Si quieres descubrir uno de los museos más desconocidos de Madrid, pero con mayor número de piezas originales por metro cuadrado, te recomendamos que visites el palacete del siglo XIX en que se encuentra el Museo Cerralbo.
En una ciudad que alberga iconos museísticos internacionales como el Museo del Prado o el Museo Reina Sofía, aún podemos encontrar museos menos conocidos, menos monumentales, pero con un encanto singular. El Museo Cerralbo es uno de ellos.
La historia de lo que hoy es museo empezó como casa particular en el siglo XIX de la mano de Don Enrique de Aguilera y Gamboa, el XVII Marqués de Cerralbo y su familia. Entre 1884 y 1892 ordenó la construcción de una residencia en el barrio de Argüelles, cerca del Palacio Real y al lado de la Plaza de España.
El edificio incluyó un jardín y un patio interior, envuelto en una fachada clasicista, que posteriormente pasó a servir más como segunda residencia dados los continuos viajes del aristócrata y político.
Fruto de esos viajes fue la adquisición por parte de la familia de cuadros, esculturas, objetos de decoración y multitud de elementos que fueron convirtiendo el palacete en un museo de facto, cumpliendo de esa manera con la idea original del Marqués.
Este no quería ceñir a residencia el edificio, sino compaginar sus estancias privadas y sus salones para actividades sociales con la exposición de las obras de arte que se acumulaban en pasillos, muebles y paredes.
Cuando este pionero y benefactor de la arqueología fallece en 1922, dispuso la donación de parte de su colección al Museo Arqueológico Nacional y al Museo Nacional de Ciencias Naturales. El resto ordenó que formara la colección artística del Museo Cerralbo, establecida la fundación del mismo en sus últimas voluntades, y que fue abierto al público en 1944.
Los visitantes que acceden al museo han de saber que visitan una casa, opulenta, museística y representativa de la vida de la alta burguesía del XIX y XX, pero casa al fin y al cabo. Para maximizar esta sensación, no hay carteles que indiquen datos de un cuadro, una escultura o un artículo de cubertería.
Únicamente encontraremos la ocasional etiqueta que el propio Marqués colocó en su día y unos discretos paneles que identifican las estancias y su función.
Dividiendo la experiencia en función de las estancias a las que accedemos, así es la visita al Museo Cerralbo.
Índice de contenidos
1Escalera de Honor
Traspasada la discreta pero burguesa fachada a través de un también discreto portal, la primera impresión del visitante es majestuosa.
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Aunque al acceder por el zaguán nos encontramos frente a la pequeña taquilla, la vista pronto se nos va al alto techo y a su derecha, donde arrancan los primeros escalones de la Escalera de Honor, con barandilla de mármol y hierro forjado para conducir a los invitados hasta el piso principal.
Lienzos, tapices y la mirada opaca de varios bustos nos acompañan en la subida, iluminada por una lámpara de araña que se encuentra separada por varios metros del techo.
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2Armería
La Escalera de Honor nos deja a las puertas de otra forma de honor, el que se encuentra en las hazañas y gestas bélicas de antaño, pues estamos entrando en la Armería.
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Escoltados por piezas de los siglos XVI y XVI, aquí los Marqueses recibían a los invitados a sus eventos sociales, haciendo gala de una excelente colección de armas y equipos militares que hablan de antepasados poderosos y valientes.
Valientes como Don Pablo Fernández de Contreras, I Conde de Alcudia y Almirante del Mar Océano, que en el año 1635 venció con su único galeón a tres navíos holandeses y cuya armadura se encuentra en la sala.
3Salón de Baile
Los tiempos tumultuosos representados en la Armería dejan paso, literal y figuradamente, a la alegría cortesana y la felicidad del Salón de Baile, un espacio que estuvo durante mucho tiempo cerrado al público.
Paneles de ágata, mármoles y grandes espejos venecianos nos hacen imaginar reflejadas por doquier las figuras de las damas y caballeros que aquí seguían el compás de la música, aunque la estancia se usó también para exposiciones y veladas literarias.
