado por los acantilados y las playas con un enfoque especial en la geología. Ideal para conocer el entorno, tomar conciencia del lugar que estamos pisando y encontrar las zonas más fotogénicas de los acantilados y las playas.
Cómo llegar a Sopelana
Desde Bilbao se puede llegar a Sopelana a través de la A-8 o la N-637 en dirección a Getxo. Desde Getxo se sigue por la BI-637 siguiendo el corredor de Uribe Costa hasta llegar a Sopelana.
La línea L1 de metro une el centro de Bilbao con Sopelana en un trayecto de apenas 36 minutos desde el Casco Viejo con una abundante frecuencia de trenes.