A unos 70 kilómetros de la bella sierra de Gredos y algo más de un centenar de Madrid, unas murallas casi milenarias custodian una de las joyas medievales de España. Ávila es una de esas urbes que son capaces de hacerte sentir que no solo viajas en el espacio, sino también en el tiempo. Esa es la sensación que experimentas cuando caminas por las calles de su barrio judío o cuando te encuentras frente a su catedral, la basílica de San Vicente o el convento de Santa Teresa de Jesús, una de las personalidades históricas más conocidas que ha dado Ávila. Es complicado gozar de las muchas cosas que ver en Ávila en un día, pues sus numerosos tesoros patrimoniales, arquitectónicos e incluso gastronómicos merecen la pena ser disfrutados con mayor tranquilidad.
Y es que por alguna razón Ávila se halla entre las 15 ciudades españolas que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Descubre los muchos encantos de Ávila con un magnífico tour gratuito guiado por un experto en la ciudad. Puedes reservarlo aquí:
Sin embargo, si tan solo tienes 24 horas para explorar la ciudad, te intentamos ayudar con esta ruta que pasa por los auténticos imprescindibles de Ávila.
Índice de contenidos
Cómo llegar a Ávila
Sin embargo, antes de poder disfrutar de la ruta para ver Ávila en un día, hay que llegar al destino.
Decenas de miles de personas visitan Ávila cada año desde Madrid. Si ese es tu caso, debes saber que para ir de Madrid a Ávila (si no tienes coche propio o no lo quieres utilizar) tienes tres opciones:
- El tren de media distancia: parte de la estación madrileña de Príncipe Pío, cuesta unos 20,30 euros el billete de ida y vuelta y te lleva a tu destino en algo más de hora y media (de media). Hay casi un servicio por hora entre las 06.40 y las 21 horas.
- El tren regional: en este caso, deberás cogerlo en la estación de Madrid – Chamartín. Tarda casi dos horas y sale por 14,20 euros el billete de ida y vuelta. Tan solo hay 3 servicios diarios.
- Autobús: la compañía Jiménez Dorado se encarga de llevar a la gente de Madrid a Ávila por unos 14,50 euros, el billete de ida y vuelta. El trayecto lleva unos 80 minutos aproximadamente.
Si estás en Madrid y quieres visitar Ávila, aquí tienes estas excursiones con guías profesionales y con muy buenas recomendaciones de sus usuarios:
Consejos para viajar a Ávila
- Las mejores épocas para visitar Ávila son a principios del otoño y la primavera.
- Recuerda que Ávila es la capital de provincia española situada a mayor altitud (unos 1.130 metros sobre el nivel del mar), así que no olvides llevar prendas de abrigo si la visitas entre los meses de octubre y marzo.
- En invierno puedes tener la suerte (o no) de ver Ávila cubierta de nieve. Es una estampa preciosa, pero a veces puede ser demasiado. No olvides consultar el parte meteorológico si vas a viajar en esas fechas.
- Aunque el autobús es más rápido, se viaja mucho más cómodo en tren desde Madrid a Ávila.
- No dejes de probar la espectacular (y contundente) gastronomía abulense. El chuletón es uno de sus productos estrellas, pero no dejes de lado las patatas revolconas, los judiones del Barco de Ávila, el cocido morañego o, de postre, las famosas yemas de Santa Teresa.
- Es muy complicado ver Ávila en un día, así que si al final se alarga la jornada y decides quedarte a dormir, que sepas que la oferta de apartamentos en el centro de Ávila es muy buena. Un ejemplo lo tienes en el Santa Suites, a 100 metros del ayuntamiento y con todo lo necesario para sentirte como en casa.
- Si dispones de algo más de tiempo, no dejes de acercarte a respirar aire puro en los bellos paisajes de la sierra de Gredos. Situada a unos 70 kilómetros de Ávila, podrás disfrutar de lagunas, circos, bosques y, si tienes suerte, encontrarte con la cabra hispánica en estado salvaje.
Dónde dormir en Ávila
Si buscas dónde dormir en Ávila, te recomiendo mi establecimiento preferido: el Hotel Palacio de Monjaraz. Se encuentra a 300 metros de la catedral, muy cerca de todos los atractivos turísticos de la ciudad, y se alberga en una casona de piedra del siglo XVI. Un lugar romántico en el que sentirás haber viajado en el tiempo, pero con todas las comodidades contemporáneas . Si no te convence, aquí tienes muchas otras buenas opciones de alojamiento en Ávila:
Ruta para ver Ávila en un día
No hay mejor lugar para empezar la ruta para ver Ávila en un día que su mítica muralla medieval. Si has tomado un tren o autobús para llegar a Ávila, puedes caminar unos quince minutos hasta llegar a la Puerta del Álcazar, uno de los accesos más impresionantes a la muralla de Ávila.
Aunque la urbe ya existía en tiempos romanos, las fortificaciones de estos y los visigodos nada tenían que ver con las que realizó el monarca Alfonso VI de León cuando tomó la ciudad de manos árabes durante la Reconquista. Fue a finales del siglo XI, y en aquella época se quería crear una cinturón bien protegido, formado por las ciudades de Segovia, Ávila y Salamanca. Al sur de esas tierras, el peligro árabe seguía siendo muy real y firme, por lo que convenía mantener el territorio reconquistado.
