Qué ver en Tallin en un día, descubre lo mejor de la ciudad medieval con esta ruta a pie

Tallin es una ciudad de cuento o más bien de muchos cuentos distintos y complementarios. Tallin es medieval desde sus torres militares circulares a los adoquines de sus calles, báltica en su ubicación en el Golfo de Finlandia, moderna con sus empresas tecnológicas, de luz y paz con su , el mejor de Europa. Aunque sería una pena sólo disponer de 24 horas en ella, os vamos a contar lo mejor que ver en Tallin en un día (deseando sinceramente que le dediques al menos dos).

Con un centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Tallin se ha conservado prácticamente intacta pese a que en sus 800 años de historia (la primera mención se hace en 1219) entre breves periodos de libertad ha pasado por manos danesas, teutonas, livonias, suecas, de la Rusia Imperial, de la comunista República Soviética, de la nazi Alemania y, de la comunista URSS hasta que en 1991 se sacudió su opresor yugo y adquirió, de nuevo, la independencia.

Esa amalgama de experiencias como súbdita de distintos imperios no es aparente a simple vista, pues el centro histórico se nos presenta como un despejado laberinto de callejuelas que de repente nos sorprenden con edificios góticos o medievales.

Tallin es una ciudad que merece al menos dos días para absorber su atmósfera y caminar tranquilamente por su centro histórico. Y no os costará nada pasearlo, pues apenas 1,4 km separan el Museo Marítimo de Estonia (en su ubicación en una torre medieval) al norte del Museo de las Ocupaciones y la Libertad, al sur y ya fuera de su casco histórico.

Pero si en tu agenda de viaje no dispones de dos días, si sólo tienes 24 horas para descubrir Tallin, aquí tienes nuestra ruta y recomendaciones para que sepas qué ver en Tallin en un día, con mapa incluido al final del artículo.

1Museo Marítimo de Tallin (torre “Margaret La Gorda”)

El Museo Marítimo de Tallin tiene dos ubicaciones distintas, una a las afueras de Tallin, en el enorme Puerto de Hidroaviones (Lennusadam), y otra a la puerta, y nunca mejor dicho de su casco histórico.

Esta última ubicación es la achaparrada torre medieval apodada cariñosamente “Margarita La Gorda” (Paks Margareeta), anexa a la Gran Puerta Costera, una de las seis puertas que controlaban el acceso a la ciudad.

Con una altura de 20 m y un diámetro de 25 m, la antigua torre artillada nos sorprende con un amplio espacio, dividido en varios niveles, que abarca desde el principio de la navegación hasta los tiempos más modernos.

Reabierta a finales de noviembre después de un cierre para renovarlo de dos años, la oferta de este museo a los visitantes incluye contemplar los restos de un barco de mercancías de más de 700 años de antigüedad, 70 modelos de barcos de alto detalle y 50 puntos de interacción digital, además de otros de interacción manual (por ejemplo, ponerse al timón de un barco) y una terraza desde la que se obtienen unas buenas vistas de Tallin.

2Celdas del edificio de la KGB

Ninguna dictadura puede sobrevivir sin una policía secreta que espíe, detenga, interrogue, torture y ejecute a quienes sospeche que quieren libertad y democracia. En el mal llamado paraíso de los trabajadores, el infierno tenía tres siglas, KGB.

Tallin, que fue la capital de la República Socialista de Estonia las tristes décadas en que perteneció a la URSS, tuvo en su centro histórico una sede de la KGB, como era costumbre impuesta desde Moscú.

El pequeño museo ubicado en las antiguas celdas de este edificio cuenta una historia, y muchas historias. La menos notable tal vez es la historia del edificio, de sus usos con el paso del tiempo y de su arquitectura, un precioso ejemplo de Art Noveau de 1912 de puertas afuera.

