Antes de que los castellanos llegaran a la isla de Tenerife, los guanches vivían placenteramente en un clima y una tierra de fertilidad envidiable. Su mundo conocido no iba mucho más allá de las otras islas que podían divisar desde la propia. Si para los navegantes españoles el misterio de la redondez de la Tierra ya no era tal, para los primeros habitantes de Tenerife el Mundo acababa en el extremo oeste de la isla, allá donde se alzaba una pared de roca infranqueable. Se trataba de lo que hoy en día se conoce como acantilados de Los Gigantes.
Esta muralla basáltica de origen volcánico, que se prolonga desde el puerto de Los Gigantes hasta punta de Teno, mide entre 300 y 600 metros y se entierra en el agua a no más de 30 metros de profundidad. Es prácticamente inexpugnable y tan sólo algunos barrancos, difícilmente accesibles por tierra, la cortan en algunos puntos, creando pequeñas calas de arena o grava a las que la gente suele acercarse por mar con embarcaciones de recreo.
Estos mismos barcos y lanchas son utilizados para explorar el fondo marino. Esta zona de la isla es muy famosa entre submarinistas y pescadores de altura por la riqueza de vida que se puede encontrar bajo la superficie del océano. Una colonia de ballenas piloto habita aquí durante todo el año, y tortugas de gran tamaño y delfines actúan como comparsas habituales. Todo un deleite para los buceadores.
Cuando nosotros llegamos al puerto de Los Gigantes a primera hora de la tarde, el Sol lucía sin oposición alguna. La temperatura era perfecta pero fuera del abrigo de las rocas del puerto el mar se rizaba en unas olas que prometían algo de aventura marina.
Iván nos recibió en el muelle. Este chaval, que nos acompañaría durante casi toda nuestra estancia en Tenerife, demostró ser un entusiasta de lo que hace. Es como un hombre orquesta: sabe de casi todo. Nacido en Teno, fundó la empresa Teno Activo para mostrar a los turistas esa otra cara de las Islas Canarias que tanta gente parece desconocer. Pone tantas ganas en promocionar las montañas, senderos verdes, barrancos, bosques y demás tesoros naturales alejados de las playas que uno se siente absorbido al instante por su didáctica verborrea. Un gran guía y mejor persona.
Tras los primeros saludos y risas, Iván nos comentó que el mar estaba un poco picado para realizar la actividad que habíamos reservado: paseo con kayak. Ante la tozudez de sus clientes, acabó cediendo y dijo que los ataríamos a la parte trasera de una lancha rápida y haríamos el camino de ida en ella para regresar a golpe de remo subidos a los kayaks biplaza.
Protector solar, gorra o sombrero y gafas de sol son imprescindibles si váis a hacer esta actividad. Una vez nos pusimos todo ello saltamos a la lancha y comenzamos a salir del puerto. Es increíble ver los malabarismos que han debido hacer los arquitectos para construir en un terreno como ése. Bungalows adosados se apiñan en la ladera de la pelada colina. Las vistas desde sus balcones debe compensar el esfuerzo de subir hasta allí, aunque para los que estamos de paso la verdad es que le quita parte del encanto natural al lugar.
Comenzamos a navegar contra las olas y la panza de la gran lancha gris se elevaba y caía con un golpe seco para sobresalto de la tripulación. Mientras, Iván nos iba comentando cosas sobre la historia, geología y fauna de Los Gigantes: la renombrada vida marina, el origen de la lava que ha ido formando la «muralla del infierno» -así le llamaban los guanches- y las aves que nidifican en sus paredes afiladas. Hay algunas parejas de águilas pescadoras -también llamada guincho en las islas-, especie que se encuentra en peligro de extinción.
Nos fuimos desplazando en paralelo a los acantilados a una distancia segura de la pared. Así llegamos a un recodo situado antes de llegar al extremo oeste de la formación rocosa. Al torcerlo dimos con una de las playas que marcan el comienzo del barranco de Masca, perfecto para el senderismo. Al no tener tiempo suficiente no pudimos realizar una de las actividades combinadas estrella que ofrece Teno Activo: kayak y explorar el barranco de Masca.
En este punto nos subimos a los kayaks, soltamos amarras y comenzamos a remar en parejas. El amigo Echeyde -nuestro guía para toda la estancia en Tenerife- fue mi compañero de fatigas, mientras que Paco Nadal e Iván remaban sobre las olas a nuestro lado.
Con el kayak pudimos maniobrar y acercarnos algo más a los acantilados. Debido al oleaje, resultaba complicado mantener el rumbo pero pasamos un buen rato e hicimos un duro ejercicio físico.
Alentado por las historias submarinas que nos contaba Iván, decidí cambiar las gafas de sol por las de bucear y fue un auténtico fiasco. El mar estaba demasiado movido y la visibilidad bajo el agua era bastante deficiente. Había tenido mala suerte porque aquí se puede bucear en perfectas condiciones durante casi todo el año.
Pincha aquí para hacer tu reserva.
Tip de Alojamiento
Si quieres evitar búsquedas y reservar alojamiento en el mismo hotel que nosotros, te recomendamos los apartamentos Baobab Suites en Adeje en el sur de Tenerife. Repetiríamos sin dudarlo. Podrás efectuar tu reserva a través del siguiente enlace sin ningún aumento de precio:
Cambiamos las ballenas por cervezas y refrescos y nos relajamos en la lancha mientras regresábamos al puerto.
En el almacén que Iván tiene alquilado allí pudimos ver todo el equipo para el resto de actividades que ofrecen en Los Gigantes y otros puntos de Tenerife: barranquismo, paddle surf, buceo, senderismo y escalada. Y es que las Canarias son mucho más que sol y playa.
Totalmente reventados después de haber hecho parapente y surf por la mañana y la paliza de kayak por la tarde, pusimos rumbo al hotel mientras el Sol se hundía en el mar. Sus últimos rayos hacían arder en llamas a los acantilados y mi mente vagaba y se preguntaba cómo los guanches consiguieron vivir ocultos aquí, huyendo de los castellanos. Una fortaleza natural que se convertiría en último reducto guanche.
Buenas tardes, Lucía.
Siento muchísimo que tuvieras tan mala experiencia en Los Gigantes. Yo realicé la actividad con la empresa Teno Activo y no sé con quién irías tú, pero, por lo que dices, seguro que no son ellos. No sabría quién pueden ser. Si me das más datos puedo preguntar a Iván, el dueño de Teno Activo, y seguro que puede enterarse de qué empresa fue la que te vendió esa actividad. Espero más detalles. Un abrazo
Buenos dias,
Este puente de Diciembre tuvimos la suerte de visitar los Gigantes, con la desgracia de tener un accidente con el Kayak en la ruta comentada. La empresa que nos lo alquiló no nos aviso de la peligrosidad de intentar atracar en la cala de piedras que hay de camino al puerto. El rescate duro 2 horas (realizado por el dueño de la empresa y su hijo de 12 años…) y estoy de baja por las lesiones. Al llegar a tierra y pagar la actividad no nos dieron recibo y al preguntar por el seguro nos dijeron que no tenían al no ser una embarcación con motor!
Busco la empresa por internet y no encuentro nada. ¿alguien me puede ayudar para evitar que esto le vuelva a pasar a alguien mas?
Gracias