Islandia es un país brutalmente hermoso, en el que la naturaleza te premia detrás de cada curva de las escasas carreteras que horadan un territorio prácticamente deshabitado. La mayoría de los viajeros quedan totalmente enamorados de sus cascadas, volcanes, playas, acantilados, tundras y valles. Todo eso y mucho más encontrarás entre los mejores lugares que ver en el oeste de Islandia.
Y es que, si no tienes tiempo para recorrer toda la isla a fondo, debes saber que en el oeste del país hallarás una pequeña representación de todas las bellezas naturales disponibles en él.
Al igual que hice con al escribir sobre los mejores lugares del sur de Islandia, ahora te propongo unas cuantas paradas ineludibles en el oeste de Islandia, válidas para un viaje corto tan sólo por esta zona o una vuelta larga a la isla. A mí, que he recorrido el país en varias ocasiones gracias a mi trabajo de guía de viajes en él, es una de las partes que más enamorado me tiene en esta tierra de vikingos. Sin más dilación, entro ya de lleno en esta lista con algunos de los mejores lugares que ver en el oeste de Islandia.
Índice de contenidos
- 1. Los fiordos del oeste (o del noroeste), el lugar más salvaje que ver en el oeste de Islandia
- 2. La península de Snaefellsnes, una Islandia en miniatura
- 3. El trekking de Glymur, uno de los mejores del país
- 4. Las cascadas de Barnafoss y Hraunfossar, el poder del agua en Islandia
- 5. Reikiavik, una de las capitales más bohemias y culturales de Europa
- 6. El volcán de Geldingadalur, la última gran erupción en Islandia
- 7. El cráter de Eldborg, el más perfecto que ver en el oeste de Islandia
- Mapa de los mejores lugares que ver en el oeste de Islandia
1. Los fiordos del oeste (o del noroeste), el lugar más salvaje que ver en el oeste de Islandia
Tan sólo en el corazón de las Highlands islandesas encontrarás un lugar más salvaje e inhóspito que los fiordos del noroeste del país, pero no necesariamente será más bello.
Aquí se congregan al menos 3 de los mejores lugares que ver en el oeste de Islandia.
El primero de ellos son los acantilados de Látrabjarg, que en alguna época supusieron el fin del mundo para los vikingos, y ahora se sabe que se encuentran a tan sólo 300 km, en línea recta, de las costas de Groenlandia.
Llegan a medir casi 600 metros en su punto más alto y son realmente bellos, sobre todo entre mayo y agosto, cuando puedes ver colonias enteras de frailecillos anidando en sus recovecos.
La cascada de Dynjandi es otras de las maravillas de este lugar, con esos 7 saltos que da antes de llegar a morir a las aguas del fiordo. Sin duda, es una de las cascadas más bellas que ver en Islandia.
Por último, la playa roja de Raudasandur es una vasta extensión de arena que cambia de color con la luz de sol y se encuentra enmarcada por los acantilados, una pradera y las oscuras aguas del océano. Una auténtica maravilla que queda grabada para siempre en tu memoria.
Aprovecha tu tiempo en Islandia al máximo con alguna de las siguientes excursiones guiadas y con muy buenas recomendaciones de sus usuarios:
- Trekking por el glaciar Vatnajökull
- Excursión a Landmannalaugar
- Ruta del Círculo de Oro
- Tour de la Aurora Boreal
- Glaciares y cascadas de la costa sur de Islandia
- Excursión a la Laguna Azul
- Húsavík: tour tradicional de observación de ballenas
- Fisura de Silfra: tour de esnórquel con fotos submarinas
- Excursión a Snaefellness desde Reikiavik
- Otras magníficas excursiones en Islandia
2. La península de Snaefellsnes, una Islandia en miniatura
Recorrer la península de Snaefellsnes, que se encuentra a la sombra del famoso volcán Snaefellsjökull – el cual, según Julio Verne, era la entrada al Centro de la Tierra -, es como hacer un viaje por una auténtica Islandia en miniatura.
Y es que aquí tendrás algo de todo lo maravilloso que puedes ver en la isla.
En el apartado volcánico están el Snaefellsjökull y el cráter de Saxhóll. En cuanto a las cascada, hay varias, pero destaca la de Kirkjufellsfoss, que aunque no es demasiado grande, se halla junto a la preciosa Kirkjufell o montaña de la iglesia, tan fotografiada y uno de los iconos que ver en el oeste de Islandia.
En el apartado de playas vírgenes, tienes las de Djúpalónssandur y la bahía de Dritvik, ambas de arena negra y batidas por un mar en constante furia. Se puede de ir de una a otra por una precioso sendero aéreo.
Aunque para senderos en Snaefellsnes, te aconsejo el trekking entre Hellnar y Arnastapi. Se trata de un recorrido de 2,5 km por un tramo de costa de sobrecogedora belleza.
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Por último, tienes una famosa iglesia en la que puede ser que se detuviera Colón en sus viajes de investigación previos al descubrimiento de América y una playa en la que hay focas residentes, llamada Ytri Tunga.
Dedícale al menos dos días en tu viaje, pues es imposible saborear la península de Snaefellsnes en menos tiempo.
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3. El trekking de Glymur, uno de los mejores del país
Una de las mejores cosas que hacer en el oeste de Islandia es el trekking de Glymur.
