Para describir lugares de especial encanto, en muchas ocasiones, en la prensa de viajes se tiende a tirar de tópicos con expresiones del tipo «marco incomparable» o «tierra de contrastes».
Ahora mismo recuerdo el recorrido realizado por el barranco del río Dulce en las inmediaciones de Sigüenza durante el fin de semana pasado y lo primero que me viene a la mente es «tierra de contrastes«.
Quizás no esté inspirado pero al recordar y repasar las fotografías sigo en las mismas. Las vistas que se obtienen desde el cerro de San Cristóbal a 1,212 metros ofrecen un paisaje de auténtico contraste con las cimas secas y despobladas y el interior del barranco por donde pasa el río Dulce ofreciendo una exuberante vegetación con todo un ecosistema en vida. Parecen dos mundos distintos encontrados en una distancia de 400 metros de altura entre el punto más bajo del barranco y la altitud máxima de las montañas que lo ciernen.
El espectador de excepción de este paisaje es el buitre leonado que tantas veces había perseguido Félix Rodríguez de la Fuente por estos parajes. No en vano, el famoso ambientalista español pasó mucho tiempo de su carrera criando lobos en la zona y rodando documentales sobre la fauna del barranco del río Dulce.
Rutas por el Barranco del río Dulce
Realizamos el itinerario junto al guarda forestal del parque natural y un madrileño que mandó su anterior vida de abogado estresado en Madrid a freír espárragos y hoy se encuentra la mar de feliz en esta segunda oportunidad que la vida le ha dado en Sigüenza. El entrañable e incombustible Manuel que nos alojaba en su casa rural en Sigüenza también nos acompañaba. Ir mejor acompañados para una caminata por el barranco del río Dulce era casi imposible.
Alrededor del parque natural encontraréis toda una serie de itinerarios bien marcados para realizar senderismo. Por sus más de 8,000 hectáreas pasa la ruta del Quijote, el camino del Cid, la ruta del Románico, la ruta de los Castillos, el GR-10 y las rutas locales que cruzan lo mejor del barranco, incluso hay una ruta de 1,5 km. adaptada para invidentes en la localidad de La Cabrera.
Aun así, no esperéis encontrar demasiada gente por este sitio. Un paseo por el barranco del río Dulce es abandonarse a la naturaleza y alejarse del 3G.
El sendero recomendado es el que parte desde la localidad de Peregrina y se adentra por lo más profundo del barranco pasando por La Cabrera y terminando en Aragosa. Se trata de un trayecto de 11 kilómetros de dificultad baja donde disfrutaréis de la calma del lugar y la impresionante variedad de árboles y vida natural. A vuestro alrededor disfrutaréis de la presencia de sauces, álamos, nogales, chopos y arces.
Peregrina
La población de Peregrina es el núcleo urbano más habitado de la zona. Se encuentra bajo la sombra de un castillo en ruinas y en su interior encontramos recuerdos de su época medieval como una iglesia románica del siglo XII. Durante el otoño veréis a muchos aldeanos recorrer los senderos que medran hacia el río en busca de nueces.
A los alrededores del pueblo se levanta una estatua erigida a Félix Rodríguez de la Fuente quien habitó en Peregrina durante una buena parte de su vida laboral y cambió la concepción de un país entero en relación al trato con los animales y la vegetación que nos rodea.
Aragosa
Se trata de una pequeña población donde discurre el río Dulce y el 3G y la cobertura móvil no dan signos de presencia ni por asomo. Termina el sendero principal del barranco en esta población aunque existen otras rutas secundarias que se encaraman por la roca y ofrecen bellos paisajes del itinerario realizado a nuestras espaldas.
Encontraréis una zona de picnic justo debajo del pueblo a la orilla del río.
La Cabrera
No hay bar, no hay restaurante, hotel o escuela. Una plaza con una canasta de baloncesto, una pintura de Picasso sobre el muro y un local de asociación de amigos que se han montado los del pueblo para tener un lugar de reunión.
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La Cabrera es un minúsculo pueblo en el interior del barranco del río Dulce digno de apadrinar a cualquier fugitivo que aprecie su pellejo. No te vayas a Sumatra que te encontrarán los mochileros, vete a La Cabrera y hazte amigo de los buitres leonados, tus únicos compañero de viaje en este paisaje en lo más profundo de la España más profunda.
Fue una pena que no hubiese sitio para todos, aunque para seros sincero, la siesta me vino de miedo :) Gracias por compartirlo Quique, así el resto lo hemos vivido un poquito.
Tremendos paisajes !!