Si estás harto del calor y de la asfixiante humedad del sudeste asiático lo mejor que puedes hacer es largarte unos días a las Cameron Highlands.
Desde Georgetown tomamos un bus privado que nos recogió en el hotel a las 8 y a las 12 ya estábamos instalados en el pueblo de Tanah Rata en plena zona de las Cameron Highlands bajo una agradable temperatura de 20 grados.
El bus nos salió algo más caro que el transporte público -55 ringits- pero valió la pena por su comodidad y el cachondeo que se traía el simpático conductor con el que charlamos durante el viaje.
El tipo de turismo que se respira en las Cameron Highlands es bastante diferente del que habitualmente encontramos a lo largo del sudeste asiático. En esta zona montañosa de Malasia la gente acude a realizar los múltiples trekkings que existen y, por norma general, los restaurantes y estantes de comida cierran sobre las 10 de la noche, cosa que nos sorprendió acostumbrados a comer o beber por Kuala Lumpur o Georgetown hasta bien tarde.
En el corazón de Malasia se extienden las montañas de Cameron Highlands. Un paisaje que une la jungla, las extensas plantaciones de té a modo de enormes alfombras y un paisaje alpino con picos de casi 2000 metros de altura.
Trekking por las Cameron Highlands
Las variables para realizar trekking en las Cameron son múltiples con rutas aptas para todos los públicos.
Las opciones de alojamiento se engloban en las poblaciones de Tanah Rata, Ringlet y Bringchang. Estas se concentran en pocos kilómetros y la carretera que las une extiende pequeños brazos que se convierten en senderos donde descubrir los secretos de sus bosques y picos. Concretamente existen 14 caminos señalizados con variantes que podemos unir para realizar jornadas diarias donde alternar cascadas, picos, vistas a las plantaciones de té o agradables paseos por el interior de la espesura.
Los caminos están debidamente señalizados aunque algunas variantes han sido literalmente devoradas por la naturaleza. Es el caso del camino 11 y 12, al menos, durante el mes de agosto de 2013.
Nosotros optamos el primer día por el camino 4 que nos acerca a la cascada Parit y el camino 8 que transcurre por el bosque y nos deja a los pies de la cascada Robinson. Ambas -las cascadas- no son gran cosa pero el camino por el interior de la espesa jungla se hacen realmente agradables.
En nuestro segundo día optamos por el camino 10 que nace justo tras los apartamentos Oly y emprende una ascensión hasta la montaña Gunung Jasar (1.660 metros). Queríamos seguir por el camino 12 para llegar a las granjas de fresa pero las lluvias se habían comido el camino y no tuvimos más remedio que volver atrás.
A pesar de encontrarnos en agosto -temporada seca de la zona- nos llovió casi todos los días y las nubes nos impidieron de disfrutar de extensas vistas a las valles de Cameron Highlands. Llovía por la tarde y noche así que por las mañanas pudimos hacer nuestras excursiones sin que la meteorología afectara nuestros planes.
Visita a las plantaciones de té
En una de nuestras jornadas por la zona nos unimos a un tour para conocer otras áreas de la zona. En la calle principal encontraréis varias agencias que básicamente ofrecen los mismos transfers a otros destinos turísticos y excursiones. Nosotros nos quedamos con Sharmila, la chica que nos cayó más simpática en una pequeña oficina en la estación de autobuses que resultó trabajar por la compañía Titiwangsa.
Pincha aquí para hacer tu reserva.
Por 40 ringits por cabeza -podríamos haber regateado un poco, la verdad- nos llevaron a conocer las plantaciones de té, la espectacular jungla de Mossi, la fábrica de té de Boh y nos dejaron en el Forestry Department para realizar uno de nuestros trekkings-. El guía era de origen indio y se notaba la pasión con que nos describía el escenario. Curiosamente, el guía resultó ser el marido de Sharmila y la idea nos encantó.
Las plantaciones de té, al estilo de las viñas o las plantaciones de arroz, ofrecen un bello escenario, como si se tratara de una extensa alfombra verde sobre el paisaje. De cerca, la planta de té no es más que un simple arbusto sin encanto especial. En cambio, desde la distancia, ofrece un espectáculo precioso serenando el perfil de las montañas con su repetitiva armonía.
Los currantes en los campos de té mayoritariamente proceden de Nepal y Bangladesh; hoy en día los trabajadores más baratos del mundo. Se instalan en la zona y por un bajo salario trabajan la temporada de recoleta. Los locales prefieren otros trabajos mejor remunerados como el turismo.
Ya entrados en el siglo XXI, en Malasia ya no se recoge a mano como antaño a excepción de zonas con laderas muy pronunciadas. Existen máquinas que cortan el té con más rapidez y luego se procesan en la fábrica para su consumo final.
Donde comer y masajes de pie
Durante nuestra estancia de tres noches por las Cameron Highlands, por la tarde y noche paseábamos por la única calle de Tanah Rata. Al cabo de tres días se nos hizo algo cansina pues no hay mucho que ver y los restaurantes terminan siendo un tanto repetitivos. Encontraréis comida india (la más barata) y china a lo largo de la única calle del pueblo. Nuestro restaurante preferido terminó siendo el Dinasti Tang, sin terraza pero con unas estupendas sopas Tom Yam.
Asimismo no perdimos la oportunidad para pegarnos un buen masaje de pies en un centro especializado en la zona más sufrida del cuerpo cuando te dedicas a realizar trekkings diarios. Nos fue de maravilla y por una hora apenas pagamos unos 60 ringits por cabeza.
Otras lecturas en Viajablog | Experiencia de David en las Cameron Highlands
Como fuiste a cameron para hacer el trekking? No me refieron al pueblo, si no a la jungla. Siempre con agncia de tours o en bus publico, taxi, etc…