Destacar, de entre la suntuosa decoración, el Borne, un diván de seda y madera dorada de 1885 con una variopinta decoración y un precioso reloj pendular, de bronce plateado y mármol de 1870 de la Cíe Des Marbres Onyx d´Algerie.
4Galería Primera
La salida del Salón de Baile se hace a la derecha y al fondo del mismo, de manera que continuamos rodeando el patio interior a la hora de movernos por el piso.
En este nivel de la casa no hay pasillos propiamente dichos pues todas las galerías son amplias y luminosas, plagadas de cuadros (incluyendo un retrato del Marqués de Cerralbo) y detalles como jarrones de porcelana y relojes.
En el centro de la Galería Primera se encuentra una vitrina de joyas donde se exponen condecoraciones y títulos pero también objetos más mundanos como cubiertos centenarios.
5Biblioteca
Cerca de 10.000 volúmenes se distribuyen por los armarios y estanterías de la Biblioteca del Marqués de Cerralbo. Abarcan todas las épocas, desde algunos incunables hasta la fecha de fallecimiento del aristócrata, y casi todas las materias, de Historia y Geografía a literatura y política por citar algunas.
Sin olvidar, claro está a las dos que más atrajeron, y en las que más destacó el Marqués, la Arqueología y la Numismática. Tanto es así que se incluyen más de 24.000 piezas de sellos, monedas y medallas reunidas por él y su hijastro.
Desde la Biblioteca tenemos un primer atisbo del despacho del Marqués, a través de una puerta comunicante, aunque lo veremos desde la puerta principal cuando sigamos nuestro recorrido por el Museo Cerralbo.
6Galería Segunda
Salimos de la oscura Biblioteca para afrontar un corto paseo por la Galería Segunda, levemente más estrecha dado que la Biblioteca y el Despacho se encuentran al otro lado de la pared.
La Galería Segunda está decorada con muebles de estilo italiano aunque es en las paredes donde se encuentran las obras más destacadas, como una “Inmaculada Concepción” (1655) de Francisco de Zurbarán o una interpretación de “La Piedad” de Van Eyck realizada por Alonso Cano en 1660.
7Despacho
Tanto o más que zona de trabajo, el despacho del Marqués era la habitación del palacete dedicada a recibir a las personalidades ilustres con las que el noble y político carlista se relacionaba.
Destacar el neoclásico escritorio de tambor, que pudimos apreciar mejor desde su parte trasera cuando visitamos la Biblioteca, una elegante pieza francesa de roble y caoba de finales del siglo XIX.
8Salón Chaflán
Rincón para el descanso y la conversación informal (también llamada cotilleo) entre baile y baile, su nombre obedece a su forma. Un chaflán es la parte de la fachada de un edificio que forma dos ángulos iguales con las fachadas laterales, perpendiculares entre sí.
Dicho de otra manera, es el punto en que se cruzan la Calle Ferraz con la Calle de Ventura Rodríguez y aquí lo tenéis, en su exterior merced a Google Maps.
Rodeados de luminosas escenas pictóricas en paredes y techo, las sillas individuales favorecían la creación de corrillos para que nacieran charlas y tertulias en un ambiente más distendido que en el Salón de Baile.
Pieza central de este salón es una campana china de la dinastía Quing (circa 1800) de bronce con esmalte y de concepción puramente decorativa.
9Salón Billar
Esta estancia se articula en torno a una mesa de billar francesa (circa 1855) que originalmente estaba destinada al juego de billar inglés, sufriendo una adaptación posterior al juego francés de carambolas.
Las damas y caballeros que seguían con interés los lances de la partida lo hacían acomodados en unos divanes pegados a la pared, más altos que las sillas disponibles, y que requerían la ayuda de un escabel bajo los mismos para subirse a ellos.
