Suele ocurrir muchas veces que acabas conociendo mucho mejor zonas que están a miles de kilómetros de casa que lo que te rodea en tu misma provincia. Ése es mi caso. Me puedes preguntar cómo es la mejor manera de atravesar Mozambique y te la sabré decir, pero cuando me preguntes sobre las rutas de montaña de mi escarpada provincia –Alicante es la segunda provincia más montañosa de toda España– me quedaré totalmente en blanco. Es triste y me he propuesto remediarlo. Para ello, me he propuesto realizar las mejores rutas senderistas de mi provincia, siendo una de las más bellas la ruta a la cima del Peñón de Ifach, en Calpe.
Se trata de una experiencia apta para todos los públicos (aunque la segunda parte, la que va del túnel a la cima, es algo escarpada) que regala una de las mejores panorámicas de la costa alicantina. El peñón de Ifach se levanta sobre las azules aguas del Mediterráneo como un enorme Poseidón de más de 300 metros de altura, pero desprovisto de tridente.
En el camino hasta la cima encontrarás fantásticos miradores, antiguos yacimientos arqueológicos, escarpados acantilados que dan a calas escondidas de aguas transparentes y todo ello aderezado con la bella vegetación mediterránea y un sinfín de aves marinas (sobre todo gaviotas, que se cuentan aquí por cientos).
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Una aventura al alcance casi de cualquiera y que merece mucho la pena.
Cómo llegar al Peñón de Ifach
El Parque Natural del Peñón de Ifach se encuentra en Calpe, a unos 65 kilómetros al Norte de Alicante, en la comarca de la Marina Alta.
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Para llegar a él desde la capital de la provincia, podéis elegir entre tomar la nacional 332 o la AP-7. Si elegís la autopista llegaréis más rápido, siendo además gratuita desde hace un tiempo. Es la opción que elegimos nosotros, y no tardamos más de 50 minutos en encontrarnos a los pies del peñón.
Características técnicas de la ruta del Peñón de Ifach
La ruta del Peñón de Ifach tienes las siguientes características técnicas:
- Tipo de ruta: lineal.
- Distancia: 5 km en total (ida y vuelta).
- Desnivel: 320 metros.
- Dificultad: media. Es muy sencilla hasta el túnel y se complica algo en la parte de la ascensión final. Sin embargo, la he visto hacer a niños y algunas personas mayores (en forma) sin demasiados problemas. Lo ideal es tomarte tu tiempo en las partes que son algo más complicadas. En ellas encontrarás cuerdas y cadenas fijas para ayudarte a subir.
- Orientación: la ruta del Peñón de Ifach está bien señalizada.
- Duración: unas 3-4 horas para ir con calma, disfrutar del paisaje y tomar fotos.
Dónde dormir en Calpe
Si buscas alojamiento en Calpe, te recomiendo el Gran Hotel Sol y Mar – Adults Only. Este romántico hotel 4 estrellas para adultos se encuentra sobre la playa del Arenal, en el paseo marítimo de Calpe. Su diseño es moderno y cuenta con piscina infinity, fantásticos restaurantes y bares, spa y mucho más. Si no te acaba de convencer, podrás reservar cualquier otro lugar donde dormir en Calpe aquí y con interesantes descuentos:
Experiencia realizando la ruta del Peñón de Ifach
Calpe -como tantos otros de la zona- es un pequeño pueblo agitado en Verano y dormido en Invierno cuyos residentes permanentes hablan idiomas nórdicos o centroeuropeos y chapurrean algo de español. Son recomendables sus restaurantes del paseo marítimo, famosos por los frutos del mar. Sin embargo es una pena el excesivo desarrollo urbanístico que se ha menoscabado un paraje natural que debió ser bellísimo 60 años atrás.
Aparcamos el coche en un pequeño descampado justo al lado de la pequeña rampa que lleva a la entrada del Parque Natural. Al final de la misma, encontramos un torno por el que hay que pasar para acceder a él, pero que nadie se preocupe porque sólo sirve para contabilizar el número de visitantes y no se debe pagar nada.
Tras pasar el torno, comenzamos a ascender las primeras rampas – custodiadas por pinos – bajo la sombra proyectada por aquella enorme roca calcárea de 332 metros de altura. Yo quería aumentar un poco el ritmo en ese primer tramo para conseguir alcanzar la zona bañada por el Sol de mediodía lo antes posible, pero reconozco que caí en la tentación de pararme en varios lugares que ya ofrecían unas vistas extraordinarias. Tomé varias fotos que después quedarían descartadas en favor de las que tomé un par de cientos de metros más arriba.
