
Hasta hoy había asociado el turismo rural con una escapada que habitualmente se realiza en familia. En anteriores ocasiones practicando turismo rural siempre había coincidido con otros turistas que aprovechaban la tranquilidad de la naturaleza para llevarse a los niños de viaje. No obstante, este fin de semana pude descubrir un tipo de turismo rural dedicado al descanso y enfocado a las parejas donde los niños no están permitidos.
El lugar escogido fue la casa rural Mas Baié en la localidad de Sant Esteve de Llémena en la comarca de La Garrotxa, Girona.
En este minúsculo pueblo los turistas suelen pasar de largo. Prefieren llegar a zonas más conocidas de la región como los volcanes de La Garrotxa o pueblos más emblemáticos como Rupit o Santa Pau. Fue en este pequeño enclave de 300 habitantes, Sant Esteve de Llémena, donde una pareja de urbanitas se instalaron hace unos años y han volcado sus ahorros e ilusiones en convertir una antigua masia en una casa rural digna de visitar.
Hace cinco años Miriam de Barcelona y Paco de Ciudad Real lo dejaron todo para convertirse en neo-rurales y empezaron los cimientos de su nueva vida sobre un antiguo caserío catalán. Mantuvieron la centenaria piedra, levantaron campos, habilitaron habitaciones, salas de descanso y habitaciones en un constante y agradecido trabajo de años.
Abrieron las puertas al público hace apenas un año. La crisis ya hacía estragos en el sector por entonces así que ellos mismos se dicen que peor es difícil que les vaya. No obstante, los clientes repiten y no parecen andar muy estresados por si las reservas aumentan o disminuyen. Una señal inequívoca de ello es que apenas ofrecen cuatro habitaciones y rechazan reservas si los clientes tienen niños o desean traerse a su animal doméstico. Todo en consonancia con su filosofía en busca del descanso y disfrute de parejas que viajen sin niños.
La casa rural consta solamente de cuatro habitaciones y múltiples salas, un balcón y distintas zonas donde descansar. Es un espacio extenso donde cada una de las parejas instaladas podrán disfrutar de su intimidad en todo momento.
Al llegar siempre suelen invitar a los clientes con una bebida. El trato es inmejorable. Se notan las ganas de quien cree en su proyecto, desprenden el entusiasmo de quien acaba de empezar y cuidan de la casa como suya propia pues viven bajo el mismo techo.
La casa está rodeada de extensos campos donde la pareja cultiva sus propias hortalizas y cuidan de su ganado -pollos, gallinas y una cincuentena de corderos- que dan un toque natural y sabroso a la gastronomía de la casa.
El desayuno es potente y muchos seguramente aguantarán hasta la hora de la cena. Consiste en productos naturales o de la tierra como embutidos, queso de oveja y aceite de oliva virgen -hechos por familiares de Paco en Ciudad Real-, pan delicioso hecho en casa, mermelada y zumo de naranja natural.
La cena no está incluida en el precio general de la reserva y cuesta 15 euros. La inexistente oferta en el pueblo ya es un reclamo de por sí. Para encontrar un restaurante abierto deberíamos realizar una excursión a Olot o pueblos bastante alejados de la zona. No obstante, cenar en la casa no va a ser solamente por falta de competencia. La gastronomía del Mas Baié probablemente va a ser la razón más poderosa para que repita mi estancia en esta casa rural en un futuro. Todos los ingredientes vienen del propio huerto y ganadería que cultivan y cuidan respectivamente a escasos metros de la casa. Todo ello cocinado con esmero y buscando soluciones ligeras y alejadas de los platos pesados del interior.
El vino no está incluido en la cena pero ofrecen precios muy decentes como un Rioja Ederra por 9 euros.

Sant Esteve de Llémena se encuentra en el corazón de La Garrotxa y desde ahí podréis realizar múltiples excursiones por una de las zonas más bellas y verdes de Catalunya. Tenéis los volcanes de La Garrotxa a un paso, los pueblos medievales de Besalú, Castellfollit de la Roca, Santa Pau, Tavertet o Rupit a pocos kilómetros e incluso la Costa Brava a poco más de una hora en coche.
Por cierto, la conexión a wifi es gratuita. Encontraréis la clave en el cajón de vuestra mesita de noche.