De puertas adentro, las más notables historias, de dolor y sangre derramada son las de las celdas de la KGB, abiertas en los bajos del edificio en 1941 y que fueron operativas hasta que el pacto de no agresión, con protocolos secretos incluidos, entre la Alemania Nazi y la URSS comunista saltó por los aires.

Una dictadura dio paso a otra y en 1944 las celdas volvieron a llenarse de pobres desgraciados, muchos arbitrariamente detenidos sólo por su profesión, religión o sin razón aparente.

El recorrido por las celdas del edificio de la KGB en Tallin es un recorrido por lo más bajo del ser humano, personificado en carceleros y torturadores, pero también por lo más elevado, el ansia de libertad, encarnado por aquellos que pasaron por las celdas y por los que no sobrevivieron a ellas.

3La Casa de la Hermandad de los Cabezas Negras

Probablemente la puerta más fotografiada de Tallin, de día y de noche, es la de la Casa de la Hermandad de los Cabezas Negras (Mustpeade Maja).

Como ya expliqué cuando (votado el Mercado de Navidad más bonito de Europa en 2019), la Hermandad de los Cabezas Negras era un gremio que agrupaba a armadores y comerciantes solteros.

Se calcula que el Gremio se fundó en torno a 1399 y fue en 1441 cuando plantaron el árbol de Navidad más antiguo de Europa, en la Plaza del Ayuntamiento de Tallin (por eso los mencioné en ese post sobre el mercadillo de Navidad de Tallin).

El renacentista edificio de la Hermandad de los Cabezas Negras data de 1597 y es un conjunto de varias edificaciones que suman cuatro salones donde se celebran conciertos y eventos y muchas más estancias de variado tamaño, incluyendo un patio.

4Muralla y torres Nunna, Sauna y Kuldjala

Una ciudad medieval sin muralla y torres defensivas era una ciudad condenada a ataques, saqueos y pillajes. En su máximo apogeo, Tallinn estaba protegida por una muralla de 2,4 km de extensión, con una altura de 14 a 16 m, un grosor de muros de hasta 3 m y reforzada con 46 torres de defensa.

De esa época, Tallin conserva casi 2km de su muralla original y 20 torres defensivas, lo que la convierte en una de las ciudades europeas que mejor ha mantenido este legado patrimonial.

Existen varios puntos en Tallin en los que uno puede subirse a las murallas y acceder al interior de las torres.

El primero de nuestra ruta, de los tres que podemos ver en un día, conecta las torres de Nunna, Sauna y Kuldjala, dos de las cuales pueden visitarse por dentro y que tienen un pasillo exterior que las comunica para obtener unas buenas vistas de esa zona de Tallin.

5Torre de la Puerta del Pie Grande

De camino entre las torres de Nunna, Sauna y Kuldjala y nuestro siguiente destino recomendado, pasaréis bajo la Torre de la Puerta del Pie Grande (Pika jala väravatorn).

Se trata de una torre defensiva, parte de la muralla de Tallin, construida y ampliada en varias fases y periodos, desde 1380 al siglo XIX.

No es una torre que se pueda visitar por el turista, tiene viviendas y estudios, pero es la forma más bonita de salir de la parte llana del centro histórico de Tallinn hacia la colina de Toompea, donde se encuentran varios miradores y visitas,

6Mirador de Kohtuotsa

El Mirador de Kohtuotsa es el más conocido de los que ofrecen vistas panorámicas hacia el centro histórico de Tallin.

Desde él no sólo se aprecia la parte medieval de la ciudad, torres y cúpulas de iglesias incluidas, sino también el moderno centro de Tallinn con sus rascacielos y hasta los cruceros que atracan en el puerto.

No os extrañe si un representante de uno de los mendigos oficiales de la Naturaleza, las gaviotas, aparece de repente en el muro del mirador y se queda imperterrito frente a vosotros.

Se llama Steven y hasta tiene hashtags propios en Instagram, #Tallinnseagull y #Steventheseagull

7Mirador de Patkuli

En la misma zona de la colina de Toompea se encuentra otro mirador, afortunadamente para nuestros pies muy cercano al de Kohtuotsa.

