La ciudad de Barcelona se encuentra agradablemente asfixiada -si es que semejante antítesis se nos permite- entre la cordillera de Collserola, las desembocaduras del Besós y del Llobregat y el mar Mediterráneo. Entre este alargado cuadrilátero la ciudad atesora mil y una historias que contar y alguna de ellas las podréis descubrir en nuestra guía de Barcelona. Desde las alturas de Collserola, controlando a sus pies toda la ciudad de los prodigios como la bautizó Eduardo Mendoza, obtendremos unas fantásticas vistas a Barcelona.
A escasos minutos en coche de Barcelona e incluso en transporte público se levanta la cordillera de Collserola. De su perfil destaca siempre omnipresente la antena de comunicaciones sobre el Pico de la Vilana en motivo de los Juegos Olímpicos y el templo neogótico del Sagrado Corazón del Tibidabo. Allá donde vayáis dentro de la ciudad, ambas figuras os guiarán cómodamente hacia el norte.
Dentro del parque de Collserola existen múltiples caminatas que se extienden en más de 8,000 hectáreas desde Molins de Rei hasta Santa Coloma de Gramanet y desde los barrios del norte de Barcelona hasta Rubí y Cerdanyola del Vallés. Sus senderos nos llevarán por profundos bosques o miradores con vistas de pájaro a la ciudad.
Desde el mismo centro informativo del parque parte una de las rutas más sencillas que nos llevarán por un camino fácil y habilitado por el interior del bosque para conocer unas cuantas de las fuentes que ofrece el parque de Collserola. Se trata de una zona ideal para realizar durante el verano ya que de esta forma evitamos el sofocante calor gracias a la sombra de los árboles y las variadas fuentes que encontramos por el camino. El sendero está debidamente señalizado, apenas existen desniveles y es apto para todos los públicos incluidas las personas con mobilidad o visibilidad reducida. Efectivamente, en los mapas del parque parte de la información la encontraréis señalizada en Braille.
Para realizar este recorrido nos desplazamos en coche hasta el centro informativo del parque que se encuentra a pocos metros de la estación de ferrarriles de la Generalitat de Baixador de Vallvidriera. A espaldas de la gran torre de comunicaciones sobre el punto más alto de la cordillera, esta zona ofrece unos bosques tupidos ideales para un paseo en pleno agosto.
Frente al centro de información existe un parking con un número limitado de plazas. Si vais en fin de semana mejor empezar la jornada temprano. De todas maneras, existen más zonas para aparcar el coche alrededor del centro. Desde el mismo nos dirigimos en dirección a la estación de ferrocarriles y antes de llegar ella nos internamos a la derecha donde nace el paseo de los Plataneros. Una amplia avenida de tierra bordeada por los espesos árboles. A lo largo de la misma encontraréis un claro con mesas de madera donde montaros un buen picnic y la Font dels Platans.
El paseo de los Planateros termina en una plaza circular y a mano izquierda unas escaleras descienden a la Font Vella -Fuente Vieja- protegida por la magnífica silueta de dos grandes plataneros. A pocos metros encontramos su hermana pequeña la Font Nova -Fuente Nueva-.
El camino sigue recto en dirección a la estación de Baixador de Vallvidrera aunque nunca llegaremos a terreno urbanizado. A lo largo del periplo veremos una buena variedad de árboles como sauces, olmos castaños y acacias. El camino termina en una plaza circular donde aprovechamos para descansar y preparar nuestro picnic bajo la sombra de una acacia.
Es importante prestar atención a los jabalíes que abundan en la zona. Aunque están acostumbrados al ser humano por su proximidad, a menudo se acercan donde huelen comida y al ir con sus crías puede que cualquier gesto pueda convertirse para ellos en una señal de amenaza. Nosotros nos pusimos a echar una buena siesta a medio camino tras el picnic de rigor y se nos acercó una familia de jabalíes. Afortunadamente ya teníamos medio ojo abierto y reaccionamos medianamente rápido.
Sigilosamente se fueron acercando y de repente teníamos a la mamá jabalí junto con sus cuatro crías a un metro de la toalla. Mi pareja se levantó rápidamente y se llevó al bebé. Los jabalíes continuaron su paso y yo saqué lo único que tenía a mano y se me ocurrió en ese momento, la toalla donde estaba sentado. La levanté y a modo de torero la moví por los aires y afortunadamente se alejaron con la atenta mirada del jabalí macho que andaba a pocos metros de distancia contemplando la escena. No nos pasó nada pero sin duda hay que ir con mucho cuidado.
Para volver podemos hacer el camino rápido por las escaleras que van directamente hasta el Centro de Información. Nosotros optamos por volver unos cuantos metros atrás y tomar el desvío hacia la derecha que llega hasta la Font Joana, otra plaza circular menos frecuentada que las otras y mecida en un entorno más salvaje.
Seguimos el sendero que asciende hasta devolvernos al paseo de los Plataneros. En pocos minutos desde este punto llegaremos al Centro de Información y al parking, punto incial y final a esta excursión ideal para ocultarnos del sol y cobijarnos entre la agradable sombra de los árboles del parque de Collserola.
Datos prácticos
Distancia aproximada: 2 kilómetros de ruta circular.
Tiempo aproximado: 30 minutos a ritmo lento.
Desnivel: 60 metros.
Inicio y final de la ruta: Centro de Información del Parque de Collserola.
Accesibilidad: Los senderos son llanos y apenas con piedras, no obstante algunos tramos con escaleras impiden el recorrido con silla de ruedas.
Asimismo, la información más importante de los mapas públicos del parque está traducida al Braille para invidentes.
Más excursiones alrededor de Collserola:
- De Vallvidriera a Torre Baró
- Un paseo por las fuentes de Collserola
- El mirador de Torre Baró
- El Parc de la Oreneta
- Del Papiol a Puigmadrona
- Ruta circular por el valle de Sant Iscle
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Respondiendo a tu anécdota del encuentro con los jabalíes, esta bien que fuerais cautos por supuesto y más con un bebe!, pero debo decirte, que esos jabalíes, están bastante humanizados, pues la gente les da de comer, y están acostumbrados a los humanos de toda la gente que va por alli, yo me los he encontrado también… pueden ser tal vez más desconfiada la madre cuando tiene los jabatos pequeñitos, y como buena protectora…sólo era apuntar esto! saludos!
Enhora buena por el blog.