Algunos pinos carrascos se intercalaban con distintas variedades de arbustos que se agarraban a la roca como temerosos de caer al Mediterráneo.
Este primer tramo de subida es sencillísimo. Al poco llegamos a un túnel excavado en la roca que te lleva a la otra cara del peñón. No tendrá más de 20 metros de longitud y no llega a haber oscuridad total pero la roca por la que pisas está realmente desgastada y han puesto cuerdas a lo largo de ambas paredes para facilitar la tarea.
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Cuando cruzamos al otro lado recibimos con alegría los rayos del Sol sobre nuestros cuerpos. Los múltiples gritos de gaviotas nos indicaban que entrábamos en su territorio y el camino se volvía algo más complicado. La ruta deja de ser lisa para dejar paso a un sendero irregular que te hace mantener la vista en el suelo. Para las veces que sea necesario para contemplar la bonita vista a tu izquierda.
La roca cubierta de verde se precipita hacia un mar de distintos tonos azulados. No sólo encontrarás gaviotas sobrevolando esa visión idílica sino que el peñón también es casa de halcones y cormoranes. Se han censado 80 especies distintas de aves, entre nidificadoras, errantes y migratorias.
Hay otro tramo donde han tirado una cuerda para ayudarte pero no tiene ninguna dificultad. Hasta ese momento apenas existía verticalidad y nuestro día seguía siendo un bonito paseo al Sol rodeados de naturaleza viva.
A pesar de ser un simple Jueves de Febrero existía un tráfico de gente nada desdeñable. La proximidad a Calpe, la facilidad del camino y las impresionantes vistas como botín final, hacen que sean muchas las personas que pasan por aquí cada año. De todas las edades, sexos y condición física.
Tras algo más de 40 minutos -tomándonoslo con muchísima calma y parando a sacar fotos- llegamos a una bifurcación del camino. Seguimos recto hacia un mirador para dejar la cima para el final. Allí sí que nos encontrábamos solos. El viento soplaba más fuerte en ese descubierto orientando hacia el Este. Los días totalmente despejados se puede divisar -al igual que desde la cima- la isla de Formentera y el puerto de Santa Pola, pero una ligera bruma hacía que no lo pudiéramos ver. Aún así las vistas merecían la pena y las gaviotas nos acompañaban posadas aquí y allá o planeando sobre nuestras cabezas.
Caminamos hacia atrás los 200 metros que nos devolvían a la senda de subida. Quedaban los últimos 600 metros hasta la cima y aquí sí que la cosa se vuelve una subida de verdad. De nuevo verás una cuerda para un tramo en el que deberás ayudarte de manos y pies para escalarlo. No es complicado, pero lo escarpado del peñón hace que te lo pienses un poco antes de ir muy a lo loco. Más de una persona ha perdido la vida aquí por asomarse demasiado al precipicio de la cara Sur en un momento de fuerte viento.
Ya casi llegando a la cima por fin puedes asomarte al lado Sur. Se podía apreciar toda la costa. El urbanizado Calpe y la bonita Altea. Más allá, el famoso Benidorm y el resto de la Costa Blanca. Lo curioso de la situación fue que nos acompañaron unos animales inesperados en esos parajes. Si el peñón de Gibraltar tienes sus famosos monos, aquí tenemos una pequeña legión de gatos que siguen al turista en busca de alimento y agua dulce.
Coronamos los 332 metros sobre el nivel del mar cerca de las 2 de la tarde. Descansamos un rato admirando las distintas vistas y comiendo algo de fruta antes de iniciar un descenso que no tuvo más historia.
La ruta del Peñón de Ifach es una de las excursiones de un día más bonitas de la provincia de Alicante. Si venís por aquí, os llevo yo mismo.
Un verano lo pasamos allí y nos llevamos una gratísima impresión. A pesar de la información que previamente recopilamos antes de ir a un sitio, cometimos el error de no llevar botas o unas simples deportivas, nuestro plan era de playa y no llevamos el calzado adecuado para llegar hasta arriba, nos quedamos al final del túnel. Es un motivo para volver en otra ocasión.
http://www.miniguias.com/viajes/trocito-del-mediterraneo-paseo-por-calpe/
Un saludo
grande tú Manué! Mi cicerone alacantí! Cual es la próxima?
Muy grande David!!