Se trata de un exigente recorrido circular de unos 8 km que cuenta con dos cruces de ríos y una buena pendiente de subida (el descenso es menos pronunciado). El premio está claro: una de las cascadas más bellas de toda Islandia, y también la más alta.
Además, viene acompañada de un cañón precioso sobrevolado por cientos de fulmares (una especie de ave muy similar a la gaviota), ríos, una vegetación típica de la tundra y unas vistas espectaculares de un fiordo. Nadie pueda dar más en tan poco terreno.
Sin duda, es una de las grandes aventuras de Islandia.
Seguro para viajar a Islandia
¿Eres de los que todavía piensa que un seguro de viaje es algo prescindible? Pues tras trabajar de guía en Islandia, te puedo asegurar que muchos de mis viajeros se alegraron de estar asegurados tras sufrir caídas, torceduras y accidentes con crampones. Y es que en un viaje de aventura como éste (y con un sistema sanitario tan caro como el islandés), más vale ir con paz mental y contratar un seguro. Yo siempre he confiado en la compañía IATI, y me ha ido genial, respondiendo a la perfección cuando los necesitas. En Islandia te puede venir bien su seguro para mochileros, IATI Mochilero, que cubre gastos sanitarios de hasta medio millón de euros, incidentes en más de 60 actividades al aire libre, repatriación y mucho más. Y por poco más de 3 euros diarios. Si no te convence este, puedes elegir entre la amplia gama de seguros de viaje de IATI. Además, tienes un 5% de descuento al venir de nuestra parte a través de este enlace.
4. Las cascadas de Barnafoss y Hraunfossar, el poder del agua en Islandia
Las cascadas de Barnafoss y Hraunfossar no se encuentran entre las más espectaculares de Islandia, al menos por altura o caudal de agua. Sin embargo, sí que son de las más curiosas.
En el caso de Hraunfossar, el agua se filtra a través de las porosas rocas volcánicas que componen el campo de lava contiguo. Es decir, no es la típica cascada que proviene de las aguas de un río.
Eso sí que sucede en la de Barnafoss, donde el caudal no es tan denso, pero sí es realmente potente. Esta cascada viene acompañada de una triste leyenda de dos hermanos que se vieron arrastrados por la fuerza de Barnafoss. De ahí su nombre, que se traduce al español como «La cascada de los niños».
5. Reikiavik, una de las capitales más bohemias y culturales de Europa
He estado ya en más de cinco ocasiones en Reikiavik y es una urbe que no deja de sorprenderme. Sin duda, es una de las mejores cosas que ver en el oeste de Islandia, pero es que también es una de las capitales más curiosas de Europa.
Es cierto que carece de los monumentos de muchas otras ciudades históricas del Viejo Continente, pero esa limitación la suple con una personalidad desbordante que la convierte en un lugar bohemio, rebosante de cultura y vida (sobre todo durante los meses de verano).
Camina por sus calles del centro y sorpréndete ante la alta torre de su iglesia Hallgrímskirkja. Compra o tómate algo en la calle Laugavegur, siempre vibrante, o maravíllate en el Harpa, un edificio modernista en el que se dan conciertos y se ofrecen muestras y exhibiciones de todo tipo.
Cerca del puerto, también se halla un mercadillo de baratijas y objetos de segunda mano. Para disfrutar de él tendrás que visitar Reikiavik un sábado. Al caer la noche, tendrás mil opciones de ocio, con bares que parecen no cerrar nunca y unos clientes de lo más exóticos y divertidos.
6. El volcán de Geldingadalur, la última gran erupción en Islandia
En marzo de 2021, se abrió una fisura en el valle de Geldingadalur y el fuego comenzó a fluir desde el centro de la Tierra.
El volcán del Geldingadalur había entrado en erupción y no se detendría hasta octubre de ese mismo año. Al encontrarse en una zona despoblada y cercana a Reikiavik, muy pronto se convirtió en una gran atracción turística.
Durante ese año 2021, desfilaron centenares de miles de curiosos por los distintos senderos que se habilitaron para ello. Turismo de volcanes a su enésima potencia.
Hoy en día, aún se pueden admirar las distintas lenguas de lava solidificadas que ocuparon la parte principal del valle y las zonas aledañas. Aún merece la pena acercarse a disfrutar de ello y, sin duda, es una de las mejores cosas que ver en el oeste de Islandia.
7. El cráter de Eldborg, el más perfecto que ver en el oeste de Islandia
Por último – aunque seguro que hay muchos más lugares que podrían encontrarse en esta subjetiva y personal lista -, cabe reseñar un cráter como uno de los mejores sitios que ver en el oeste de Islandia.
Es el cráter del Eldborg, que posee una forma tan perfecta que hipnotiza al verlo.
Te aconsejo que, si tienes tiempo, hagas la caminata que te lleva desde una granja cercana hasta la cima del cráter. Es un paseo realmente agradable, por un bonito campo y en el que no encontrarás a a nadie, pues es bastante desconocido. Ida y vuelta te llevará unas dos horas y media a ritmo tranquilo. Desde la cima podrás admirar un bello paisaje, incluyendo otro cráter menor.
Mapa de los mejores lugares que ver en el oeste de Islandia
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Wow que genial esta muy padre esos lugares sí que tengo muchas ganas de ir ahora.
Me ha encantado tu blog, gracias por la información, me parece realmente interesante.