El Mirador de Patkuli en Tallinn sustituye el muro bajo por una verja baja y nos ofrece vistas, hacia la izquierda a áreas residenciales y verdes de la ciudad.

A la derecha, las vistas son otra perspectiva distinta y más cercana de varias torres fortificadas (Nunna, Sauna y Kuldjala ) y la muralla de la ciudad.

Si no queréis seguir la ruta marcada en este artículo o crear en base a esta una propia, al Mirador de Patkuli se puede acceder también desde varios tramos de escalera en la Calle Nunne, vía el Parque Shnelli.

No os aconsejo que bajéis, o subáis corriendo, los escalones de 1903. Yo lo hice para intentar no perderme la luz del atardecer y, bueno, digamos que ya he confirmado (por si hiciera falta…) que no estoy precisamente como para correr una Maratón.

8Iglesia de Santa María

La Catedral de Santa María, que pertenece confesionalmente a la Iglesia Episcopaliana Luterana de Estonia es, en su exterior, sobria y ecléctica al reunir aportaciones de distintos estilos desde su impreciso nacimiento bajo los daneses en algún momento de principios del siglo XIII, en la plaza central de la colina de Toompea.

Matrix eccelesiae (cabeza de todas las iglesias de Estonia), la Iglesia de Santa María fue la favorita de los nobles y poderosos comerciantes germanos, admitiendo, eso sí a estonios entre las filas de la congregación.

El interior de la Iglesia de Santa María data de los siglos XVII y XVIII, especialmente la escultura del sarcófago, parte del altar y el púlpito aunque cuenta con numerosas lápidas funerarias de los siglos XIII a XVIII.

Destacan la enorme cantidad de escudos de armas funerarios en sus paredes, de los siglos XVII a XX, una decoración relativamente profana que ciertamente enriquece el interior de lo que sería una iglesia luterana menos sobria de lo que uno espera.

Si tenéis suerte, yo no la tuve por el pésimo tiempo de aquel día, se puede subir a la torre de 69 m de altura para apreciar desde allí las vistas.

9Catedral de San Alejandro Nevski

Exterior e interiormente una iglesia ortodoxa es todo lo opuesto a una iglesia luterana. Por eso en esta ruta para ver lo mejor de Tallin en un día, he decidido que el orden de las visitas sea así, de más sobrio a menos.

La Catedral de San Alejandro Nevski (Aleksander Nevski katedraal) data de finales del siglo XIX y se terminó con el inicio del siglo XX, el 30 de abril de 1900. El motivo de su construcción fue tan político como religioso, si no más.

En esos momentos, Estonia estaba bajo la soberanía del Imperio Ruso de los zares y la Catedral fue construida en un lugar elevado (la colina de Toompea), y en un emplazamiento políticamente significativo, frente al Castillo de Toompea y en el mismo sitio en que estuvo emplazada una estatua de Martin Lutero.

Grabado a fuego ese periodo en la memoria del pueblo estonio, no es de extrañar que en los años 20 hubiera sobre la mesa un proyecto para demoler el edificio, durante uno de los breves periodos en que Estonia fue país independiente. Afortunadamente, nunca se llevo a cabo la destrucción de este patrimonio arquitectónico y religioso.

Con el tiempo y la recuperación de la independencia de Estonia en 1991, la Catedral de San Alejandro Nevski es ya “sólo” la iglesia ortodoxa más importante del país, un formidable edificio con una base de granito de Finlandia y 11 campanas forjadas en San Petersburgo.

El interior y los tres altares están ricamente decorados conforme a la tradición ortodoxa rusa, os encontraréis iconos, retablos y el color dorado por cada rincón.

