La carretera que une Pickering con Whitby atraviesa parte del parque nacional de North York Moors. Se trata de un viaje a una tierra desolada, estéril, donde el cultivo es una utopía y los árboles huyen a tierras menos hostiles.
Bajo la tierra, la turba y sobre ella el brezo que en setiembre ofrece sus mejores colores con tonos violetas. Nada más. Una extensión enorme de tierra salvaje, machacada por el viento y los temporales y donde muchos excursionistas se atreven a realizar recorridos por su interior. Recuerda las zonas más remotas de Escocia o algunas regiones perdidas de Wicklow en Irlanda.
Existe un tren turístico que va desde Pickering hasta Whitby. El recorrido se realiza en un antiguo tren de vapor y pasa por rústicas estaciones de pueblo como Goathland y atraviesa la salvaje zona de los Moors -que en castellano se traduce por un sospechoso «páramo»- en un estupendo viaje hacia el romanticismo de las tierras de Yorkshire. No en vano, estas desoladas tierras -aunque fueran en Haworth, en su zona más al este de Yorkshire- inspiraron a las hermanas Brontë a ilustrar las mejores páginas de la literatura inglesa del siglo XIX. El ferrocarril funciona cada día desde principios de abril hasta finales de octubre.