Mientras el litoral del Maresme va dejando un precioso reguero de playas a lo largo de la costa catalana, a pocos kilómetros de distancia y en paralelo, la Sierra del Montnegre ofrece unos bosques espesos, de exuberante vegetación Mediterránea con múltiples caminatas y excursiones que podemos realizar para todos los públicos. Esta zona norte de la comarca del Maresme ofrece una de esas combinaciones ideales de mar y montaña que en lugar de encontrar en un plato preferiría que fuera en forma de hipoteca y en buenas condiciones.
Una de las zonas donde podemos contemplar y pasear por los magníficos bosques de la Sierra del Montnegre es alrededor de la localidad de Vallgorguina, a caballo entre las montañas del Montseny y el litoral del Maresme.
Nos decantamos por una ruta circular sencilla que parte del mismo pueblo de Vallgorguina. Ofrece un recorrido con muy poco desnivel a lo largo de 7 kilómetros de variado terreno. No entrama dificultades técnicas en ningún momento y está bien señalizada con marcas de Pequeño Recorrido verdes y blancas (SL-C 71).
Esta ruta nos lleva a un bonito dolmen de más de 4000 años de antigüedad como punto principal del recorrido. No obstante, el camino se interna por bosques ricos en vegetación y una gran variedad de árboles. Esta ruta es ideal para practicar la fotografía jugando con los rayos de sol que van adentrándose tímidamente entre las espesas copas de los pinos, plataneros, castaños, alcornoques y más variedades de árboles.
El recorrido empieza en el parking del final de la calle Montseny. Encontraréis cuatro caminos que parten del parking. Deberéis tomar el segundo que sigue un pequeña ascensión. Encontraréis una marca del sendero SL-C 71 a pocos metros de distancia.
Nos internamos en el bosque hasta llegar a un extensa plantación de plataneros junto a la Fuente de Forn. A partir de ahí seguiremos el pequeño río que discurre en las inmediaciones. Os aconsejo llevar repelente de mosquitos porque durante al menos medio kilómetro no pararon de perseguirnos mosquitos tigre y nos dejaron unos cuantos obsequios en las piernas.
A medida que vamos ascendiendo paulatinamente abandonamos el río y los mosquitos y nos acercamos a una zona de alcornoques. Seguimos el camino principal que realiza una ligera ascensión hasta llegar a una pista forestal. El paisaje cambia con multitud de pinos.
Giramos a la derecha para subir el pequeño monte donde nos espera el Dolmen de Pedra Gentil. Se trata de una cámara simple y tiene una antigüedad de unos 4000 años. Según la tradición este dolmen era el lugar de reunión predilecto para las brujas del Maresme.
Un centenar de metros más abajo del dolmen, podemos ver el campanario de la iglesia de Santa Eulàlia de Tapiòles, y ese punto fue nuestro lugar escogido para disfrutar de un picnic. Nos encontramos a mitad del recorrido aproximadamente.
Tras la visita al dolmen volvemos a la pista forestal y debemos seguirla hasta un desvío que aparece al cabo de 5 minutos. Contemplad las marcas verde y blancas que siempre están visibles. El nuevo camino nos acerca a un escenario de tierra labrada y la masia de Can Pradell de la Serra destaca sobre el escenario. Una casa de estilo señorial, con preciosas arcadas y una de sus partes reconvertida en restaurante.
Al cabo de unos metros volvemos a internarnos en el espeso bosque de las inmediaciones de Vallgorguina. Lo bonito de este bosque es la continua variedad de árboles con encinas, alcornoques, robles, pinos y muchas más variedades. Mariposas de muchas variedades y algunas grandes como del tamaño de una palma visten el paisaje con sus animados colores.
El camino nos acerca a una casa de colonias, Can Clarens, y desciende siguiendo el bosque hasta dejarnos en el punto de partida inicial, al final de la calle Montseny, donde nos espera el coche aparcado.
Se trata de una ruta de 5 kilómetros aproximadamente que apenas entrama esfuerzo. Lo hice con un pequeño de 5 años que prácticamente hizo todo el recorrido solo y nos lo pasamos la mar de bien descubriendo nuevos árboles, nuevas plantas y mariposas de todos los tamaños y variados colores. Una zona ideal para ir probando rutas distintas en cada ocasión.