Robo en la India

encantadorSerpientes
Es un típico tópico el que reza que la India no te deja indiferente: o la amas o la odias, pero son pocos los que se van con una sensación intermedia si tienen pasión en su interior.

Cinco años después de haber estado por allí, os recomiendo ir a ver este país porque nadie te puede contar lo que es. Los consejos sólo son eso: consejos y opiniones, pero este Mundo lo tienes que descubrir tú mismo y hacerte tus propias valoraciones y vivir tus propias experiencias. Eso sí, yo tardaré en volver y, en su momento, la odié. Quizás nos movimos por la zona más hipócrita y turística, la que sólo piensa en aprovecharse del turista, la zona de Rajhastán, Delhi y Agra. También tuvimos mala suerte con el guía y fuimos mucho más felices cuando hubimos ganado nuestra libertad. Pero no, no volvería a esa misma zona. No por el momento.

El último episodio amargo de la India nos ocurrió durante nuestro trayecto de Gorakphur a Bombay. El tren realizaba un recorrido de 36 horas y llegamos puntuales a nuestro compartimento de clase intermedia con cama (tipo literas duras suspendida a media altura). Yo me había ido al baño y Rober acomodaba las cosas cuando entraron 2 hindúes con una especie de billete en la mano y diciendo que éste era su compartimento. Rober entonces les dio la espalda para buscar nuestros billetes en la mochila, se lo mostró, ellos asintieron y salieron apresurados con el tren ya en marcha. Mi amigo me contaba aún la anécdota mientras quitaba mi mochila de su cama, cuando exclamó: ¡Cabrones!.

Aquella pareja nos la habían jugado como a dos auténticos pardillos. Cuando mi amigo se dio la vuelta le quitaron la cámara -una canon EOS 300, comprada en Nepal sólo 10 días antes con las fotos del Annapurna en ella- y salieron del tren. No habíamos aprendido en 3 semanas, pero aún nos quedaban más cosas.

Comenzó la odisea para conseguir una denuncia policial sellada que nos sirviese para reclamar a nuestra aseguradora. Avisamos a la policía del tren y nos dieron un formulario de denuncia…en Hindi. Afortunadamente, Manet -un joven nepalí que regresaba a la Universidad después de unas vacaciones en casa- nos lo tradujo todo al inglés y lo rellenamos en este idioma. Sin embargo, aún teníamos que llevarlo a una comisaría de Bombay a que nos lo sellaran.

Iberia Express

El tren llegó a la estación de Kurla a las 4 de la mañana, 4 horas antes de lo previsto. Por primera vez en toda la estancia en la India llegábamos antes de hora a un lugar y esta fortuna nos dejaba tirados y sin alojamiento a las 4 de la mañana en los suburbios de Bombay. Quedaban menos de 24 horas para perder de vista la India, pero parecían 24 años. En la misma estación tuvimos nuestro primer contacto con la policía. Paramos a un vigilante y nos llevó a la mini comisaría de la estación para contemplar una imagen muy curiosa. Había 2 policias en aquel antro oscuro y lleno de mosquitos: uno durmiendo tumbado encima de la mesa y el otro roncando sentado en una silla. El vigilante los despertó de un puntapié y tras casi una hora de explicaciones -bueno, media para despertar, 15 minutos para conseguir que entendieran lo que queríamos y otros 15 para pensar qué hacer- uno de ellos nos llevó a otra comisaría.

Allí, bajo la mirada atenta de lo que parecían ser cuadros -cubiertos por un dedo de mierda- de personajes políticos y militares de la India, se repetía la imagen de la de comisaría de la estación. Parecía que estaban jugando a las sillas musicales cuando cayeron todos dormidos y quedaba pendiente decidir el ganador del concurso de ronquidos que allí estaba teniendo lugar.

Pasamos 6 horas en aquel lugar explicando lo que queríamos de mil maneras diferentes: que sólo era para el seguro, necesitábamos sólo un sello oficial y no les pedíamos ni que buscaran al tío que nos había robado, sólo éso, un maldito sello oficial y una firma. Pues no. Como el robo se había producido al comienzo de nuestro viaje en tren, se consideraba un delito cometido en otro estado y no querían firmar nada. Nuestro cabreo llegó a límites insospechados cuando un tío salió fuera para decirme que dejara de pasear arriba y abajo por la puerta de la comisaría porque eso daba mala imagen…¿Mala imagen?. Básicamente le dije, en un inglés inmejorable, que me acordaba de todos sus muertos y que escribía para una revista de turismo en España e iba a hacer una campaña de propaganda contra la India entre nuestros lectores para que nadie la visitara. No sé si lo creyó o no, pero me dejó en paz.

