Los mejores lugares que ver en Pamplona en un día

Dicen que hay personas que mueren de éxito, pero también lugares y, cómo no, ciudades. En cierto modo, esto le ha ocurrido a Pamplona con la reconocida fama mundial de la fiesta más internacional que existe en España: los Sanfermines. Desde que Hemingway conectara el altavoz de los Sanfermines, cada año – aunque no en este nefasto 2020 – decenas de personas llegan de todos los rincones del mundo para presenciar en primera persona el espectáculo de los encierros en el que los toros recorren el centro de la ciudad. Y me incluyo entre ellos, pues también disfruté de esa fiesta hace ya un par de décadas. Sin embargo, debo decir, muy a mi pesar, que no me gustó mucho la experiencia. Preferí mil veces poder disfrutar de las muchas cosas que ver en Pamplona en un día, en una ruta que pude realizar hace tan solo unos meses y en la que descubrí una urbe impresionante, con un vasto casco histórico en el que se ocultan joyas de increíble valor patrimonial, mezcladas con vibrantes bares y restaurantes, pequeños negocios y plazas de todos los tipos y colores.

Sin duda, la capital de Navarra es un lugar que me sorprendió muy gratamente, quizá porque tras aquellos casi olvidados Sanfermines, tampoco esperaba mucho. Aunque es preferible pasar un fin de semana en la ciudad, por si no tienes más tiempo, aquí te dejo un interesante itinerario que te puede mostrar lo mejor que ver en Pamplona en un día. Pero antes, algunos consejos logísticos.

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Cómo llegar a Pamplona

que ver Pamplona — *Pamplona. Foto © David Escribano*

Aunque no todo el mundo lo sabe, Pamplona tiene a mano un pequeño aeropuerto que se encuentra a unos 10 km del centro de la ciudad. Puedes volar a él desde Barcelona, Gran Canaria, Madrid, Valencia y Palma de Mallorca. Sin embargo, es cierto que no posee tantos vuelos diarios y los precios suelen ser algo elevados, pues la aerolínea que los gestiona es Air Nostrum.

Así que, quizá te salga mejor volar al aeropuerto de Bilbao o al de Zaragoza (aunque este también es un aeropuerto pequeño, comparado con Bilbao), ambos situados a algo menos de 160 km de Pamplona. Solo tendrías que alquilar un coche en el aeropuerto de Bilbao y así, además de descubrir las muchas cosas que ver en Pamplona en un día, también podrías moverte por los alrededores de Pamplona y visitar otros atractivos lugares, como el señorío de Bértiz o el valle del Baztán.

Dónde dormir en Pamplona

Si buscas alojamiento en Pamplona te recomiendo mi establecimiento preferido: el Antique Pamplona Tres Reyes Apartments. Este es el apartamento ideal para sentirte como en casa en Pamplona. Se encuentra en pleno centro de la ciudad, muy cerca de la catedral y la plaza del Castillo, con instalaciones modernas, y a buen precio, teniendo en cuenta la oferta turística en la ciudad. Si no te acaba de convencer, podrás reservar cualquier otro buen lugar donde dormir en Pamplona aquí y sin aumento de precio:

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Qué ver en Pamplona en un día

que ver pamplona en un dia — *Casco antiguo de Pamplona. Foto © David Escribano*

Y ahora que ya tienes solucionado tanto el transporte como el alojamiento en la ciudad, llega el momento de comenzar la ruta que te propongo para disfrutar de las mejores cosas que ver en Pamplona en un día.

Un buen lugar para comenzar el paseo es el centro neurálgico de la ciudad: la plaza del Castillo.

Aquí, entre los antiguos burgos medievales de La Navarrería y San Nicolás, los pamplonicas se pasean, toman sus cañas o cafés mientras hablan de la vida o escuchan algún concierto de música tradicional en vivo (como me ocurrió a mí cuando estuve por allí). Es una plaza abierta y porticada de apariencia irregular, con bellos edificios de distintas alturas y colores que se asoman a ella. Entre ellos destacan una de las fachadas del Palacio de Navarra, el ornamentado edificio del antiguo casino y el barroco Palacio Goyeneche. Además, cuenta con un kiosco, que preside la plaza junto a una estatua del rey Carlos III el Noble.

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Esta plaza – con una dilatada historia de siglos, en la que ha servido hasta de plaza de toros – es el mejor lugar para ver la vida pasar y contemplar el ir y venir cotidiano de la gente local.

Desde la plaza del castillo, tan solo tendrás que caminar unos minutos por las sinuosas, bellas y estrechas calles del inmenso casco histórico pamplonica para llegar a la plaza más internacional de Pamplona: la plaza Consistorial. Y es que es aquí, en el balcón del ayuntamiento de la ciudad, donde cada 6 de julio se da comienzo a las fiestas en honor a San Fermín con el clásico «chupinazo» y los cantos de turno. Debo reconocer que al verla tan llena de gente siempre en la televisión, pensé que era mucho más grande. Por ello, mi sorpresa fue considerable cuando la vi el pasado mes de septiembre.

La plaza, eso sí, tiene una gran solera, pues fue construida en la Edad Media. También de origen medieval es la siguiente parada: la Catedral Metropolitana de Santa María de la Real, más conocida con el sencillo nombre de la Catedral de Pamplona. Aunque la fachada es del siglo XVIII, la iglesia y el claustro (entre otras partes del templo) son de estilo gótico, y fueron levantadas entre los siglos XIV y XVI.