La muralla de Ávila se conserva en un estado impresionante, y pocos dirían que tiene ya casi un milenio de vida. En sus 2,5 kilómetros de perímetro se hallan nueve puertas de acceso, 2500 almenas y 87 torreones y cubos. Pasear por su adarve a primera hora de la mañana te permite disfrutar de una bella panorámica de los campos que rodean a Ávila, de la sierras de alrededor y del viejo casco histórico que ahora vas a comenzar a explorar. Además, es uno de esos lugares que tanto me gustan para hacer un esfuerzo imaginativo e intentar ver cómo era la vida allí en el medievo. Cierra los ojos y dibuja en tu mente unas murallas hirviendo de actividad ante un ataque enemigo, con los arqueros, lanceros, catapultas y cubas de aceite hirviendo. ¡A mí! ¡A mí! ¡Defended aquel torreón! ¡Desprended esa escala enemiga! ¡Cuidado con el flanco izquierdo! …
Y tras esta pequeña enajenación transitoria que he sufrido, vuelvo al siglo XXI para continuar con la ruta que os permitirá ver lo mejor de Ávila en un día.
Pincha aquí para hacer tu reserva.
Aprovecha tu tiempo en Ávila al máximo con alguna de las siguientes excursiones o actividades con guías profesionales y con muy buenas recomendaciones de sus usuarios:
Descendiendo de la muralla, tan solo tendrás que caminar un ratito por preciosas calles medievales para llegar a la icónica iglesia-convento de Santa Teresa de Jesús. Aunque su fachada es hermosa y su interior barroco no se queda atrás, el mayor atractivo de este convento de la orden de los carmelitas descalzos es que fue construido en el mismo lugar donde se supone que nació Teresa de Jesús.
Aunque ha sufrido varias renovaciones posteriores, esta iglesia de una sola nave fue levantada a principios del siglo XVII – aunque las monjas ya moraban en este lugar en el siglo XVI, cuando contaban con estancias y un huerto – y puedes visitar su interior, además de la sala de reliquias y su museo.
Tras esta visita, llega el momento de callejear por el barrio judío. En la Judería de Ávila – emplazada en el barrio de Santo Domingo – aún se percibe la herencia de la que fue una de las comunidades judías más prósperas e influyentes de España. Se dice que los judíos habitaron aquí entre el siglo XI y 1492, en las actuales calles Vallespín, Santo Domingo, Reyes Católicos o la plaza del Pocillo.
A las estrechas calles se asoman las casas de una sola planta y, de vez en cuando, aparece un apartado rincón donde reflexionar, como el jardín de Moshé de León, un gran místico judío. También queda el recuerdo de las antiguas sinagogas, como la de Belforad, en la calle Reyes Católicos, reemplazada más tarde por la iglesia de la Virgen de las Nieves.
Precisamente, en uno de los extremos de la judería de Ávila se encuentra tu siguiente parada para poder disfrutar de todo lo que ver en Ávila en un día. Se trata de la porticada Plaza del Mercado Chico, plaza mayor de la ciudad. La que fuera sede de un mercado de cosas de uso diario y lugar en el que convergían las calles en las que vivían los distintos gremios de comerciantes y artesanos, es hoy en día el mejor sitio para ver la vida pasar. Aquí, con la bonita fachada del ayuntamiento a la vista, se juntan turistas y locales en las terrazas, para tomarse algo mientras ríen, conversan o, simplemente, observan. Un buen lugar para tomarle el pulso a la vida social abulense.
Ahora llega el momento de descansar un poco y reponer energías en cualquiera de los buenos restaurantes de Ávila. Podrás probar chuletones o guisos consistentes en restaurantes tan recomendables como El Molino de la Losa y la Taberna de los Verdugo.
Para comenzar a hacer la digestión nada como un paseo hasta el Museo de Ávila, donde podrás aprender todo sobre la arqueología, etnología, cultura y bellas artes de la provincia. Sin embargo, no te entretengas demasiado aquí, porque la jornada va pasando y aún te quedan dos de los monumentos religiosos más importantes que ver en Ávila: la Basílica de San Vicente y la catedral de Ávila.
La primera es una obra excelsa del románico español, aunque, como suele pasar en los edificios que han sido renovados en varias ocasiones, también muestra detalles de otros estilos arquitectónicos, como el gótico y el barroco. La basílica de San Vicente se construyó entre los siglos XI y XIII en un lugar en el que se supone que tuvo lugar el martirio, en tiempo de los romanos, de tres cristianos que se negaron a rendir sacrificios a los dioses paganos de la época.
También resulta muy impresionante el edificio de la catedral de Ávila. Construida entre los siglos XI y XIV tiene un aspecto de fortaleza mezclada con iglesia. Considerada por muchos como la catedral gótica más antigua de España, destaca la decoración del Portal de los Apóstoles y las vidrieras del siglo XV, además de las pinturas del gran maestro Pedro Berruguete, quien falleció en Ávila en el año 1504.
Por último, te sugiero que finalices tu ruta para ver Ávila en un día dando un plácido paseo hasta el Real Monasterio de Santo Tomás. Este lugar tiene un oscuro pasado ligado a la Inquisición, ya que fue el mismísimo Torquemada uno de los impulsores de su construcción. Fundado en 1483 gracias a una donación hecha por los Reyes Católicos, fue utilizado por estos como palacio de verano. Escucha el canto de los pájaros al atardecer mientras paseas por sus tres bellos claustros y te entregas a la quietud de la vida monacal.
Seguro que estarás cansado y, sobre todo, te habrás dado cuenta de que es imposible ver Ávila en un día. Siempre puedes dejar pasar el tren o autobús de vuelta. Una bellísima Ávila iluminada estará encantada de ser tu mejor anfitriona.
Mapa de la ruta para ver Ávila en un día
Haz click para más info y llévate un 5% de descuento.