Moravia del Sur, ese nombre mágico que se puede asociar a una tierra de reyes locos donde el héroe de turno libera a la población y gobierna desde su castillo escondido en un bosque que corona la cúspide de la montaña más alta del reino. Suena muy bien a los oídos de cualquier amante de las leyendas mitológicas. Pero es que Moravia del Sur existe de verdad.
A veces la realidad supera a la ficción y son muchas las historias de esta región del sureste de la República Checa que han acabado impresas en antiguos libros.
El pasado mes de marzo tuve la suerte de recorrerla durante unos días y creo que me habría quedado algunos más. Quizá 3 o 4 días sean suficientes para tener una idea del lugar, pero, si tenéis tiempo, os recomiendo pasar al menos una semana en Moravia del Sur. No os aburriréis.
Aquí os dejo, a modo de resumen de mi viaje, una pequeña guía de cosas que hacer y ver en Moravia del Sur:
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Visita Brno
La capital de la región es el lugar perfecto para aquellos que buscan destinos cargados de historia y bonita arquitectura. Sin embargo, si estás buscando ambiente nocturno y juvenil, también Brno será tu ciudad ya que alberga nada menos que 13 universidades y una cuarta parte de su población es estudiantil.
La combinación de edificios emblemáticos hace que puedas encontrarte con un Ayuntamiento de más de 500 años de antigüedad y una casa modernista de principios del siglo XX, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Numerosas son también las plazas, como la de La Libertad (Námesti Svobody), y sus iglesias, entre las que destaca la Catedral de San Pedro y San Pablo, que guarda una leyenda que se encuentra entre las más famosas del país.
Recorre los bosques y cuevas del Karst de Moravia
Colinas y montañas cubiertas por densas arboledas, precipicios, ríos, cascadas y cuevas subterráneas. Todo esto es lo que ofrecen los senderos que horadan los más de 100 km cuadrados de superficie del Karst de Moravia, el más grande de la República Checa.
Las cuevas de Moravia tienen millones de años de antigüedad y se han formado por la acción erosiva de los ríos y corrientes subterráneas sobre la roca caliza. De las más de 1.100 que están diseminadas por la zona tan sólo 14 están abiertas a los visitantes. De estas 14, la más espectacular es la de Punkvat.
Un plan ideal es visitar la cueva de Punkvat (cosa que lleva poco más de una hora), llevar un buen pinnic y pasear por los bosques y prados que la rodean. No olvides subir hasta la parte superior del abismo de Macocha. Una oscura leyenda se cierne sobre este misterioso lugar de gran belleza natural.
Respira el aire medieval de Mikulov
La población de Mikulov se asoma a la frontera con Austria. Dada su posición estratégica, aquí se levantó un imponente castillo en tiempos medievales. Las familias Liechtenstein y Dietrichstein fueron dueños de esta villa entre el siglo XIII y el XX, dotándola de grandes monumentos arquitectónicos, la mayoría de los cuales han llegado en buen estado de conservación hasta nuestros días.
Visita el castillo de Mikulov, las tumbas de los Dietrichstein, el barrio y cementerio judíos, las distintas iglesias, los monumentales edificios del centro histórico y, para finalizar, da un paseo por la naturaleza y asciende la Colina Santa, primer lugar de pergrinación de las regiones de Bohemia y Moravia. Desde aquí podrás disfrutar de las mejores vistas posibles de Mikulov.
Recorre el área de Lednice y Valtice, Patrimonio de la Humanidad
Con casi 300 kilómetros cuadrados, el área de Lednice y Valtice, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco a finales del siglo pasado, tiene una gran variedad de atracciones que ofrecerte.
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Tanto en Lednice como en Valtice se levantaron castillos de apariencia palaciega destinados a funcionar como residencia de la poderosa familia Liechtenstein. En ellos se combinaron distintos estilos arquitectónicos y a su alrededor se diseñaron jardines, estanques y monumentos que completaron la estampa imponente.
Mucho más que jardines podrás contemplar cuando recorras el sendero de 7 km que une Lednice con Valtice. Bosques y viñedos rodean a estas dos tranquilas poblaciones de Moravia del Sur. Alquila una bicicleta y da una vuelta por la zona donde se produce el 97% de todo el vino de la República Checa. Los vinos blancos son de una calidad especial, aunque también podrás encontrar buenos tintos y rosados. Yo me consideré un privilegiado al catarlos ya que la producción se destina casi íntegramente a abastecer el mercado nacional. Pocos son los que han tenido la suerte de probar los vinos de Moravia del Sur fuera de las fronteras del país.
Sé que se me quedaron muchas cosas en el tintero, así que espero poder regresar alguna vez para seguir descubriendo más secretos de esta tierra de nombre mágico.