10Museo y Fortificaciones Kiek in de Kök

Si al principio de esta ruta de un día por Tallin nos subíamos a la muralla y las torres de Nunna, Sauna y Kuldjala en un pequeño recorrido de unas decenas de metros, en el Museo y Fortificaciones Kiek in de Kök podemos visitar un complejo de torres, museo y pasajes “subterráneos” que abarcan más de 500 m de longitud.

El complejo del Museo y Fortificaciones Kiek in de Kök puede visitarse en su totalidad o bien sólo las torres Kiek in de Kök (de 1483, la mayor torre artillada medieval del Báltico), Dama (de 1370 y planta cuadrada), Establo (de 1380, de vigilancia y con celdas), Puerta (de 1454, que conectaba la colina de Toompea y la parte baja) o sólo el Bastión, del siglo XVII con sus pasajes subterráneos y su museo de grabados en piedra.

Las torres contienen exhibiciones de artículos defensivos de la época en que fueron construidas, con detalles históricos sobre Tallin y sus distintas fases de dominación extranjera y campañas militares en que se vio envuelta.

La parte más sencilla, por su contenido, pero que más puede impresionar al visitante, es el recorrido por los pasajes “subterráneos” de la fortificación.

El entrecomillado obedece a que en realidad esos pasajes están hoy por encima del nivel de la calle, pero ocultos en el interior de la colina artificial en la que se erigió la fortificación.

Originalmente parte de un sistema de defensa que permitía el recorrido entre las torres sin estar expuesto al fuego enemigo, los largos pasadizos se convirtieron en refugio ante los ataques aéreos de la II Guerra Mundial, en posibles refugios nucleares durante la Guerra Fría y la dominación soviética, en escondite para los punkies que escapaban al acoso de la policía comunista y, también, refugio para vagabundos y gente sin hogar.

Aunque es una visita muy recomendable para el público en general y que a mí me llamó mucho la atención, no estoy seguro de que sean aptos para gente con problemas de claustrofobia o especialmente sensible a un ambiente de relativamente bajas temperaturas y largos y desnudos pasillos.

11Plaza del Ayuntamiento de Tallin

Nuestra ruta de un día en Tallin termina en la Plaza del Ayuntamiento (Raekoja plats), donde cada año desde 1441 se levanta el árbol de Navidad más antiguo de Europa (lo que equivale a decir del mundo).

En la plaza encontramos el edificio del gótico Ayuntamiento de Tallin (Tallinna Raekoda, de 1404 y que puede visitarse en julio y agosto), la Torre del Ayuntamiento (Tallinna Raekoja torn, a la que se puede subir sólo en verano) y la farmacia más antigua y en funcionamiento continuado de Europa(Raeapteek, de 1422 y con un pequeño museo) .

Rodeada de casas que pertenecieron a ricos comerciantes de Tallin, en invierno esta plaza es la ubicación del mercado de Navidad de Tallin (votado el mejor de Europa en 2019), mientras que en verano se llena de terrazas para tomar algo mientras se realiza la actividad preferida por cualquier viajero en una ciudad que no conoce, ver la vida local pasar.

Esta ruta para ver lo mejor de Tallin en un día está preparada para tener una visión general de Tallin.

Incluye visitas a sus principales edificios religiosos, a los mejores miradores de la ciudad, a museos para entender mejor algunos aspectos de la historia de Tallin y no una, sino tres, visitas a sus murallas y torres defensivas que ofrecen preciosas vistas de Tallin,

Me reafirmo en algo que dije al principio del artículo, que Tallin es una ciudad que merece al menos dos días para recorrerla, visitarla y entenderla. Sólo un día en ella, con las visitas de esta ruta, nos va a dar una impresión superficial, aunque no imprecisa de lo que es Tallin, una joya medieval a la orilla del Golfo de Finlandia.

En este mapa puedes ver por un lado tanto los puntos de interés para ver Tallin en un día, como la ruta a pie sugerida . Haz clic en el icono a la izquierda de «Tallin en un día» para que se despliegue el menú del mapa.