A pocos kilómetros de distancia de Barcelona, la Serralada Litoral, con bosques frondosos y vistas privilegiadas a la costa del Maresme, ofrece muchas excursiones de gran belleza aptas para todos los públicos.
La sierra se extiende a lo largo del Maresme, una zona que ha estado habitada desde tiempos del neolítico y eso le añade un toque cultural a las rutas senderistas que ofrecen sus bosques y montes. Especialmente alrededor de las poblaciones de Vilanova del Vallés y Vallromanes se hallan bastantes monolítos, dólmenes y otros legados de tiempos remotos.
Sin duda, alternar una ruta senderista por el monte con toques históricos significa una escapada ideal en familia para acercarnos a la naturaleza y a nuestro pasado. Entre las posibilidades que existen a lo largo de la Serralada Litoral, se encuentra la excursión a la Roca Foradada.
La Roca Foradada se encuentra en el Turó de Cal Tàvec, a poco más de 300 metros de altura, y a primera vista os dejará sorprendidos. Se trata de una piedra con una gran cavidad en su interior procedente de épocas prehistóricas. Antiguamente se creía que su apertura funcionaba a modo de horno y no fue hasta principios de los noventa en que los arqueólogos clasificaron los restos arqueológicos como una cueva sepulcral.
Alrededor de la Roca Foradada existen varias piedras voluminosas, otras marcas indelebes de los primeros humanos que habitaron la zona.
Otras excursiones en la Serralada Litoral
- Senderismo en Vallgorguina: Ruta circular al Dolmen de Roca Gentil
- Ruta circular por la montaña de Tiana
- Ruta circular por el refugio del Vedat en Teià
- Un moai en el bosque mágico de Orrius
- Ruta del neolítico en el bosque de Céllecs
- Ruta senderista por la Serralada de Marina
- Ruta a la Roca d’en Toni en Vilassar de Dalt
- Ruta circular por la Serralada de Marina
- Ruta de Sant Jeroni de la Murtra y las Ermitas
Para llegar ala Roca Foradada de Vallromanes partimos de la plaza de la Iglesia de Vallromanes siguiendo la Avenida de Vilassar hasta llegar a la finca de La Mimosa. Seguimos un sendero amplio de tierra que va en ascensión hasta llegar a los montes de Cal Tàvec y Puig Aguilar, los más altos de la zona aún con sus humildes 300 metros.
Al llegar a la cima veréis algunas grandes rocas graníticas que preludian la Roca Foradada. Un lugar donde al menos nosotros no encontramos a nadie en prácticamente todo el recorrido y pudimos descansar y disfrutar de este lugar mágico.
Si nos internamos por el bosque existe una ruta circular que nos deja en el restaurante Can Maimó. No obstante, el circuito atraviesa el campo de golf y está prohibido el paso. Aun así, os recomiendo internaros por el bosque ya que realmente esta zona está muy poco frecuentada y ofrece un espesor de bosque mediterráneo envidiable.
En definitiva, se trata de una sencilla excursión de 3,5 kilómetros de ida y vuelta desde Vallromanes con una ascensión de unos 280 metros. Para alargar un poquito la ruta, como comentaba anteriormente, podéis seguir la estrecha ruta que vira hacia el otro lado del monte mucho más rico en vegetación que la vertiente que viene de Vallromanes. Ya puestos, os aconsejo pegaros un buen festín tras la caminata en el restaurante de Can Maimó, excelente carne a la brasa y caracoles a precios muy aceptables
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