Cuando el hotel Reid’s Palace abrió sus puertas en Funchal a finales del siglo XIX la isla de Madeira apenas era conocida entre algunos ilustres ingleses y lusitanos. Se había convertido en el primer centro turístico. Desde entonces han pasado más de 100 años y, hoy en día, el 70% de los habitantes de la isla trabajan directa o indirectamente con el turismo.
Salimos por la mañana de nuestro apartamento en Cabo Girao y pudimos ver por primera ver la isla con luz diurna. Las paredes de la montañas se precipitaban sobre la carretera y sus laderas dejaban ver una inacabable procesión de plataneros.
Nos dirigimos a la capital de Madeira, Funchal, y a nuestro paso el aloe vera crecía a sus anchas a ambos lado de la carretera principal de la isla.
Funchal es una ciudad agradable, de colores vistosos y con un centro amigable donde pasear. Conocer los lugares más emblemáticos de la ciudad no te llevará más de cuatro horas y se puede cubrir perfectamente en una mañana.
A continuación vamos a hacer un repaso de las cosas que puedes hacer en Funchal:
Índice de contenidos
El Mercado de Funchal
En una isla donde cualquier flor exótica de la parte del mundo que sea crece a sus anchas, es obvio que sus mercados estarán repletos de una variedad increíble de frutas y verduras.
El mercado de Funchal se encuentra en el centro de la ciudad a escasos minutos andando de la marina. Se trata de un edificio de dos plantas con un patio abierto.
Por su interior encontraréis zonas de flores, multitud de paradas de frutas con una variada oferta de maracuyás, papayas, mangos y plátanos, verdulerías con una buena selección de productos y una zona interior dedicada a la pescadería con el alargado pez espada de Madeira como principal reclamo para fotógrafos curiosos.
Al alojarnos en un apartamento nos fue de maravilla encontrar el mercado ya que nos aseguramos cenar bien y sano a la vuelta de nuestras escapadas por la isla.
El Teleférico de Funchal
Junto a la marina de Madeira se levanta el teleférico de Funchal que realiza un trayecto de unos 30 minutos hasta Monte, una de las colinas adyacentes a Funchal a unos 600 metros de altura. Se trata de un bonito paseo por las alturas donde podemos observar Funchal desde los aires.
Antes de comprar el billete conviene saber de antemano si vas a volver con el teleférico o, de lo contrario, prefieres volver a Funchal sobre la tradicional cesta de mimbre. El billete de ida sale por 10 euros mientras que la ida y vuelta sale por 15 euros.
El Jardín Tropical Monte Palace
Una vez finalizó el trayecto en teleférico nos encontramos ante las puertas del Jardín Tropical Monte Palace.
La entrada al recinto ya viene incluida con el billete del teleférico. Se trata de un enorme jardín con distintos niveles y zonas entre ellas un estupendo jardín japonés, una colección de minerales, otras exposiciones temporales y un bonito lago frente a una antigua mansión con vistas a Funchal.
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El camino va acompañado de murales donde se relatan los acontecimientos más importantes de la historia de Portugal algo que a muchos turistas les irá muy bien. Me sorprende mucho el desconocimiento general de la historia de nuestros vecinos en los libros de texto en España.
Descenso en una cesta de mimbre
Al salir del jardín por la misma puerta por la que entramos seguimos la calle principal y llegamos al lugar donde parten las cestas de mimbre. Antiguamente los habitantes de Funchal -los ricos, básicamente- usaban este medio de transporte para cubrir las grandes elevaciones de la isla y acercarse al centro de la capital.
Hoy en día es una atracción turística más y una experiencia muy divertida. Un descenso en cesta de mimbre para dos personas nos salió por 30 euros y realiza un recorrido de unos dos kilómetros con fuerte desnivel a través de las carreteras secundarias que llevan a Funchal. Dos hombres vestidos con el traje tradicional arrastran el carro y con cuerdas conducen la dirección evitando bordillos, canales de agua, muros e incluso algunos coches que asustados subían por la calle.
Fue una experiencia divertida que recomiendo a aquellos que quieran añadir un poco de adrenalina a un destino generalmente tranquilo y concentrado en la contemplación de la naturaleza como es Madeira.
Al terminar el trayecto nos ofrecieron la foto turística de rigor por 10 euros pero no aceptamos. La zona donde finaliza el trayecto en cesta de mimbre se encuentra a medio camino del centro de Funchal. Para volver se puede coger directamente un autobús de linea que estaciona en la misma calle o bien un taxi que acostumbra a cobrar 10 euros por el trayecto que compartido, también es una opción cómoda y rápida para volver al centro de la capital.
En todo estoy d acuerdo, menos en lo d las playas geniales.
Esto son piscinas geniales.
Angla vete a España y sabrás lo q es pisar una playa d arena blandita y no escoñarte al querer entrar a bañarte.
Ole! Enhorabuena por tu post, has ilustrado muy bien lo mejor de Funchal. Me encanta la isla de Madeira. Todo el terreno muy bien aprovechado para un lugar paradisíaco. Los mejores productos del mar y playas geniales.