Tras 5 horas y pico y después de hablar con diferentes policías de diferentes grados, llegó lo que en Italia se llama Il Capo. Un hombre de unos 50 y pico de cuidado aspecto, con traje azul cielo y maneras arrogantes. Se sentó al otro lado de la mesa donde estábamos nosotros. A nuestro lado se sentó un suboficial también de avanzada edad completando los personajes de la escena que aún hoy nos parece surrealista. Creo que en algún lugar de la habitación alguien con un megáfono debió gritar ¡Acción!… y comenzó la película..

Secuencia 1: el tío de nuestro lado se duerme sentado en la silla.
Secuencia 2: Il Capo se levanta, coge un uniforme que le trae un subalterno en una percha cubierta por un plástico y lo deja encima de la mesa.
Secuencia 3: aquel crack se desabrocha el pantalón y se lo quita lentamente quedándose en gayumbos ante nuestra mirada atónita. Hace lo mismo con la camisa y se queda con una camiseta interior de tirantes. Se pone el uniforme ceremoniosamente, se enfunda la boina militar, estira los puños de la camisa y, finalmente, echa una firma a nuestra denuncia con un aire de suficiencia del que le hace un favor a un civil desvalido. Luego nos despide con un ademán desganado. Y nominados al Óscar fuimos todos.

Cogimos la denuncia, nos alejamos a paso rápido de allí maldiciendo a todos y nos repetíamos con la mirada: Prometo no volver jamás.

Con el tiempo todo se suaviza y ahora nos pegamos unas risas cada vez que lo recordamos y -caprichos de la vida- Rober tiene que viajar 3 veces al año a la India por motivos laborales y le va gustando algo más.

logitravel costa rica

Pues eso, que no te lo cuenten, pero que sepas que no todo son rosas en la India y en los viajes en general.

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13 comentarios en “Robo en la India”

  1. jaja Eres un crack David! Me encantan tus posts..viajo en dos meses alrededor del mundo y empiezo en Delhi..así que leo tus historias con gran interés.
    Un saludo!

  2. Atcs, totalmente de acuerdo contigo. Dicen que la India nunca te deja indiferente, o la amas o la odias. Yo contaba los dias para salir de alli. Hay una falsedad muy grande en muchos sitios del pais.

  3. Por cierto, ayer me robaron unos 100 euros, ¡en un organismo oficial! Sí, sí, no conté el dinero en cuanto lo recibí (¡por Dios, contad siempre cada rupia, incluso lo que os dan los cajeros! No os podéis fiar de nada ni de casi nadie), lo llevé encima todo el día y por la noche me encuentro con la sorpresita.

  4. Yo estoy pasando unos meses en India y no en un lugar turístico sino en medio de nativos. Voy a mi bola, con mi familia. No llevamos guía para nada ni taxista. Estamos viviendo siempre en la misma región, no hacemos ningún tour ni nada de eso, pero si vamos a visitar algo que queda lejos alquilamos un coche y punto (con todos los peligros que conlleva el conducir aquí). En mi imaginación amé La India desde siempre, pero ahora que estoy aquí veo que es el reino de la mentira, del materialismo y de la enfermedad (sí, sí, ya sé que hay buena gente, como en todas partes, pero sólo con que la mitad sean unos mentirosos y unos estafadores ya estamos hablando de más de 500 millones de individuos. Y una cifra así ejerce presión). Tengo un objetivo muy claro y un dibujo muy exacto de mi viaje, por eso estoy aguantando de todo. Puede que, a pesar de todo, algún día repita, pero, insisto, no es por el país, es por el interés concreto que tengo aquí. Antes creía que India había dado y sigue dando tantos gurús porque la gente era muy espiritual y devota, viendo esto sé que los ha dado porque se trataba de personas que veían toda esta falsedad y trataron de superarse en medio de esta hostilidad de y todas estas fuerzas negativas. Por eso se metían en monasterios y templos, porque aquí afuera no hay valiente que se quede. Por otro lado, no es un país para que la gente venga a chupar, que es lo que hace todo dios (“estabilizarse“ a cuenta de no sé qué energía positiva de la India que dejaron algunos gurúas para poder solucionar su mediocre vida). No, India no está para esos trotes; a India hay que venir a dar, dar lo poco o lo mucho que se tenga. Hay que tratar de que esto se estabilice entregándose a este país. Es asqueroso ver a la gente meditando en los templos chupando toda la energía para sí mismos (yo soy sensible y lo noto perfectamente y, claro, salgo de allí pitando). Y no sólo eso, ¿os habéis fijado en la posición de la cabeza de la peña cuando medita? La tienen alta, como si algún dios venerado aquí les debiese algo. O sea, no sólo vienen a chupar sino que no tienen ni pizca de humildad. ¡Patético! El turismo está profanando un montón de templos con esa actitud. La gente que de verdad ama La India ni se acerca en los últimos años. están completamente decepcionados. Hablo de occidentales que han vivido la mayor parte de su vida aquí.