Convidados de piedra a las idas y venidas de bolas y personas, cuelgan de las paredes distintos retratos de damas y caballeros de épocas pasadas.
10Galería Tercera
La última galería del palacio que podemos visitar culmina el recorrido de estancias en torno al patio interior.
Arcones y arquetas se distribuyen a lo largo de la parte baja de la pared. Bustos de mármol nos miran a los ojos y si elevamos la mirada nos encontramos con obras del Greco, Murillo o una obra de José de Ribera de 1638.
Dos curiosidades que mencionar en este Galería son el aseo y las ventanas. Al principio de la misma encontramos un aseo de invitados donde lo que hoy llamamos taza es una caja decorada y tapicada que bien podría parecer un asiento, aunque en su interior escondía un bacín.
La otra curiosidad, llegando al final de la Galería Tercera, es la presencia de un balcón acristalado que daba a la Escalera de Honor y que permitía a los invitados más puntuales un privilegiado mirador para contemplar las galas y joyas de los asistentes que llegaban tras ellos.
11Exposición Temporal
Además de la colección permanente, el Museo Cerralbo acoge también exposiciones temporales en sus instalaciones.
En el momento de mi visita y de escribir este artículo, en el Museo Cerralbo se puede disfrutar de la exposición “Lírica en los Muros. Carteles de Zarzuela” hasta el día 6 de Septiembre, una de las dos sedes de la misma junto al Museo ABC del Dibujo y la Ilustración.
Organizada por la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero como parte de las Jornadas de la Zarzuela 2020, la muestra reúne antiguos carteles de zarzuela realizados desde finales del siglo XIX hasta finales del siglo XX.
Encontraremos enormes avisos, más que carteles, donde en texto se enumeraba a los personajes de la función y se desglosaba su trama, hasta coloridos y minimalistas carteles donde un personaje, escena o actor son el exclusivo centro de la atención, acompañados de descripciones e información sobre la técnica de los mismos y la sociedad de cada época.
La entrada a la exposición temporal es gratuita e independiente de la entrada al Museo Cerralbo.
Información práctica sobre el Museo Cerralbo
Horario de apertura al público
De martes a sábado de 9:30 a 15:00 horas.
Jueves, apertura extraordinaria por la tarde de 17:00 a 20:00 horas, excepto festivos.
Cerrado todos los lunes, y los días 1 y 6 de enero, 1 de mayo, 24, 25 y 31 de diciembre y en fiesta local
Precio de la entrada:
Entrada general, 3 euros
Entrada reducida, 1,50 euros
Entrada gratuita para todo el público:
Domingos y festivos de 10:00 a 15:00 horas.
Sábados a partir de las 14:00 horas
Jueves de 17:00 a 20:00 horas (apertura extraordinaria)
Todos los domingos
18 de abril (Día del Patrimonio Mundial)
18 de mayo (Día Internacional de los Museos)
12 de octubre (Fiesta Nacional de España)
6 de diciembre (Día de la Constitución Española)
Cómo llegar al Museo Cerralbo
Dirección: C/ Ventura Rodríguez, 17, Madrid 28008 Autobuses: líneas 1, 2, 3 (vuelta), 44, 46, 74, 75, 133, 147, 148, C1, C2.
Metro: Ventura Rodríguez (L3), Plaza de España (L3 y L10), Noviciado (L2) y Príncipe Pío (L6 y L10)
Cercanías RENFE: Príncipe Pío líneas C1, C7 y C10.
Aparcamiento público: Plaza de España.
Bicicletas: Aparcabicis público (calle Ventura Rodríguez, número 17, frente a la entrada principal del museo) y BiciMAD (estaciones más cercanas números 14, 115 y 116).
Madrid Central: el museo se encuentra situado en una zona limìtrofe con el área denominada Madrid Central, pero fuera de la misma.
Ubicación del Museo Cerralbo
Correo electrónico: museo.cerralbo@cultura.gob.es
Página Web: Museo Cerralbo (Ministerio de Cultura y Deporte)