Cuando Shakespeare situó la acción de su Romeo y Julieta en Verona imagino que no se dio cuenta de que la estaba poniendo en el mapa universalmente. Desde entonces ha sido una de las capitales mundiales del amor y millones de turistas han pasado por el patio de la casa de Julieta para fotografiarse con su estatua y asomarse al famoso balcón. Es cierto que hay muy poco de verdad en todo el mito de Romeo y Julieta, pero también lo es que los hombres necesitamos de este tipo de historias y tradiciones para mantener viva la chispa de los sentimientos.
Pero Verona existió mucho antes que Shakespeare y su belleza monumental y arquitectónica bien vale un vuelo de poco más de dos horas. Eso es lo que tardé desde el aeropuerto de Madrid al de la ciudad del norte de Italia. La compañía Iberia Express ha apostado por este destino este verano, abriendo la línea con una frecuencia de tres vuelos semanales – martes, jueves y sábados – que salieron a un precio promocional de 39 euros por trayecto si se adquieren los billetes antes del 30 de junio.
Además, bien puedes aprovechar el viaje para ver otros lugares emblemáticos de la zona, como el lago de Garda, los montes Dolomitas o la mismísima Venecia. Su ubicación es perfecta para acercarte a estos destinos, tanto en coche como en tren.
Yo aproveché la primera tarde y parte de la mañana del día siguiente a mi llegada para disfrutar de la belleza y paz del lago de Garda, poniendo después rumbo a Verona.
Pasear por las estrechas calles veronesas te transporta a los tiempos de los romanos, primero, para pasar, después, a una época medieval en la que se convirtió en una potencia de la mano de la dinastía de los Scaligeri.
La ciudad tiene mucho para ver y si quieres empaparte de la historia de cada recodo puede atraparte por varios días. Sin embargo, si careces de mucho tiempo, aquí te dejo un pequeño resumen de los puntos más importantes de Verona.
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Arena de Verona
Este espectacular anfiteatro romano se encuentra entre los mejores conservados del mundo y es el segundo más grande, tras el Coliseo de Roma. Se levantó en piedra caliza en el siglo I, ubicándose fuera de los muros de la ciudad para que la gran muchedumbre que se daba cita – tenía capacidad para albergar 30.000 personas – no molestara al resto de ciudadanos.
Originariamente tenía tres anillos pero ahora tan sólo queda un ala del tercero, que sufrió los daños propios de guerras y bombardeos. Entramos a la Arena como lo hacían los grandes gladiadores de la época, por la puerta I, que estaba bellamente decorada y conducía directamente a la arena donde iban a luchar por sus vidas.
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Cuando entramos al interior del anfiteatro encontramos a una decena de operarios montando un enorme escenario donde se representaría la Ópera de Aida en unas semanas. Es la función principal actual de este monumento histórico. Cada verano se representan cuatro óperas distintas y se cuelgan los carteles de «no hay localidades». Los precios oscilan entre los 15 y los 200 euros. La acústica del lugar es inmejorable – no se puede oir nada desde la plaza donde se ubica -, pero lo verdaderamente espectacular es ver una ópera con más de cien artistas sobre el escenario en un entorno tan histórico como ése.
Museo y castillo Castelvecchio
Esta fortaleza del siglo XIV se erige imponente asomándose al río Adigio. Fue levantada por uno de los señores de la dinastía Scaligeri para protegerse de su propio pueblo, ya que sus medidas impositivas y carácter excéntrico llevaron a que fuera odiado por la prole.
Junto con el puente, destruido por los alemanes en la Segunda Guerra Mundial y reconstruido, es una de las estampas emblemáticas de la ciudad. El museo sobre Verona que se encuentra en su interior es algo que no te puedes perder.
Piazza delle Erbe
La plaza más antigua de Verona surgió sobre los restos del foro romano. En tiempos romanos ya era el centro de la vida social veronesa y así siguió siendo cuando los antiguos edificios fueron dejando paso a las contrucciones medievales.
En la plaza podemos encontrar construcciones históricas como la Torre dei Lamberti, el palazzo del Comune y la casa Mazzanti. Cuando lo recorrimos, una espléndida mañana soleada de junio, hervía de vida. Son muchos los bares y restaurantes que jalonan la plaza y están llenos desde la mañana hasta bien entrada la madrugada, cuando los jóvenes veroneses disfrutan de sus cócteles y copas al aire libre en un entorno inmejorable. Nosotros no quisimos ser menos y nos tomamos unas cervezas justo frente a la casa Mazzanti.
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La casa de Julieta
En la Via Cappello se halla la supuesta casa de la Julieta de Shakespeare. En realidad, se ha creado de la nada por un tema comercial. Es cierto que la casa fue construida entorno a los siglos XII-XIII pero se decidió considerar que era la de la famosa amante tan sólo por la inscripción que figura sobre el arco de entrada (Del Capeli, tan parecido al apellido Capuleto).
El famoso balcón de Julieta no figura en la obra del dramaturgo inglés y fue añadido, junto con una ventana gótica, en el siglo XX.
El lugar se ha convertido en visita obligada de todos aquellos enamorados que visitan Verona, pero también para los que tienen el corazón roto o buscan el amor, porque dice la leyenda que quien toca el pecho derecho de la estatua de bronce de Julieta, situada en el patio, encontrará el amor verdadero.
Son muchos más los atractivos que tiene esta bella ciudad histórica del norte de Italia y los irás descubriendo mientras deambulas por sus calles. Ahora tienes la oportunidad de conocerla.
Me gusta mucho tu blog ! Es útil para encontrar información acerca de las diferentes ciudades del mundo.
En mi ruta de este agosto por Italia pasaré por Venecia. A ver si me da tiempo y puedo acercarme a Verona, que tiene muy buena pinta ;)
Besotes