Para mí, la parte más bella de la catedral de Pamplona es su claustro, considerado como uno de los mejores claustros del gótico en Europa, y el mejor de los creados en el siglo XIV.

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Desde la catedral puedes continuar tu ruta de las mejores cosas que ver en Pamplona en un día con un delicioso paseo hasta el Museo de Navarra, albergado en un bello edificio del siglo XVI – el hospital de Nuestra Señora de la Misericordia -, del que solo se conservan la fachada y una pequeña capilla interior. Fundado en la segunda mitad del siglo XX, el Museo de Navarra es el lugar perfecto para conocer los orígenes y la historia de la ciudad, algo siempre necesario, en mi opinión, para entender un destino. En él encontrarás pinturas, restos arqueológicos, mosaicos y una gran cantidad de objetos de diversas épocas. Entre la colección destacan piezas como el Mapa de Abauntz (un bajorrelive en piedra realizado en el Paleolítico), una pintura mural gótica de Juan Oliver y el Retrato del Marqués de San Adrián, obra del gran Goya.

Dejando el museo, callejea por la Bajada del Portal Nuevo, disfrutando del verde junto a las aguas del río Arga y vuelve al casco histórico tras pasar por las murallas de la ciudad y su Paseo de Ronda. Así llegarás a la animadas calles de los Descalzos y San Lorenzo, en las que hallarás un buen número de bares y restaurantes donde tomarte un pintxo acompañado de un buen vino o una caña. Pruébalos en lugares como Piskolabis Taberna o Askartza, un especialista en comida casera. Disfruta de la deliciosa y variada gastronomía de Pamplona sin ninguna prisa.

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Una vez has recuperado algo de energías, es momento de seguir con el itinerario de lo mejor que ver en Pamplona en un día. Dejamos el centro histórico para respirar algo de aire puro en el precioso jardín botánico del Parque de Yamaguchi. Este precioso jardín japonés tiene un área de 80.000 metros cuadrados y es uno de los mejores lugares para relajarse en Pamplona. Se creó en 1997, como tributo a la ciudad nipona de Yamaguchi, urbe con la que Pamplona se encuentra hermanada desde 1988. En él, además de muchas especies de flora japonesa, hallarás un palfito, un estanque con un géiser y una cascada. Pero lo mejor de todo es el Planetario.

El Planetario de Pamplona fue inaugurado en 1993 y es uno de los mejores lugares que ver en Pamplona, sobre todo si viajas en familia o te gusta mucho la ciencia. En el planetario se intenta explicar, de una forma amena y sencilla de comprender, los orígenes del universo y los últimos descubrimientos en el campo de la astronomía. Hay una exposción permanente y numerosas proyecciones variables que se proyectan en la impresionante cúpula del Salón Tornamira, que con sus 20 metros de diámetro, es una de las más grandes del mundo en este tipo de recintos.

No lejos de allí se encuentra el Museo de la Universidad de Navarra, una de las más prestigiosas de España. A menudo comparado con el Museo Guggenheim de Bilbao, este museo de arte contemporáneo fue inaugurado en 2015 y contiene joyas de artistas de la talla de Kandinsky, Picasso, Chillida o Tàpies. Además, el edificio que alberga el museo es, en sí, una obra de arte, pues Rafael Moneo (el arquitecto encargado de la obra y único español que ha ganado el prestigioso Premio Pritzker) hizo de este proyecto un desafío personal.

A la vez que se va difuminando el brillo del sol y las luces de los faroles alumbran las calles, es momento de regresar al núcleo del casco histórico y pasear por la Ciudadela de Pamplona, rumbo a dos de los símbolos de la fama taurina y festiva de la ciudad.

En la parte occidental del centro de la ciudad se encuentra la Ciudadela, enclavada dentro del Casco Antiguo y construida en los siglos XVI y XVII, como medio de protección contra las incursiones de la vecina Francia. Gran parte de su forma pentagonal distintiva se ha conservado a pesar de que dos de los lados fueron derribados para dejar espacio a la Avenida del Ejército. Fuera del perímetro de las murallas se encuentra el Parque de la Vuelta del Castillo, un lugar espectacular para ver los fuegos artificiales durante la fiesta de San Fermín, o bien salir a correr o dar un paseo en una agradable tarde.

*Monumento al Encierro. Foto © David Escribano*

Y hablando de San Fermín. El monumento al Encierro es la estatua más fotografiada que ver en Pamplona. Construido en 2007, representa uno de los famosos encierros de las fiestas. Sí, esos encierros que concluyen en la plaza de toros de la ciudad, punto final de la ruta que te propongo para ver Pamplona en un día.

La plaza de toros de Pamplona es el tercer coso taurino más grande del mundo (en cuanto a capacidad) y fue construida en 1920. Aunque no seas fan de lo taurino, lo cierto es que es una de las piezas claves de la fiesta española más conocida a nivel internacional.

Al caer la noche, sigue paseando por las calles del casco viejo mientras respiras la pureza del aire pamplonica, ya que esta es una ciudad verde y sostenible, en la que da gusto vivir. Seguro que te habrás quedado con ganas de más y regresarás a Pamplona. No te preocupes, ella y sus amables y hospitalarios habitantes te esperarán con los brazos abiertos.