Tras visitar Guadalajara partimos en dirección Zaragoza. A medio camino vimos la oportunidad de visitar el Monasterio de Piedra y no lo desaprovechamos. Seguimos la autopista y nos desviamos antes de llegar a Calatayud. Llegamos en poco más de dos horas.
Era el 1 de enero y habían muy pocos coches aparcados en el amplio parking que se encuentra a las puertas del Monasterio. La primera sorpresa del día vino cuando fuimos a comprar los tickets. Los 13,50 euros por persona me asustaron y tiraron para atrás. No obstante, una vez llegados al lugar no íbamos a hacer marcha atrás. Más tarde, tras la larga visita que hicimos al conjunto natural y al monasterio, el precio de la entrada me pareció algo más razonable.
Iniciamos nuestra visita visitando el espacio natural que rodea el monasterio. En la entrada te dan un mapa de la zona con diferentes itinerarios marcados. Nosotros seguimos la senda roja y terminamos por visitar todos los lugares marcados en el mapa.
El interior natural es precioso y cuesta entender que la zona sea tan frondosa, verde y repleta de agua estando a pocos kilómetros de distancia de zonas desérticas como los Monegros.
El conjunto natural propone un interesante itinerario donde se recorre el cauce del río Piedra en sus múltiples cascadas y lagos que va formando a su paso. Entre ellas destaca la Cola de Caballo con una caída de unos 50 metros que podemos ir siguiendo a través de escaleras excavadas bajo la piedra. Me sorprendió también observar a un buen grupo de buitres oteando el horizonte desde la imponente Piedra del Diablo.
Habitualmente prefiero la naturaleza salvaje a la naturaleza humanizada. Ver pasillitos, puentes, piedras pulidas sobre el camino no son santo de mi devoción. No obstante, el parque del Monasterio de Piedra está bellamente conservado y darse un paseo por su interior es una auténtica gozada.
Junto con la entrada se ofrece una visita guiada a las dependencias del Monasterio que se realiza en grupo a cada hora aproximadamente. El monasterio fue fundado a finales del siglo XII por monjes cistercienses y durante su construcción ha pasado por fases de gótico primitivo, renacentista y barroco que podemos apreciar en su arquitectura.
A través de la visita guiada descubriréis las diferentes capillas, claustros y salas del interior del Monasterio. De paso también ofrecen una visita explicada al museo del vino de dominación de origen de Calatayud, una exposición de la historia del chocolate y un curioso museo de carruajes de época.
Chulísimo!
Es fantastico! seguro que haces una fotos estupendas ahi!
Un lugar precioso al que espero volver muy pronto…