  5. pues hombre
    mi esperiencia en la india se remonta a tres años y 8 viajaes y estoy enamorado de la india y voy a seguir hiendo,a parte de por razones laborales porque me entusiasma el volver otra vez y descubrir cosas nuevas siempre te sorprende y ves cosas que antes no has visto.sobre todo me he movido por el sur,madurai,chenai,bangalore y alguna ciudad mas menos conocida,tambien he estado por el norte udaipur y alrededores y no tengo mas que palabras de amabilidad hacia toda la gente que he conocido aunque tengo anecdotas muy fuertes como estar detenido en un aeropuerto por aduanas por llevar mas dinero de la cuenta encima.
    de todas formas depende de la gente con la que te encuentres supongo que hay de todo.
    espero que vuelvas a repetir ya que es como una droga
    cuanto mas vas mas te gusta.
    saludos

  6. Hola Deibiz! Veo que con las prisas no me expresé bien en mi comentario anterior. No cogí más guías de larga duración. El de la India lo contratamos por 2 semanas y nos salió muy rana. Desde entonces, si he tenido algún guía en casos muy puntuales de tours cortos -tipo el salar de Uyuni o Macchu Pichu, que de hecho no se puede realizar si vas sin guía- o alguna visita de menos de un día en la que quieres enterarte de la historia o datos curiosos sobre el lugar. Pero no me gusta el tema de contratar a alguien con el que pasar semanas por el país viajando a varios lugares. Por la experiencia vivida, prefiero andar a mi aire. Un saludo y me alegro que además te gustará Howth!Estás viviendo por aquí o andabas de visita por Irlanda?

  7. No opino lo mismo que paco, no creo que viajar con guia sea de pardillos. Si encuentras un guia competente, nativo de la zona, aprenderas mucho mas que si vas tu solo, hay datos, historias, anecdotas que solo conocen las personas del lugar y no encontraras en libros. Con esto no quiero decir que la mejor opcion sea un guia a tiempo completo, porque no es asi, si no que para ciertas visitas es casi indispensable, tanto como caminar solo por un pais que no conoces para poder disfrutar de el.

  8. Pues si Paco, pues si, y de los errores se aprende. Era el primer destino del viaje y pensamos que en coche podriamos ver mas cosas para el poco tiempo que teniamos. En eso acertamos, pero habria preferido ver menos y no tener al pesado de los cojones todo el rato. Tenia 26 cuando hice ese viaje y no cogimos guia en ningun otro pais. Desde entonces he viajado casi cada mes a distintos destinos y siempre me he montado todo por mi cuenta. Un saludo

  9. Sin duda te recomiendo que vayas, Ani. Creo que es una experiencia que en pocos lugares encuentras. Eso si, como consejo personal: visita las zonas menos turisticas o, si decides ver Rajhastan, Agra y demas lugares saturados de turismo, hazlo por tu cuenta -sin guias ni tours- e intenta pasar lo mas desapercibida posible. Es un lugar de grandes contrastes y tan diferente a lo que conoces, que sin duda te puede llegar a maravillar si te mueves por zonas liberadas del turismo en masa. Ve a conocerla!

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