Hace ya setenta años que Sam se sentó al piano del Rick’s Café y empezó a entonar una de las bandas sonoras más conocidas de la historia cinematográfica. La mirada adorable de la noruega Ilsa Lund -Ingrid Bergman- acompaña las notas tarareando la tonada cuando entra en acción un malhumorado y cínico americano de nombre Rick Blaine -Humphrey Bogart-.
Hoy mismo subiremos a un vuelo de Air Arabia con destino Marruecos desde Barcelona y mañana mismo pondremos los pies en el mismo café para celebrar el setenta aniversario del estreno de la mítica película «Casablanca».
Estuve una vez en Casablanca con anterioridad pero apenas tuve tiempo de visitar la ciudad. En realidad no tenía previsto ni siquiera poner mis pies en ella. Tenía un vuelo de Barcelona a Marrakech con escala en Casablanca. El vuelo se retrasó y perdimos el enlace. Nos tocó quedarnos a dormir una noche en la ciudad y fue uno de esos momentos viajeros mágicos e inesperados.
Nos reunimos un americano que sacó de su chistera una botella de pacharán, una catalana que iba a Togo para contraer matrimonio, que finalmente se tiró para atrás, y pasamos todos una noche de locura y diversión. Aunque apenas pisamos el area cercana al aeropuerto, el espíritu de Casablanca ya nos embargó.
Hoy vuelvo a la ciudad y nos alojaremos en el Barceló Hotel.Además de conmemorar la mítica película de Michael Curtiz, también nos esperan atractivos turísticos como la mezquita de Hassan II, la vieja medina de la ciudad, el colorido de los zocos, el Palacio Real, barrios con un encanto especial y mi actividad preferida en Marruecos: visitar un hamman de barrio, relajarme y terminar la jornada en una terracita con una shisha y un buen chai.
Como siempre, a la vuelta, te contaremos el viaje con detalle.
