En nuestro viaje a Copenhague decidimos visitar el parque de atracciones de Tivoli Gardens. Se trata de una enorme extensión verde repleta de atracciones y restaurantes para todos los públicos. Este parque de atracciones se construyó en el año 1843 y es el más antiguo del mundo. Aun así, antiguas y nuevas edificaciones se levantan en este extenso pulmón del centro de Copenhague.
El lugar lo lleva una empresa privada y para entrar se necesita pasar por taquilla. La entrada cuesta 9 euros aunque para subir a las atracciones deberéis adquirir un bono aparte.
El lugar realmente merece la pena vayáis acompañados de niños o no. Si además disfrutáis de un día soleado lo pasaréis en grande. Pequeños y grandes se reúnen en Tivoli Gardens para disfrutar de la jornada ya sea subiéndose a las atracciones, escuchando conciertos, viendo obras de teatro, comiendo en sus buenos restaurantes, paseando por los jardines o tomando una cervecita en una de sus terrazas.
Aunque las atracciones son más bien antiguas los chavales disfrutarán de igual manera que en cualquier otro parque más moderno. Nos subimos al roller coaster, uno de los más antiguos del mundo -ni más ni menos que del 1914- y aunque dista mucho de las virguerías que se montan hoy en día fue un viaje estupendo.
El estilo de muchos edificios en este complejo de atracciones nos devuelve a épocas pasadas y pasear por los jardines de Tivoli Gardens ofrece una sensación muy especial al visitante.
El lugar es una de las atracciones principales en Copenhague y merece la pena echar un vistazo a la agenda del parque ya que se realizan muchos conciertos y obras de teatro, especialmente en verano, y puede ser una visita muy especial coincidir con alguno de ellos.
Si tenéis pensado cenar en Tivoli Gardens debéis saber que los restaurantes cierran la cocina sobre las nueve de la noche aunque más tarde siguen sirviendo comida fría.
Sitio Oficial | Tivoli