Salamanca es una ciudad en la que lo moderno y lo antiguo se compaginan a la perfección. Sus calles están repletas de edificios y monumentos que han visto pasar el lento devenir de la historia, pero entre los que ahora convive una población juvenil, universitaria, que mira al futuro con los esperanzados ojos que brinda la dichosa juventud.
El resultado de esta combinación es una de las ciudades más bellas de España. De unas dimensiones bastante manejables, aunque lo ideal es pasar al menos un fin de semana – o un par de días – en la ciudad, ver Salamanca en un día es algo que se puede lograr si comienzas la jornada a primera hora de la mañana y la alargas hasta el anochecer.
Si solo dispones de esas 24 horas, aquí te dejamos una completa guía sobre qué ver en Salamanca en un día. Sin embargo, primero comenzaremos con los datos y consejos más prácticos para viajar a Salamanca.
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Cómo llegar a Salamanca
Salamanca es una capital de provincia que forma parte de Castilla y Léon. Muchos de los viajeros llegan a Salamanca procedentes de Madrid, habiendo recorrido una distancia de unos 220 km. Para viajar de Madrid a Salamanca, tienes las siguientes opciones:
Ir de Madrid a Salamanca en coche
Si tienes un coche propio, el trayecto de Madrid a Salamanca no te llevará más de 2 horas y 20 minutos, tomando la A-50. Si quieres evitar los peajes, el trayecto puede llevar unos 15 minutos más.
Ir de Madrid a Salamanca en tren
Aunque viajar en coche te da una mayor libertad, lo cierto es que no hay forma más cómoda, rápida y sencilla de viajar de Madrid a Salamanca que el tren. Así, además, no tendrás que preocuparte por buscar aparcamiento en una ciudad en la que no resulta sencillo encontrarlo por el centro.
En la estación madrileña de Chamartín podrás tomar un tren ALVIA que te lleva hasta Salamanca, vía Segovia, en una hora y media. El precio del billete suele rondar los 25 euros por trayecto. Sobre todo en fines de semana y temporada alta, te recomendamos que reserves los billetes por adelantado en la web de Renfe.
Ir de Madrid a Salamanca en autobús
Si decides ir en autobús de Madrid a Salamanca, podrás tomar uno de los que salen de la Estación Sur de la capital y estarás en Salamanca en unas dos horas y media. El billete suele rondar los 20 euros, por lo que no es un ahorro suficiente como para considerarla una opción mejor que el tren. Eso sí, tienes más servicios diarios que el tren.
Dónde dormir en Salamanca
Aunque sabemos que tu intención es ver Salamanca en un día, quizá acabes muy tarde la visita y te apetezca pasar la noche en la ciudad. O, algo aún más común: que Salamanca te atrape y decidas quedarte unos días más. En cualquier caso aquí te dejamos unas buenas opciones de alojamiento en Salamanca:
- Apartamentos Rua Suites Boutique: es una de las mejores opciones para aquellos que gusten de alojamientos que le den cierta independencia en el centro de Salamanca. El Rua Boutique Suites ofrece distintos apartamentos totalmente equipados, a 200 metros de la Universidad de Salamanca, y cerca de los museos de la ciudad y casi todas sus atracciones turísticas.
- Eurostars Las Claras: un hotel cuatro estrellas que suele ofrecer buenas ofertas a sus clientes, pudiendo disfrutar de todas sus comodidades pagando un precio más propio de un tres estrellas. Además de sus instalaciones de primera – con decoración clásica, pero comodidades modernas – a su favor tiene el magnífico trato del personal y la cercanía a todos los puntos de interés que ver en Salamanca (casi todos a menos de 10 minutos a pie).
- Hotel Emperatriz I: situado a unos 200 metros de la Plaza de Mayor de Salamanca, este pequeño hotel es el lugar perfecto pasar una estancia en pareja. La relación calidad-precio del hotel Emperatriz I es una de las mejores de Salamanca. Con habitaciones sencillas, pero con todo lo necesario. Además está a 1 km de la estación de autobuses y 1,5 km de la de trenes. Posee restaurante donde sirven estupendos platos típicos salmantinos.
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Qué ver en Salamanca en un día
Una vez que ya hemos solucionado tus dudas en cuanto a cómo llegar y dónde dormir en Salamanca, llega el momento de planificar tu ruta para disfrutar de todo lo que ver en Salamanca en un día. Será complicado abarcarlo todo, pues debes recordar que te hallas en una ciudad que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Ya llegue a la estación de autobuses o de trenes de Salamanca, tendrás que comenzar tu ruta caminando unos quince minutos o tomando un autobús de línea a la Plaza Mayor de Salamanca. Esta – una de las plazas mayores más grandes y bellas de España – es el corazón de la ciudad y un buen lugar para comenzar tu visita de las mejores cosas que ver en un día en Salamanca. Construida en dos fases, y finalizada en 1755, posee un marcado estilo barroco, destacando sus fachadas y arcadas repletas de ornamentos. Tiendas, cafeterías. bares y restaurantes bullen de actividad durante todo el día, mientras turistas de todas partes del mundo se sacan fotos en uno de los lugares más fotogénicos que ver en Salamanca y declarado Monumento Nacional.
A tan solo unos 6 minutos de la Plaza Mayor, encontrarás la famosa Casa de las Conchas, un edificio histórico – que combina elementos góticos, mudéjares y renacentistas – levantado por Rodrigo Arias Maldonado – un caballero de la Orden de Santiago – en 1517. Su nombre se debe a las más de 300 conchas que aparecen en relieve en su bella fachada. Este antiguo palacio que sirvió de morada a la familia de Maldonado es, hoy en día, una biblioteca pública. No te quedes solo con la fachada y entra para admirar los habilidosos trabajos artesanales de su interior.
