Quito es un polvorín nocturno que merece la pena hacer estallar.
La primera vez que pasamos por la capital ecuatoriana tuvimos bastante mala suerte porque eran el fin de semana de reflexión anterior a la votación para las elecciones generales del país. Los legisladores ecuatorianos no tienen demasiada confianza en su propia gente a la hora de tomar decisiones electorales bajo los efectos del alcohol o no quieren que se monte una buena con gente con resaca y bronca trás conocerse los resultados. El caso es que está prohibido el consumo de bebidas alcohólicas en todo el país -incluyendo bares, restaurantes, cafeterías…Todo- desde el Viernes al Lunes en el fin de semana de votación.
¿Qué posibilidades teníamos de caer por allí justo ese fin de semana?. Pues caímos.
Salimos a cenar a la zona de La Mariscal y fue el taxista quien nos dio la trágica noticia. Así que cenamos algo en un restaurante mongol, nos tomamos una coca cola y para casa a dormirla.
En nuestra segunda visita, sin embargo, vinimos con información de primera mano sobre los lugares que se ponían buenos.
La zona de farra -ellos también lo llaman así- por excelencia de la capital ecuatoriana es la conocida como La Mariscal. En ella se concentran alojamientos para mochileros, restaurantes de varios tipos -aunque más caros que los que encuentras por el resto de la ciudad- bares, cafeterías, cybers, tiendas de libros y souvenirs y algunas discotecas que cierran sus puertas a altas horas de la mañana.
Si váis para disfrutar de la noche os aconsejaría alojaros por esa zona. Nosotros lo hicimos y es ruidosa, pero nos encargamos de ir cerrando todos los bares y no volvimos al hostal hasta las 8 y media de la mañana, cuando ya no nos molestaba ninguna música. No seáis malpensados, sólo lo hicimos para poder dormir bien, no porque seamos unos farreros. La ventaja es el no tener que tomar un taxi para volver a casa.
Debido a su variada oferta, podéis echar toda la noche en la Mariscal. Los restaurantes de la zona ofrecen comida italiana, mongola, ecuatoriana, argentina, francesa e incluso tapas españolas. Por unos 10 dólares se puede cenar decentemente en varios de ellos, aunque los hay de mayor presupuesto para quien quiera pegarse un lujo o vaya con compañía a la que quiera impresionar.
También podrás encontrar locales pequeños que sirven comida rápida barata junto con cervezas tiradas de precio. Ni que decir tiene que una noche probamos en uno de ellos y teniendo en cuenta que los 3 litros de birra salían a 2,5 dólares, podéis imaginar como salimos de allí mi amigo francés Thomas y un servidor. Eran las 12 de la noche y ya estábamos bastante doblados.
El centro neurálgico de la zona es la Plaza Foch donde se concentran varios restaurantes y bares con terrazas que se llenan desde las horas de la tarde. La gente tanto cena como toma aunque los restaurantes hinchan los precios para la calidad que ofrecen.
En cuanto a la pura farra, se encuentra fundamentalmente en las calles José Calama y Mariscal Foch, paralelas en cuanto a localización y oferta lúdico-festiva. Multitud de bares con terrazas en el primer piso, discotecas ofreciendo copas a 4 o 3 dólares para atraer al personal, mucha gente joven yendo y viniendo o tomando en la calle medio a escondidas y mucha policía. La zona no es la más segura de la capital ni mucho menos, pero es cierto que, de unos años para acá, parece que la situación ha mejorado bastante y la mayor afluencia de turistas ha sido uno de los factores que han presionado para que el Ayuntamiento haya reforzado la seguridad en la zona. Aún así, andad con mucho ojo a altas horas de la madrugada y utilizad taxi incluso para desplazamientos cortos.
Para la gente que no le guste mezclarse con más gringos durante el viaje y prefiera probar el sabor de la cultura y la gente del país, que no se preocupe. A pesar de ser una zona famosa entre los mochileros y demás turistas, la Mariscal es también la zona preferida de farra para los chicos y chicas ecuatorianos, con lo que se da una mezcla muy interesante.
En sus discos verás mayoría local y algunos guiris intentando bailar salsa, reggaeton y otros compases latinos casi tan bien como Karina cantando las canciones de AC/DC.
Nosotros nos fogueamos por varios bares de bebida barata para tomar después algun cóctel de frutas y alcohol en algún lugar un poco mejor para acabar dándolo todo en pistas de baile de varias discotecas. Entre ellas destacaros la No Name , una que hace esquina en Foch -o Calama, no estoy seguro-y que reconoceréis porque no tiene ningún cartel con su nombre. Es de tamaño ideal con copas a 4 ó 5 dólares y buena música tipo de-todo-un-poco y grandes ritmos latinos.
Para quien quiera acabar llegando a casa estando seguro de que casi todo ha cerrado le recomiendo el pub llamado Tijuana -creo recordar que estaba en Calama- donde me dejaron seguir la noche tras la persiana y acabó viniendo la policía a quitar la música y a echar a los pocos locos que allí quedábamos a eso de las 7 y media de la mañana.
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La verdad es que es una de las mejores ciudades farreras en las que estuve en mi viaje de 6 meses por Sudamérica. Si planeáis ir a Quito y os gusta la fiesta, ¡hacedlo en fin de semana!. La cosa comienza a ponerse bien desde el Jueves. ¡Viva la farra!.
Para los viajeros, si quieren pobrar la gastronomía ecuatoriana y que no sea necesariamente «comida típica» que a muchos cae pesada por la cantidad de condimentos o potajes, yo les recomiendo que vayan a «IZEL RESTAURANTE», es el primero de comida fusión ecuatoriana, es decir que a tomado como base a esta gastronomía, combinándola con la vanguardia internacional para satisfacer los exigentes paladares del turista. Está ubicado en la Andalucia N24 234 y Luis Cordero, detrás el Swiss Hotel. No es el típico lugar costoso gourmet, si no que ofrece platos generosos a precios razonables. También ofrece cocteles de la casa como el Canelazo sour o uno de uvilla! realmente fascinante.
Agrego este link para que lectores puedan chequear un poco más de lo que les estoy hablando http://izelrestaurante.blogspot.com/2011/09/espectacular-inauguracion-de-izel-el.html
Saludos,
Estefania