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Tras la Casa de las Conchas, puedes continuar la visita de un día a Salamanca visitando la Clerecía. En realidad, su nombre original fue el de Real Colegio del Espíritu Santo de la Compañía de Jesús, pero mudó al de la Clerecía tras la expulsión de los jesuitas de España y su traspaso a la Real Clerecía de San Marcos. Su construcción comenzó en 1617, por orden de Margarita de Austria, esposa de Felipe III. De estilo barroco, la Clerecía tiene una parte pública y visitable, que incluye la bella iglesia – ya no apta para el culto – y las aulas de la Universidad Pontificia de Salamanca (desde 1940) y otra privada.
Sin embargo, si quieres disfrutar de la antigua y venerada Universidad de Salamanca debes caminar un poco más hacia el río Tormes. Considerada como una de las universidades más bonitas del mundo, la de Salamanca fue fundada entre 1425 y 1433. Los estudiantes que tienen la fortuna de estudiar aquí en la actualidad aún se maravillan, durante sus primeros días en ella, con los fantásticos relieves que muestra la fachada del edificio. Estos adornos son un ejemplo excelente del estilo plateresco. El reto universal de los visitantes es encontrar, entre esos recargados adornos, la rana sobre una calavera. El significado de la famosa rana de la Universidad de Salamanca ha dado lugar a numerosas especulaciones. Desde historias relacionadas con la Inquisición española hasta supuestas resurrecciones de hijos de poderosos reyes. Pero la rana no es la única protagonista de una fachada que esconde alusiones a personajes como los Reyes Católicos, Baco, Hércules o Carlos I. Sin embargo, no son pocos los que afirman que simplemente es la marca del escultor que labró las calaveras en la portada.
Después de unas horas disfrutando de las mejores cosas que ver en Salamanca en un día, llega el momento de reponer algo de energías y saborear la exquisita cocina castellano leonesa. Tres buenas opciones donde comer en el Salamanca por el centro son los restaurantes En la parra, Isidro y El Alquimista. Degusta buenas carnes de morucha (una ternera propia de la zona) o cordero acompañadas de chanfaina, el riquísimo jamón de guijuelo y las pequeñas rosquillas de Ledesma. Si prefieres ahorrar tiempo y tomar algo rápido, pero contundente, siempre puedes optar por comprar una porción de hornazo: una especie de empanada rellena de jamón, chorizo, lomo y huevo duro.
Con la barriga llena y tras sentirte como un estudiante en un lugar mágico, continuamos la ruta por Salamanca en un día con una visita a las catedrales de la ciudad. Y es que Salamanca posee una catedral nueva y otra vieja. La catedral nueva de Salamanca es la más impresionante. Su construcción comenzó en el silgo XV y finalizó en el XVIII. Al extenderse su construcción en un período de tiempo tan largo, es normal la combinación de estilos arquitectónicos – gótico, barroco y renacentista -, dándole una mayor riqueza patrimonial.
Podrás acceder a la catedral vieja de Salamanca a través de la nueva. De estilo románico y menores dimensiones que la nueva, fue terminada en el siglo XIV. Aprovecha para ascender las torres de las catedrales y disfrutar de una de las mejores panorámicas que ver en Salamanca.
Antes de acabar con las visitas a los muchos monumentos que ver en Salamanca en un día, toca pasar por el bello Convento de San Esteban, el cual supone uno de los mejores exponentes del plateresco en la península ibérica, añadiendo algunos elementos barrocos y renacentistas. Construido entre los siglos XVI y XVII (fue finalizado en 1610), comenzó sus días cumpliendo funciones de convento de la orden de los dominicos y hoy en día es la sede de la Pontificia Facultad de Teología de San Esteban, fundada en 1947 y heredera del Estudio General de Teología que surgió en San Esteban en 1222. Aunque la iglesia merece la pena una visita, lo que suele impresionar más al viajero es la profusamente ornamentada fachada del convento.
Llega el momento de disfrutar del fresco y límpido aire de Salamanca, así que continuamos la ruta de un día por Salamanca acercándonos al parque de los Jesuitas, un gran pulmón verde de casi 100.000 metros cuadrados situado, situado entre la Avenida de la Aldehuela y el Paseo de San Antonio. El lugar era un antiguo huerto de los Jesuitas, pero fue cedido al Ayuntamiento de Salamanca en 1979. Aún se conserva el huerto original, donde los árboles frutales le dan un gran colorido y una dulce fragancia al ambiente. Árboles, zonas de césped, canchas para la práctica de deportes, un estanque, grandes avenidas por las que pasear, correr o ir en patines, cafetería, una pérgola, un carril bici… Hay decenas de maneras de disfrutar de este parque que atrae, debido a su variada y densa vegetación, a un buen número de especies distintas de aves.
Por último, no hay nada como despedir tu visita de un día por Salamanca disfrutando del atardecer desde el puente romano de la ciudad. Tendido sobre las frías aguas del río Tormes, este puente lleva aquí unos dos milenios. Dicen que fue construido bajo el mandato del emperador Marcus Ulpius Traianus, midiendo 176 metros de largo y siendo sostenido por 26 arcos. Declarado Monumento Nacional, el puente romano de Salamanca ofrece unas inmejorables vistas a las catedrales de la ciudad y vive su mayor esplendor cada noche, cuando es iluminado.
Probablemente, cansado pero feliz, te habrás dado cuenta de que es casi imposible ver Salamanca en un día. Seguro que volverás.
Aquí puedes consultar el itinerario de la ruta de un día por Salamanca: